Hasta 20 años de cárcel a transportados ilegalmente, dice
Aumenta la xenofobia en Arizona: Sadot Sánchez
Diputados llevarían casos a tribunales internacionales, afirma
La persecución y en general el clima antinmigrante y xenofóbico se ha incrementado y endurecido en Arizona, con la aprobación de leyes que quitan beneficios sociales a los trabajadores mexicanos y permitirán condenar con entre cinco y 20 años de cárcel a todos aquellos que sean transportados de manera ilegal por ese territorio estadunidense, denunció el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Sadot Sánchez Carreño.
El legislador, quien encabeza una delegación plural de senadores en gira de trabajo por Arizona, dijo que se han comprometido con las organizaciones de migrantes mexicanos a llevar incluso el caso ante tribunales internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), toda vez que las nuevas leyes aprobadas en ese estado atentan contra las garantías fundamentales de quienes contribuyen con su trabajo a crear la riqueza en Estados Unidos.
Entrevistado vía telefónica, Sánchez Carreño precisó que entre las leyes aprobadas por el Congreso de Arizona en las semanas recientes está una que limita los recursos que reciben los centros jornaleros, especie de bolsas de trabajo que permiten asegurar un salario adecuado a los migrantes que laboran en el campo.
"Hay otra ley de mayores repercusiones y así se lo planteamos al alcalde de Phoenix, Phil Gordon, con quien nos reunimos ayer, ya que castiga con penas de entre cinco y 20 años de cárcel a quien transporte trabajadores indocumentados por el territorio de Arizona, pero también a estos últimos."
Es muy grave, agregó, que se pretenda encarcelar a quienes en todo caso son víctimas del tráfico de personas.
Temor e indignación
"Hay además un clima de temor y de indignación por la convocatoria que giró la gobernadora de ese estado, Janet Napolitano, a una cumbre de jefes de policía para el próximo 12 de julio, con el propósito de acordar que los cuerpos policiacos locales puedan asumir funciones de control migratorio y detener a los indocumentados, para deportarlos.
Ambas preocupaciones, explicó, las discutieron con el alcalde Gordon, con legisladores republicanos, con el caucus latino y con líderes comunitarios. Los primeros respondieron, detalló, que en el caso de la promulgación de leyes nada pueden hacer, porque están aprobadas.
Escucharon, sin embargo, tanto a Sánchez Carreño como a los senadores Mariano González Zarur, del PRI, al panista Jesús Galván y al perredista Rutilio Escandón recalcar que los migrantes mexicanos no son delincuentes, sino trabajadores capaces de laborar en los campos de Arizona con temperaturas superiores a 43 grados centígrados -como la sufrida ayer- y que, por tanto, merecen respeto a sus garantías individuales.
Sánchez Carreño precisó que el alcalde de Phoenix les dijo que un gran número de jefes policiacos de Arizona han manifestado abiertamente su inconformidad con la propuesta de la gobernadora Napolitano, para que colaboren con el Buró de Migración en la captura de migrantes indocumentados.
En su opinión, la gobernadora adoptó esa actitud, pese a que antes vetó una ley de los republicanos en ese mismo sentido, porque está en pleno proceso electoral y pretende relegise. El legislador confió en que no va a pasar tal medida, ya que además de la oposición de la propia policía local de Arizona, movimientos muy ligados a la Iglesia y otras organizaciones se oponen, por considerar que se descuidaría la prevención de la delincuencia, ya que los elementos de seguridad interna esta-rían ocupados en perseguir migrantes.
Por lo que se refiere a las leyes antimigrantes, dijo que ofrecieron a las organizaciones de mexicanos que laboran en Arizona -con quienes se reunieron tanto en Phoenix como en Tucson- que harán un estudio de las mismas para someterlas a la opinión consultiva de la CIDH, dado que vulneran los derechos humanos de quienes "no vienen a Estados Unidos a quebrantar el marco legal, sino a sumarse a la creación de la riqueza nacional.
Sánchez Carreño insistió: "En Tucson estuvimos ayer a 43 grados centígrados, y cuando se piensa que nuestros paisanos trabajan en los campos e invernaderos con temperaturas aun superiores, no hay otra conclusión de que su actitud es de fortaleza y de entrega, con lo que han contribuido al gran desarrollo económico de Arizona. Así que no pueden ser tratados como criminales", destacó.