Luz Rosales Esteva y Benito Mirón Lince califican el hecho de provocación

Irrumpen huestes del senador Ortega en acto oficial de Ebrard

Pretendieron boicotear la firma de un convenio de apoyo a mujeres desempleadas de la ciudad

BERTHA T. RAMIREZ Y LAURA GOMEZ

El subsecretario de Trabajo, Benito Mirón Lince, y la directora del Instituto de las Mujeres, Luz Rosales Esteva, censuraron la agresión contra acciones de gobierno que realizó ayer un grupo de perredistas identificados con la corriente Nueva Izquierda (NI) -que dirigen los legisladores perredistas Jesús Ortega y René Arce-, el cual intentó boicotear la firma de un convenio para la capacitación y orientación a mujeres desempleadas que encabezaba el secretario de Desarrollo Social, Marcelo Ebrard Casaubon.

Los hechos ocurrieron cuando un sujeto que dijo ser uno de los abogados de los presuntos implicados en los linchamientos de noviembre pasado en San Juan Ixtayopan, e identificado con Nueva Izquierda, irrumpió en el recinto donde se llevaba a cabo la firma del citado convenio justo en el momento en que Ebrard Casaubon hacía uso de la palabra, y exigió que se le diera voz a una vendedora ambulante que a su vez exigió que sean restituidos 700 puestos en el bosque de Chapultepec. Más tarde, en entrevista, Cuesta dijo que tiene la encomienda de aparecer en todos los actos públicos del gobierno capitalino para increpar a los funcionarios que han desoído sus demandas.

Mirón Lince calificó de absurdos los hechos, "nosotros trabajamos en equipo, finalmente el jefe de Gobierno ha marcado una pauta y ahí no existen corrientes, el partido es sólo una parte y el gobierno tiene que actuar para todos".

Tras criticar que los problemas del partido se trasladen al gobierno, calificó el incidente de provocación. "Yo creo que no se vale confundir un acto de gobierno que va dirigido a la población, que no tiene nada que ver con las corrientes del partido ni con grupos".

Señaló que no se permitirá que se afecte al gobierno y mucho menos a la población, e indicó que el PRD "deberá pagar los costos de sus errores".

Luz Rosales calificó el acto de falta de congruencia ética y respeto, "aquí se estaba estableciendo un convenio en favor de las mujeres, no se trata de grilla, sino de un acuerdo entre instituciones para apoyar a este sector".

Al criticar los acontecimientos, indicó: "creo que son gente de muy baja calidad moral que van a ir por sus intereses particulares jalando a cualquier gente que encuentren y van a querer romper los proyectos del gobierno; me parece que esto no es justo y la ciudadanía va a deslindarse, va a entender".

Acto de desesperación

Ebrard Casaubon argumentó que más que una provocación fue un acto de desesperación, y ante la guerra sucia que han iniciado las tribus perredistas en su contra, dijo que tratará de actuar con "sangre fría y ser razonable, pues lo que se busca es interrumpir actos y provocar confrontaciones; esto de nada nos sirve, no ayuda a nadie, es un error".

Al preguntarle qué significaría para la contienda interna del PRD dar paso a la violencia, señaló que sería muy grave, "perderíamos mucho apoyo si eso llega a ocurrir. Aquí lo que debe imperar son los intereses generales, o sea, el bien superior y todos tenemos que moderar nuestras pasiones".

El sujeto que irrumpió en el acto advirtió a Ebrard que estará presente en sus actos públicos para increparlo, dijo llamarse Miguel Angel Cuesta, participar en Nueva Izquierda, haber competido por la dirigencia local del PRD y demandar la renuncia de Martí Batres. Funcionarios lo señalaron de estar identificado con la corriente de los chuchos, del senador Jesús Ortega.

El convenio suscrito por Inmujeres DF y la Dirección General de Empleo y Capacitación servirá para dar celeridad a los apoyos que esa dirección brinda en materia de orientación y capacitación a mujeres que requieran maquinaria, equipo o asesoría técnica y apoyo económico para el trabajo.

Los rudos, los rudos, los rudos

Más tarde, el senador Jesús Ortega, aspirante a la candidatura del PRD al Gobierno del Distrito Federal, se autodefinió como "técnico" y pidió a Marcelo Ebrard "quitarse la máscara para saber si es rudo o técnico y conocer cuáles son las tácticas a las que se enfrentará él y los aspirantes Armando Quintero y Pablo Gómez.

En un encuentro con luchadores y boxeadores de la capital, mencionó que los tres están dispuestos a apostar la cabellera en una contienda interna, a dos rounds sin límite de tiempo, a finales de agosto, donde saldrán los dos más fuertes, quienes irían a la pelea definitiva por la candidatura.

Mencionó que como se hace en todo torneo democrático, los contrincantes se van eliminando, en una "pelea cuerpo a cuerpo", quedando los más fuertes, y consideró que él es uno de ellos, por eso se comprometió a apoyar a los jóvenes dedicados a este deporte, quienes carecen de recursos para cubrir el costo de un gimnasio y constantemente se enfrentan a la muerte.