Hoy inicia, a las 22 horas, su programa periodístico en la cadena estadunidense CNN
Aristegui, mexicano, autónomo e independiente, dice la comunicadora
Cuando el tema implique conflicto de intereses, optaremos por el diálogo y que predomine el mejor argumento, afirma
''Tatuarse la camiseta de una empresa es caer en la sumisión''
Ampliar la imagen No me imagino cambiando de oficio a estas alturas del partido, dice la periodista FOTO Carlos Cisneros Foto: Carlos Cisneros
CNN ha convenido con Carmen Aristegui hacer un programa de lunes a viernes, de 22:00 a 22:30, en horario estelar. La emisión da inicio hoy y llevará por nombre: Aristegui. Es una relación novedosa para el consorcio estadunidense, pero también para la popular periodista y conductora mexicana.
-¿Qué le significa estar en CNN?
-La enorme ventana de una cadena internacional, llegar a millones de hogares de México, Estados Unidos y América Latina, esto último a través de un programa de fin de semana.
-Se piensa que CNN es una cadena ligada al gobierno estadunidense, ¿consideró esto al hacer el trato?
-Claro. Con los directivos hablamos ampliamente del papel de CNN en la Guerra del Golfo y su comparación con la reciente guerra de Irak, del periodismo patriótico. Christopher Crommett, vicepresidente de la cadena para América Latina, estableció la diferencia entre una y otra guerras; la primera contó con un apoyo favorable del público hacia el gobierno estadunidense, y la que aún se vive, que ha sido tremendamente impopular.
''El directivo defiende la conducta plural de la cadena, ya que da entrada por igual a los mensajes de la Casa Blanca que a los del Al Jazeera. No me parece una mala explicación. pero, al final de cuentas, este programa se hará desde México con una producción mexicana, pues hay un acuerdo de autonomía y de independencia editorial muy claro".
-¿Quién va a decidir los contenidos del programa?
-Yo. Yo soy la directora del programa; este es un acuerdo que hemos establecido desde una perspectiva mexicana, con los temas mexicanos. Es evidente que siempre estaremos en conversación con el medio, pero la dirección o la voz cantante, como dijo el propio Crommett, es la de la periodista que está.
La entrevistada asegura que establecieron una mecánica para resolver los diferendos editoriales. "Cuando el tema sea candente, controvertido, que implique eventualmente algún tipo de conflicto de interés o todas las gamas de asuntos que van inherentes a la actividad periodística, el mejor camino naturalmente es el diálogo y el entendimiento, y apostar a que el mejor argumento sea el que predomine; y yo estoy segura que se puede caminar por esa vía".
-¿Qué hará si no aceptan su línea?
-En dado caso, como suele pasar en estas cosas, habrá que esperar a que llegue ese punto extremo, y habrá la total disposición de arreglarlo, pero en principio el acuerdo es una dirección informativa desde México para este programa. Lo único que no se puede permitir es que los principios de ninguna de las partes se vean atropellados, eso es lo primero, ¿no?
-¿Su relación con ellos es distinta, por ejemplo, a la de Patricia Janiot o a la de los otros conductores?
-Bueno, es un convenio que tiene algo de sui generis para la CNN, porque soy una periodista que continuará con otros espacios en México, en otros medios de comunicación, con la idea de que el interés que ellos mostraron en mi trabajo tiene que ver con mi actividad en México haciendo lo que he hecho hasta el momento; el interés es tener una ventana para CNN, pero mantener mi actividad y mi presencia en México a través de los programas de radio, la prensa y lo que hago normalmente. Los directivos de CNN definieron la relación que establecimos como una alianza periodística, según dijo generosamente Christopher Crommett.
-¿Por qué cree que la buscaron?
-Me parece que lo que ellos buscaron fue a una persona que tuviera una presencia activa en México, que pudiera embonar con los criterios editoriales y periodísticos que ellos tienen, que compartieran ciertos criterios de autonomía y de independencia editorial; pero, francamente, son terrenos en donde ni siquiera me quiero meter porque los que tienen esa evaluación son ellos mismos.
El noticiero con...
La única manera de llevar a cabo esta entrevista con Carmen Aristegui fue realizando un virtual secuestro de la periodista. Sólo un trayecto en auto por la ciudad de México, en un soleado domingo, sin llamadas al celular, permitió conversar a gusto de los temas aquí tratados. Ella misma sostiene la grabadora, cual si fuese el micrófono de su cabina, pasándola del entrevistador a la entrevistada.
-¿Estará cambiando CNN en América Latina su estrategia de desarrollo al incorporarte?
-La manera en México de identificar los espacios informativos de radio y televisión es a través de los personajes que salimos en ellos, por encima inclusive del propio nombre del medio. A veces es más fácil decir el noticiero con fulano o mengana en vez de la identificación de la empresa de comunicación. En el caso de CNN es tan fuerte la presencia y la imagen de la cadena que las personalidades que ahí trabajan -que son fuertes, por supuesto, y que tienen su propia personalidad- son asociadas a ella; en este caso están en otra sintonía. Creo que en ese sentido, para llegar con mayor penetración al mercado mexicano que quieren, están también apostando a esa figura, porque aquí así son las cosas.
-¿Por eso bautizaron ellos al programa como Aristegui?
-De hecho, la propuesta de que el programa llevara mi apellido fue de ellos; me pareció un poco excesivo pero al final es igual... tampoco me voy a pelear con eso.
15 años de cambios
Carmen Aristegui Flores, oriunda de la colonia Alamos en el Distrito Federal, egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM en la carrera de Ciencias de la Comunicación, cuenta con 15 años en el medio informativo. En este lapso, ¿cuánto habrá cambiado?
Comenta: ''No creo que esencialmente haya cambiado. Por supuesto que todo mundo evoluciona y eso es cambiar en sí mismo, pero no he sentido un cambio abrupto en algún momento de mi paso por los años y por los medios donde he estado, en todo caso he sentido una gran evolución del país, una gran transformación, de los medios, de la propia sociedad mexicana. Claro que en el trayecto habrá ocurrido una transformación de mi muy humilde biografía.
Inminentemente, cae en la relación con el país. "Creo que se ha transformado el rostro del país entero, ha habido una evolución respecto a cómo se abordan los temas, a la amplitud que se puede tener hoy en materia informativa, a una mayor audacia respecto a la selección de asuntos e inclusive en el terreno editorial y de opinión. Es evidente que donde estamos hoy parados es radicalmente distinto a lo que tuvimos hace 15 años. Hoy vivimos una situación caótica: violencia, desigualdad social, ejecuciones; hay un México de claroscuros en el que parece predominar el lado oscuro. En todo esto los medios jugamos un papel clave".
Y regresa el tema CNN y Aristegui: "Entonces, asociarse a esa cadena con mi propia trayectoria es algo muy fuerte para mí y eso me hace sentir que estoy creciendo en términos de mi posibilidad de comunicación, pero no creo que sea buena idea plantearse en este momento la transformación de los ejes ni éticos ni periodísticos ni profesionales porque de alguna manera eso ha sido motivo para la invitación".
-¿Teme que la absorba el monstruo?
-No.
-Dicen que algunas empresas no te piden que te pongas la camiseta, sino que debes tatuártela...
La conductora de la emisión matutina de Hoy por Hoy, en W Radio, sostiene: ''siempre hay una necesidad de definición personal y profesional de quienes estamos en los medios, más cuando se trata de medios tan grandes, tan importantes".
"Cuando alguien dice que hay que tatuarse la camiseta significaría que soslayas tu propia identidad individual frente a un consorcio, y a mí me parece que es mejor en términos de definición personal, profesional y vital que uno tenga una identidad personal a que alguien se desprenda de su propia personalidad para ser una figura a imagen y semejanza de un consorcio. Yo creo que en ese caso no es ni siquiera muy útil para el propio consorcio, si de eso se tratara.
"También creo mucho en la diversidad, en los contrastes, en las individualidades que se suman. La uniformidad y la conducta de pronto soldadesca que se pueda dar en función de una pertenencia a una empresa, a un grupo de comunicación de cualquier tipo, ni siquiera es útil para la empresa misma. Yo creo más en el ejercicio crítico, en la mirada observante y desde todos los ángulos. Lo otro me suena a una especie de sumisión y de condición acrítica frente a cualquier decisión que se pueda tomar."
-Usted es un referente para los y las estudiantes de comunicación, para muchas mujeres también. ¿Se imaginaba, se proponía cuando estaba estudiando comunicación, que estaría en este trabajo, en esta posición?
-No, realmente no me imaginaba qué era lo que iba a ser profesionalmente. Cuando me inscribí a la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, lo hice en Sociología. Luego me cambié a Ciencias de la Comunicación, pensando que los medios eran un espacio más intenso, con más adrenalina que la propia sociología. La mayoría de los jóvenes no tienen claridad de lo que harán a esa edad, al menos en mi caso. Vas caminando y te vas encontrando una oportunidad que te conduce hacia determinados derroteros, y creo que fue el caso. Mi primer trabajo en los medios de comunicación se dio de manera accidental: un compañero mío en la escuela, Gabriel Escobedo, trabajaba en Canal 13, y me contó que se iba a abrir un programa de asuntos económicos y financieros y fui a pedir trabajo y me lo dieron. Así empecé en la tele, como pudo haber sido en una revista o en un periódico o en la radio. No había ahí una premeditación muy clara sobre si quería entrar en este u otro medio, empecé en la televisión de esa manera y luego seguí un camino que me llevó a la radio, pero no me veo en aquellos años poniéndome un punto de referencia. No me imagino en otro lado en este momento y tampoco me imagino cambiando de oficio a estas alturas del partido.