Usted está aquí: lunes 4 de julio de 2005 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

El afán de repetir en Los Pinos impulsó el voto en el extranjero

Se atiende lo urgente, no lo importante

EL GOBIERNO DEL "CAMBIO" sólo tiene oídos para la creciente paisanada que trabaja en Estados Unidos y tiene una sólida razón para ello: el sonido de la caja registradora que en los últimos cuatro años y medio acumula alrededor de 58 mil millones de dólares en remesas, monto equivalente a 77 por ciento de la deuda pública externa, al cierre de mayo pasado.

MUSICA CELESTIAL PARA la muy creativa administración Fox, la cual, a la par de la carretada de dólares, ahora intentará sacar raja de otro enorme potencial de la comunidad mexicana en el vecino del norte: desea escuchar el grato sonido de la caja registradora, pero de sufragios para que el "cambio" se mantenga sentado en Los Pinos.

NI UNA SOLA INICIATIVA ha presentado el gobierno foxista para evitar la expulsión creciente de mano de obra mexicana hacia Estados Unidos; ni un sólo movimiento ha hecho para generar empleo bien remunerado y retener en casa a los cientos de miles de paisanos que no tienen otra posibilidad que tomar la ruta del norte, pero como el "cambio" fracasó rotundamente y se aproxima la elección de 2006, entonces era menester trabajar sobre lo urgente y no sobre lo importante, si es que esto último realmente le interesa al que es "invitado" a las concentraciones que organiza la Presidencia de la República.

MAS PREOCUPADO Y ocupado por los votos a captar que de la posibilidad de generar las condiciones necesarias para que la gente se quede en su país y que mejoren sus condiciones de vida, el inquilino de Los Pinos -no sin el compartido "interés" de los partidos políticos y sus huestes en el Congreso- se clavó en la iniciativa del voto para los mexicanos en el extranjero (léase en Estados Unidos), con la idea de materializar uno de sus sueños guajiros: repetir en Los Pinos.

MUY EMOCIONADO porque el Congreso palomeó la iniciativa del voto para los mexicanos en el extranjero (ídem), el inquilino de Los Pinos celebró que "como parte del cambio democrático que se vive en México desde 2000, ahora hemos logrado alcanzar uno de los derechos políticos más preciados: el derecho a votar para todos. México se los prometió y México les ha cumplido".

LA PAISANADA DEBE estar contenta porque desde Estados Unidos podrán elegir a las autoridades mexicanas, aunque si de "derechos más preciados" se trata, ella hubiera preferido algo más mundano: el derecho a vivir en condiciones dignas en su país, el derecho al empleo y salario remunerador, el derecho al desarrollo, etcétera, etcétera. Un gobierno serio y comprometido con el país y su gente hubiera empezado por lo importante y no por lo urgente, porque esto último no tiene mayor fin que el electoral.

LO MEJOR DEL CASO es que el dinero necesario para que el voto de los mexicanos en el extranjero (ídem) se concrete saldrá de las remesas que esos mismos votantes potenciales puntualmente envían a este México que "se los prometió" y "ya les cumplió", aunque les cancele cualquier posibilidad de retronar a su patria en condiciones dignas.

YA QUE DE REMESAS se trata, un reciente estudio del Banco de México -elaborado por uno de sus vicegobernadores, Guillermo Güemez- señala que entre las pocas cosas que reportan un crecimiento constante en el gobierno del "cambio" destaca el flujo de dólares enviado por la creciente comunidad de mexicanos en Estados Unidos.

COMO PROPORCION DEL producto interno bruto, el monto de esas remesas pasó de 1.13 por ciento en 2000 a 2.46 por ciento en 2004, y es de esperarse que en el presente año esa proporción se aproxime a 3 por ciento.

A PARTIR DE 1995, la relación remesas/ PIB mostró una reducción pequeña pero sostenida: de representar 1.28 por ciento del producto en ese año, pasó a 1.13 por ciento en 2000. Con el advenimiento del "cambio" sucedió exactamente lo contrario: de 1.13 creció a 2.46 por ciento, y va en aumento.

SEÑALA EL ANALISIS de Güemez que en 2004 las remesas fueron equivalentes a 78 por ciento de las exportaciones de petróleo crudo; 153 por ciento del ingreso por turismo internacional; 100 por ciento de la inversión extranjera directa (con todo y venta de bancos) y 87 por ciento del superávit de la industria maquiladora.

EN LOS ULTIMOS CUATRO años el monto de las remesas se ha incrementado 153 por ciento y se espera que al cierre de 2005 el avance supere el 200 por ciento, al recibirse alrededor de 20 mil millones de billetes verdes, contra 6 mil 500 en 2000. En el mismo lapso, el número de transacciones para este tipo de envíos creció 183 por ciento, al pasar de casi 18 millones en 2000 a 51 millones en 2004. El promedio por envío ha ido descendiendo: de 365 dólares en 2000 a 327 en 2004, aunque en el primer cuatrienio de 2005 aumentó a 333 dólares.

SEÑALA EL FUNCIONARIO del Banco de México que las condiciones del mercado laboral mexicano fomentan la emigración a Estados Unidos, entre otras causas por su rigidez, la debilidad en la generación de empleo en el sector formal de la economía y por la baja calidad de los trabajos creados (sin prestaciones sociales, reducidos salarios, etcétera.

EL RAQUITICO CRECIMIENTO económico registrado en los últimos 20 años y las débiles perspectivas de que este indicador mejore en el futuro inmediato reafirma las profundas diferencias económicas entre los dos países, las cuales difícilmente desaparecerán, cuando menos a corto plazo. Por ello, la emigración sigue siendo atractiva para los trabajadores mexicanos, toda vez que la estadunidense es la mayor economía mundial, su mercado laboral es amplio, los ingresos son los mayores en el mundo, y tiene una gran capacidad para generar puestos de trabajo.

ASI, A PESAR DEL incremento de las medidas de seguridad y las restricciones, sin lugar a dudas la emigración de mexicanos a Estados Unidos no sólo se mantendrá, sino que se fortalecerá, por mucho que el derecho al voto esté garantizado.

Las rebanadas del pastel:

ASI COMO FIDEL VELASQUEZ "llenaba" el Zócalo capitalino con "un millón de trabajadores", ahora los panistas "inundaron" el Angel de la Independencia con "120 mil asistentes", en un espacio en el que no caben más de 28 mil personas... "Los números son lo de menos", asegura Gerardo Priego, secretario de Vinculación con la Sociedad del CEN panista. Habrá que ver si este personaje repite la frase en las elecciones de 2006.

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