Usted está aquí: domingo 3 de julio de 2005 Cultura Me cago en Dios, crítica a las religiones, no a la fe

La obra teatral se presenta de nuevo en México

Me cago en Dios, crítica a las religiones, no a la fe

FERNANDO CAMACHO SERVIN

El poder de las grandes religiones como freno de la creatividad humana y el estreñimiento como somatización del sentimiento de culpa son las provocadoras ideas centrales de la propuesta teatral Me cago en Dios, del autor español Íñigo Ramírez de Haro, que se restrenó en junio en el teatro La Capilla.

Como se informó (La Jornada, 2 y 4 de mayo de 2004), la presentación del monólogo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid resultó por demás accidentado y polémico, aunque también muy exitoso.

Luego de que el título de la puesta fuera considerado insultante y blasfemo por la jerarquía católica y la presidencia de la comunidad de Madrid, dos ultraderechistas irrumpieron en el escenario al grito de ¡Viva Cristo rey! y golpearon a Ramírez de Haro y al actor Fernando Incera.

En México la obra tuvo una corta temporada de ocho presentaciones en junio de 2004, debido a los compromisos de espacio del Teatro Helénico. Ahora, "por el gusto de disfrutarla" otra vez y hacerla llegar a más gente, el grupo Complot /Escena la vuelve a montar.

Aunque la religión católica es todavía mayoritaria en el país, hasta el momento la respuesta del auditorio ha sido muy satisfactoria y no se han registrado agresiones, hostilidad o comentarios negativos frente a la historia de un sujeto que, luego de conflictos existenciales irresueltos, logra purificar su alma y su intestino a la vez.

"La nuestra -dice en entrevista el director José Luis Saldaña- es una crítica hacia la institución religiosa, no hacia la idea misma de Dios. No buscamos cambiar las creencias de nadie ni atentar contra ellas. El objetivo primordial del grupo no es dogmatizar, simplemente reflexionamos y hacemos crítica abierta" al poder absoluto que han acumulado todas las iglesias, sobre todo la católica.

La obra, afirma el director, plantea cómo la culpa puede ser utilizada por el clero para conseguir sus propios fines. Mediante el sarcasmo y la ironía, se desnuda la doble moral que pretende decir a todo el mundo cómo debe vivir, pero oculta los errores y excesos de la Iglesia, como el apoyo a regímenes dictatoriales y los casos de sacerdotes pederastas.

Respecto a por qué en México no ha habido una polémica similar a la de España, el director considera que hay dos factores que lo explican: la ultraderecha española es mucho más conservadora y militante, y la crisis del teatro cultural mexicano es tal que mucha gente simplemente no se entera de la obra.

Me cago en Dios, con la actuación de Omar Medina, se presentará hasta el 28 de agosto, los domingos a las 18 horas en el teatro La Capilla, Madrid 13, Coyoacán.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.