El texto ganó el concurso de novela Una vuelta de tuerca
Tiempo de alacranes, aguda visión del nexo autoridades-narcos
Como una "aguda visión de la vinculación directa entre las autoridades policiacas y militares con los narcos", así como de lo que les pasa a los personajes "con sus claroscuros emocionales", que están relacionados con ese tipo de delincuencia organizada, es como define Bernardo Fernández Bef (DF, 1972), su primera novela negra titulada Tiempo de alacranes, con la que ganó el Premio Nacional de Novela Una vuelta de tuerca 2005, convocado, en ésta su primera edición, por la editorial Joaquín Mortiz.
Para escribir esta novela, Fernández retomó principalmente lo publicado en la prensa, "antes de que salieran a la luz pública los escándalos en los penales de alta seguridad", así como la personalidad e historia de dos sujetos que existen en la vida real.
Una es la de un sicario contratado por el narcotráfico, quien en el último momento decide no matar a un soplón, "porque lo considera un buen padre de familia.
"Esa historia es real -dice el escritor-, este tipo no sé como se llama, pero aún vive en Guadalajara."
La otra es la de "un refugiado yugoslavo que se vino asaltando bancos desde la frontera canadiense hasta la frontera mexicana".
Esas dos historias se conjugan para crear una tercera ficticia, en la que se entrecruzan los destinos de un grupo de policías judiciales del norte de México, que se dedican a asaltar bancos, el de un par de narcojuniors y la de un alto jefe del narcotráfico, que "sale" de la cárcel para vengar la muerte de uno de sus ahijados, como una especie de deber moral.
La novela refleja, a la manera de una road movie, acontecimientos de una realidad actual en el país, de la que son testigos toda la ciudadanía.
"Lamentablemente -comenta el au-tor- todo lo que yo pueda escribir de manera literaria siempre se va a quedar corto respecto de la realidad misma. Si un jefe de un cártel leyera este libro seguro se bota de la risa. Sin embargo, es triste saber que lo que conocemos del narcotráfico, aunque suene a lugar común, es tan sólo la punta de un iceberg; es un porcentaje muy pequeño de lo que realmente ocurre.
"Y lo más terrible es que el narcotráfico no es un hielo que flota, sino un árbol gigantesco que ha enraizado en toda la sociedad. Un árbol que por abajo es mucho más grande, cuyas raíces tocan desde altos funcionarios de la administración pública y judicial, hasta los niveles más bajos en los que sobreviven las clases populares.
"Los integrantes del grupo Botellita de jerez, decían: qué gobernante esta detrás de cada toque o pase de cocaína que te das, y lo que hay es toda una maquinaria muy compleja engrasada por todos."
Influido en lo que respecta al género neopoliciaco más por las propuestas del cineasta Quentin Tarantino, los escritores Frank Miller, Paco Ignacio Taibo II, Gabriel Trujillo y Juan Hernández Luna que por la serie de Los Intocables, de la que se siente "alejado y ajeno", en Tiempo de alacranes la idea -destaca el autor- fue presentar a una serie de personajes con sus luces y sombras, con sus claroscuros emocionales, cuya historia fuera "convincente e inquietante, sin caer en una parodia inverosímil.
"Procuré que en la novela no se tomara partido, pero la realidad que hoy vivimos en México pone en evidencia quién es quién y lo que hacen. Se muestra que aunque son dos bandos distintos, están en lo mismo, que es una guerra entre ellos y que por lo tanto el narcotráfico no se ataca de fondo".
Sin embargo, concluye Bef, el tema central "no es el narcotráfico en sí, sino lo que les pasa y sienten los personajes que están relacionados con ese tipo de delincuencia organizada".
Tiempo de alacranes fue la ganadora, "entre más de 70 trabajos presentados", del Premio Nacional de Novela Una vuelta de tuerca 2005, convocado, en esta su primera edición, por la editorial Joaquín Mortiz, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el gobierno de Querétaro.