Contrató empresa de consultoría para contar con una estrategia de reacción ante el censo
Menosprecia Conacyt encuesta en la que se reprueba su desempeño
Los asesores recomendaron no responder, pues se daría al documento un valor que "no tiene"
Ampliar la imagen Jaime Parada (centro), director del Conacyt, dijo que dividiendo no se lograr�m�recursos para la ciencia y la tecnolog�FOTO Luis Humberto Gonz�z Foto: Luis Humberto Gonz�z
A petición del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la empresa de consultoría Berumen le dio algunas recomendaciones sobre cómo reaccionar ante la encuesta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) en la que dicho consejo fue reprobado por más de 4 mil científicos. Sin contar con la base de datos del citado sondeo, personal del despacho consultor sugirió, entre otras cosas, que "no vale la pena responder" porque daría un valor al documento que "no tiene", y que "ante cuestionamientos que señalen que las opiniones reportadas difieren de la 'realidad', siempre podrán contestar que nunca intentaron medir 'la realidad', y que sólo reportan percepciones de los 4 mil 262 entrevistados".
Las recomendaciones, de las cuales una copia se encuentra en poder de este diario y que se basan en una "ojeada" a la encuesta de la AMC, señalan que "no vale la pena responder, pues eleva de 'status' el documento, y aunque no sea la intención da y un valor que el texto no tiene, y que fueron muy cuidadosos al respecto, pues el mismo documento declara explícitamente que no lo tiene (ver siguiente punto)".
En este sentido, personal de la citada empresa recomienda al Conacyt que "en la página 4 (de la encuesta de la AMC), en el apartado 'protocolo de investigación', se declara de manera clara y sin ambigüedades que 'debido a que este ejercicio fue una encuesta de autorrespuesta y no está basado en una muestra probabilística, en estricto sentido no se pueden hacer inferencias estadísticamente válidas de la opinión del universo de los investigadores del SNI (Sistema Nacional de Investigadores). Los resultados tienen validez para el conjunto de los investigadores que respondieron a la encuesta'".
Recomienda al Conacyt que "ante cualquier cuestionamiento que señale que 'lo medido difiere de la opinión del universo de interés' (SIN, sic), siempre podrán contestar que su informe nunca declaró lo contrario, pues de inicio establecieron por escrito las limitaciones del ejercicio".
En el inciso E se dice al organismo que "ante cuestionamientos que señalen que las opiniones reportadas difieren de la 'realidad', siempre podrán contestar que nunca intentaron medir 'la realidad', y que sólo reportan percepciones de los 4 mil 262 entrevistados. (Más allá de revertir de dónde obtiene Conacyt esa observación de 'la realidad' y abrir un nuevo frente de discusión).
Otras de las sugerencias son que "ante cuestionamientos técnicos centrados en la 'no representatividad' de los que sí contestaron, podrán responder lo mismo que en los puntos anteriores, pero agregando que a pesar de ello el cotejo de la composición/distribución de los informantes respecto a distintas características sociodemográficas es asombrosamente cercana a la del universo del SNI, sin que con ello arguyan la tal representatividad.
"Ante posibles errores aritméticos o inconsistencias de cifras propias del documento (mismo concepto con cifras divergentes en lugares distintos del documento), podrán dar las gracias por el señalamiento y proceder a corregirlas".
Por otro lado, durante una reunión entre directivos del Conacyt y miembros de la comunidad científica, el director adjunto de Información, Sistematización y Normatividad del organismo, Gildardo Villalobos, reveló, sin dar a conocer el nombre de la empresa, que "nosotros consultamos a un experto independiente, un despacho, para que nos comentara sobre la metodología y la forma en que se estaba haciendo la encuesta. Me dice, se los leo textualmente: 'No vale la pena responder porque es elevar el estatus de un documento a un valor que no tiene; porque ellos mismos dijeron que no era una encuesta válida, y que no tenía, por tanto, soporte o validez para hacer inferencias". Después, se negó a dar más detalles.
Por su parte, el director del Conacyt, Jaime Parada, interpretó la percepción negativa de más de 4 mil investigadores sobre la gestión del organismo "como una llamada de atención para que el Congreso" redimensione el valor de la ciencia y la tecnología, con el propósito de hacer realidad lo establecido en la norma de llegar a uno por ciento de inversión del producto interno bruto (PIB) en la materia. Al cuestionarle si validaba los resultados de la citada encuesta dijo: "no tengo los elementos de información. Hasta que nos sean suministrados podremos dar una opinión calificada". A lo anterior, el director adjunto de Ciencia, Inocencio Higuera, añadió que solicitarán a la AMC la base de datos que utilizó para elaborar esta encuesta.
Jaime Parada también respondió que "no es dividiendo" como se va a conseguir que a esta importante causa le otorguen más recursos. No es con la "descalificación" como se van a lograr avances sino con propuestas creativas. Más tarde, en entrevista, expresó que estos tiempos "políticos difíciles" siempre invitan a la controversia. Y enfatizó: "No ensuciemos la causa de la ciencia y la tecnología con el color de ningún partido, y que realmente sea una causa de unidad y de propuesta, porque así lo demanda el país".
La directora general del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional, Rosalinda Contreras, en referencia al sondeo de la AMC, afirmó que no es en la confrontación como vamos a solucionar los problemas. "Es mediante alianzas y no con ideas que no llevan a nada".
A pregunta expresa de una reportera, Contreras, quien compitió por la dirección del Cinvestav con el presidente de la AMC, Octavio Paredes, dijo que a éste último, como investigador del Cinvestav, se le ha pedido que solicite un año sabático para "cumplir con sus funciones" en la academia, porque de lo contrario, "está en forma irregular" en dicho centro.