Planta para explotar gas en islas Coronado viola disposiciones de la ley ecológica
Sustentan Chevron-Texaco proyecto con documentación apócrifa de CFE
Las irregularidades fueron detectadas desde 2003, pero no se detuvo su autorización
Representantes de playas de Rosarito documentan otras anomalías de dicha sociedad
Ampliar la imagen Protestas de Greenpeace en islas Coronado por la instalaci�e plantas regasificadoras de Chevron-Texaco. La organizaci�onsidera que esta actividad es de "alto riesgo" para el equilibrio ambiental de la zona FOTO Cortes�de Greenpeace Foto: Cortes�de Greenpeace
Los promotores del proyecto de gas natural licuado de la sociedad Chevron-Texaco incurrieron en diversas irregularidades en su intento por sustentar la viabilidad de la obra, que se ubicaría a 600 metros de las islas Coronado, en Baja California.
Integrantes de la comunidad de playas de Rosarito señalaron que los representantes del proyecto presentaron un estudio de impacto ambiental que corresponde a otra obra, ignoraron los efectos negativos de la operación de la planta en la biodiversidad del lugar, además de que violaron diversos preceptos de la ley ecológica.
Los demandantes habían presentado antes un recurso de revisión a la autorización que extendió la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en materia de impacto ambiental y pidieron la suspensión del proyecto.
En el documento que enviaron a la dependencia federal, señalaron que el 20 de noviembre de 2003 se pudo corroborar en la página de Internet de la Semarnat que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto denominado Terminal GNL Mar Adentro de Baja California, propiedad de Chevron-Texaco, se hacía referencia en realidad al desarrollo CC Valladolid, de la Comisión Federal de Electricidad, situación que después fue corregida por la autoridad.
Sin embargo, afirmaron, esto es un error que viola el primer párrafo del artículo 34 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), pues nunca se remitió a consulta pública el documento que se encontraba en evaluación.
También se violaron diversas disposiciones de la LGEEPA, como aquellas que establecen que cada proyecto debe publicarse no sólo en la Gaceta Ecológica, sino en un diario de circulación nacional, lo cual no ocurrió.
El documento, firmado por Elia Campillo, en representación de la comunidad de playas de Rosarito, menciona que la Dirección General de Impacto Ambiental, de la Semarnat, violó el artículo 44, debido a que este precepto indica que la MIA debe contener los posibles efectos en los ecosistemas que tendrán obras o actividades de explotación de hidrocarburos.
También debe incluir medidas preventivas de "mitigación" y garantizar que en el uso de los recursos naturales se respete la integridad funcional y las capacidades de carga de los ecosistemas.
Esto no se aplicó en el caso del proyecto de gas natural de Chevron-Texaco, señala el texto, porque sólo fueron evaluados los recursos naturales del lugar donde se prevé la operación de la planta y no del archipiélago de las islas Coronado, que forma parte de un sistema ambiental en donde existen interdependencias e interconexiones entre especies.
Los representantes de las playas de Rosarito aseguran que la Semarnat se basó en información falsa para determinar el estado actual de la isla Coronado Sur, pues la autorización que extendió hace referencia a "fauna ajena al lugar", entre la que se menciona a 24 cabras, dos perros, seis burros y 38 gatos.
De acuerdo con Campillo, esto no es correcto porque a excepción de los perros, los demás animales ya fueron retirados del lugar.
Advierte que no se hizo una valoración sobre los cambios que la planta ocasionará en la conducta, hábitos, crecimiento y reproducción de las especies animales, por lo que pidieron la suspensión del proyecto, pues de "realizarse las obras respectivas sería físicamente imposible la reparación de los daños ambientales".