El consejero fue la fuente del reportero de Time Matt Cooper: Newsweek
Karl Rove, asesor de Bush, habría filtrado identidad de agente de la CIA
Ampliar la imagen En imagen de archivo, Karl Rove FOTO Reuters Foto: Reuters
Washington, 3 de julio. Correos electrónicos enviados por la revista Time a un gran jurado revelan que el asesor del presidente George W. Bush, Karl Rove, fue una de las fuentes del reportero Matt Cooper, de dicha publicación, durante la investigación que realizó en 2003 sobre la identificación de una espía de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
La revelación fue hecha hoy por la revista Newsweek, que tomó los testimonios de dos abogados del caso -cuya identidad mantiene en el anonimato- para sustentar la validez de la información que compromete a Rove, considerado el estratega político de Bush.
No obstante, un abogado del asesor de la Casa Blanca, Robert Luskin, expresó a la publicación semanal que Rove "nunca reveló información clasificada" y que "no dijo a ningún periodista que Valerie Plame trabajaba para la CIA".
El nombre de la agente fue publicado en julio de 2003 por el columnista político Robert Novak, del Chicago Tribune, quien señaló que Miller estaba por difundir el dato en un reportaje en el New York Times pero la periodista nunca publicó nada al respecto.
El esposo de Plame, Joseph Wilson, quien ocupó un cargo diplomático durante la presidencia de Bill Clinton (1993-2001), sostiene que los responsables de la filtración son funcionarios de la Casa Blanca en la administración de Bush.
Según Wilson, la filtración tuvo el propósito de castigarlo por haber puesto en duda públicamente en julio de 2003 en el Times los argumentos del presidente sobre el supuesto intento de Saddam Hussein de comprar uranio en Níger, antes de la invasión estadunidense a Irak y de su derrocamiento en abril de 2003.
Cooper y su colega de The New York Times, Judith Miller, recibieron la orden de presentar su testimonio ante un gran jurado que trata de esclarecer quién cometió el delito federal de difundir el nombre de la agente secreta.
Miller y Cooper invocan el derecho al secreto profesional, que les permitiría respetar el anonimato de sus fuentes, por lo que desafiaron la orden de presentación ante el gran jurado. Ambos dijeron que prefieren ir a la cárcel antes que revelar sus fuentes. Los periodistas apelaron ante la Suprema Corte de Justicia, pero luego de que el máximo tribunal desechó su petición el lunes pasado, el camino quedó abierto para que reciban un castigo de hasta 18 meses de prisión.
En otra batalla relacionada con el Poder Judicial, esta semana crecieron los temores de que la derecha pretenda tomar el último bastión en disputa en los poderes públicos estadunidenses, al aprovechar el lugar desocupado por la magistrada Sandra O'Connor el viernes pasado. Actualmente, no sólo la presidencia está en poder de los republicanos, sino también cuentan con mayoría en el Senado y la Cámara de representantes.