Investigadores de la UAM lamentan la falta de autocrítica de la directiva de la dependencia
Los científicos no queremos guerra con Conacyt, dice Octavio Paredes
Ofrece a la institución y al gobierno analizar juntos los resultados del controvertido sondeo
"Desmentir opiniones que señalen obstáculos que no se han querido superar", táctica oficial
Ampliar la imagen Investigadores afirman que privilegiar el conocimiento cient�co permitir�mejorar la calidad de vida de la poblaci�OTO Viviana Toranzo Foto: Viviana Toranzo
La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) lamentó ayer "la ofensiva" del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para descalificar la encuesta en que cerca de 4 mil 250 científicos y tecnólogos reprobaron la actuación del consejo.
Octavio Paredes López, presidente de la AMC, advirtió que si la opinión de "la crema y nata" de los científicos no cuenta, entonces las estadísticas no servirían para nada, y reveló que en la encuesta, presentada el pasado 29 de junio, participaron expertos del Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat) -ubicado en Guanajuato y dependiente del Conacyt-, como Víctor Pérez Abreu y Adolfo Sánchez Valenzuela.
Habló sobre los comentarios de Rosalinda Contreras Teurel, directora general del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav-IPN) en su contra, y dijo que se trata de "una lamentable opinión, porque estoy trabajando a tope en la preparación de jóvenes". Advirtió al Conacyt: "no queremos guerra. Sólo que los científicos estamos preocupados, y no sabemos agachar la cabeza".
"Un valor que no tiene"
El pasado jueves, el Conacyt anunció que, a petición propia, la consultora Berumen y Asociados le entregó recomendaciones sobre cómo reaccionar ante la encuesta científica de la AMC, y sugirió, por ejemplo, que "no vale la pena responder", porque se le daría al documento "un valor que no tiene". El director del consejo, Jaime Parada, señaló en esa ocasión que "no es dividiendo" o "con descalificaciones" la forma para conseguir más recursos para el sector.
Por su parte, Contreras Teurel, presente en la reunión, señaló que Paredes López, como investigador del Cinvestav en Irapuato, debe solicitar "un año sabático" para "cumplir con sus funciones" en la AMC porque, de lo contrario, "está en forma irregular" en dicho centro.
Paredes López se tomó su tiempo ayer para responder a los cuestionamientos. En conversación telefónica desde Irapuato -"aquí estoy, trabajando"-, subrayó que la encuesta incluye la opinión de 40 por ciento de "la crema y nata" de los científicos del país; que en su diseño contribuyeron Víctor Pérez Abreu, e investigadores del Instituto de Matemáticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del IPN. Incluso participó en ella uno de los matemáticos más reconocidos del país, Adolfo Sánchez Valenzuela, del Cimat, quien se encuentra en el nivel tres del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
"Es muy importante que el Conacyt escuche y no descalifique. Nosotros no estamos buscando la confrontación, y somos los primeros en estar de acuerdo en buscar un acuerdo nacional para el desarrollo de la ciencia y la tecnología", expresó Paredes López. "Incluso nos hemos reunido ya con PRI y PAN, y pronto lo haremos con el PRD, a fin de sensibilizar a los actores políticos sobre el tema."
Insistió en que la academia no está buscando la confrontación al levantar encuestas que a la postre resultan desfavorables al gobierno federal y los responsables del área, que reflejan errores "que vale la pena reflexionar sobre sus soluciones, y lo tenemos que hacer entre todos". Subrayó que para la AMC el problema no sólo es de crisis económica porque, explicó, "se han triplicado los recursos para Conacyt en lo que va del sexenio, pero no los recursos para la innovación científica. Nos gustaría saber a dónde van esos recursos, y reflexionar junto con científicos y tecnólogos sobre los cambios necesarios para lograr en conjunto resultados positivos".
Adelantó que la academia podría elaborar otra encuesta, "y si es necesario la vamos a hacer", sobre los científicos mexicanos que no pertenecen al SNI, porque, añadió, "allí hay una enorme inconformidad", y no fueron incluidos en la encuesta presentada a finales del mes pasado "para no contaminar los resultados".
"Suplicamos al Conacyt que tome en consideración los resultados de la encuesta, así como las sugerencias y preocupaciones que la academia ha venido planteando", añadió. "Proponemos la creación de un grupo plural de reflexión con el Conacyt y representantes del gobierno federal, no para confrontarnos, sino para un análisis serio de dónde estamos y a dónde queremos ir."
LAURA POY SOLANO
Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) afirmaron que la falta de capacidad "autocrítica" de quienes encabezan el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) al pretender "maquillar" una evaluación respaldada por miles de científicos e investigadores, no resolverá problemas urgentes, como la falta de recursos económicos y la aplicación de una política de Estado orientada a la consolidación del conocimiento científico y tecnológico.
Señalaron que la "táctica" del gobierno federal ante los escasos resultados en la formación académica y científica de las nuevas generaciones, el bajo nivel educativo y las condiciones de "sobrevivencia" que enfrentan miles de científicos para desarrollar sus investigaciones, se reduce a "desmentir cualquier crítica fundada que señale los obstáculos económicos y políticos que no se han querido superar".
Gustavo Leal Fernández, de la UAM-Xochimilco y colaborador de La Jornada, afirmó que la evaluación difundida por la Academia Mexicana de Ciencias en torno a la labor del Conacyt en la actual administración "merece la solidaridad de la comunidad académica y científica al demostrar que el gobierno del presidente Vicente Fox sólo maquilló los problemas de la investigación universitaria, sin generar alternativas de solución".
Las políticas del gobierno foxista, aseguró, se limitaron a proponer "minúsculas bolsas de dinero a cambio de burocratizar el trabajo científico", sin crear las condiciones para alentar la divulgación del conocimiento en la sociedad, al caer en la lógica del viejo régimen y asumir que el gobierno es quien paga a los investigadores de alto nivel y puede establecer prioridades y metas, sin considerar que son los ciudadanos "a quienes debemos el primer compromiso de la ciencia y la tecnología a fin de buscar un mejor bienestar para todos".
Por separado, Carlos Rozo Bernal, de la UAM-Xochimilco, destacó que es "preocupante" que ante los bajos niveles educativos de la mayoría de la población y los "escasos" apoyos al desarrollo científico del país se asuman actitudes "poco críticas" con las que se establece que el gobierno federal apuesta por una visión más tecnológica que científica en el campo del conocimiento, sin considerar que son los investigadores quienes tienen los mejores elementos para señalar errores y alternativas en las políticas que se aplican en la materia.
Es evidente, agregó, que las principales instituciones públicas responsables de orientar el desarrollo de una política científica sólida en México, privilegian la tecnología por encima del conocimiento científico, lo que no sólo es lamentable, sino erróneo, pues si bien es importante impulsar la generación de mejores conocimientos tecnológicos, la ciencia no puede ser marginada al ofrecer importantes avances que permiten que la mayoría de la población acceda a una mejor calidad de vida.