Alerta roja en el DF por los asentamientos irregulares
Se ubican en barrancas, cerros y lechos de ríos; lluvias e inundaciones agudizan el problema
Ampliar la imagen Los habitantes de Santa Mar�Aztahuac� delegaci�ztapalapa, han colocado barreras de protecci� elevado accesos a sus domicilios ante los riesgos de inundaciones FOTO Roberto Garc�Ortiz Foto: Roberto Garc�Ortiz
Los asentamientos humanos en cerros, cauces ribereños y barrancas han puesto en peligro zonas urbanas del Distrito Federal. De 112 puntos de riesgo por inundaciones que identificó el gobierno de la ciudad, 27 son críticos y varios son lechos de desagüe, donde viven familias de manera irregular.
Cifras oficiales revelan que hay 199 asentamientos irregulares de alto riesgo en la capital, localizados en barrancas, lechos de ríos y laderas de cerros, en los cuales habitan 28 mil 176 personas, lo que ha puesto en alerta roja a autoridades en esta temporada de lluvias.
En la delegación Iztapalapa ya se dieron los primeros reportes de inundaciones. Habitantes de la colonia Santa María Aztahuacán manifestaron que el pasado jueves brotaron aguas negras de las coladeras y el anegamiento alcanzó 40 centímetros de altura.
El problema tiene más de 15 años, indica Dolores Zamora, habitante del lugar, quien manifiesta que con el poblamiento de los cerros Palmitas, Xalpa y Santiago la situación se complicó. La entrevistada, quien vive en Cerrada de San Miguel, considera que el problema se debe a la insuficiencia de drenaje: "La conexión de la red subterránea no alcanza para toda el agua que desechan; cuando intentaron ampliar el proyecto se suspendió por la oposición vecinal".
Las inundaciones cambiaron la infraestructura de las construcciones. En cada vivienda de la colonia hay barreras de protección para evitar que el agua entre a los inmuebles. En las alcantarillas se levantaron topes de cemento para bloquear el paso del agua del drenaje.
Las familias del pueblo de Santa María Aztahuacán construyeron a nivel de calle sus hogares y ahora hay muros de protección en las entradas de los domicilios. Otros residentes optaron por la fabricación de compuertas de metal, las cuales rebasan el metro y medio. Cada año los pobladores aumentan la altura de esas barreras.
Marcela Torres narró que el pueblo de Santa María Aztahuacán tiene muchos años de fundado, pero nunca imaginaron que las inundaciones serían un problema: "Los asentamientos afectaron toda la zona y ahora somos nosotros quienes padecemos el crecimiento irregular de la ciudad".
En las zonas altas también hay peligro. Constanza Vázquez, quien vive en la calle de Bellotas, de la colonia Palmitas, recordó que las lluvias derrumbaron parte de los cerros e inclusive tiraron viviendas. "Hace dos años fue la casa de doña Juana, quien se tuvo que mudar, sólo entonces se construyó un muro de contención y un pozo.''
Aunque el riesgo persiste, agregó, los terrenos se siguen comercializando. Actualmente las familias están asentadas sobre taludes, muy por arriba de los muros de contención, con peligro de derrumbes.
En la delegación Alvaro Obregón también hay zonas peligrosas, ya que existen siete barrancas, 19 subarrancas y 13 presas o vasos reguladores donde se han asentado familias. Las autoridades de esta demarcación han registrado 23 sitios de alto riesgo en los que viven 535 familias, alrededor de 2 mil 500 personas.
Genaro Anita Gutiérrez, director de Protección Civil y Zonas de Alto Riesgo de la jurisdicción, señaló que en Loma Nueva y Libertadores de 1857 las familias construyeron en zonas de relleno y en las laderas de los lechos de ríos. En los predios, ubicados en avenida Centenario y calle Loma Nueva el primero, y el segundo en Río Tacubaya, se pueden observar 127 viviendas fabricadas con láminas de asbesto.
Ante la temporada de lluvias, los moradores tomaron previsiones y reforzaron las láminas con cemento y colocaron una capa hasta donde calculan que puede subir el agua. En los asentamientos irregulares cada año se vive en el desasosiego ante el riesgo de se desborden las presas, que la corriente de los ríos suba y los cerros se desgajen, pero sus habitantes se resisten a reubicarse.
Estas familias, explica Anita Gutiérrez, llegaron como compradoras de buena fe y fueron engañadas por líderes vivales, que no les advirtieron de los riesgos de vivir en las barrancas. La negativa a abandonar estos sitios, señaló, se debe a que "la gente ya perdió la confianza; cuando les hablas de créditos para vivienda las personas ya no creen".
El funcionario, agregó que de los 42 asentamientos irregulares en la delegación, 70 por ciento ya afecta algunas zonas urbanas aledañas, principalmente, dijo por la insuficiencia en el drenaje.
Indicó que las quejas recibidas por dichos daños provienen de las colonias Alpes, Las Aguilas, Minas de Cristo y El Queso, donde las familias han reportado inundaciones por aguas negras.
Asimismo, agregó que año con año llegan los reportes de Barrio Norte, Lomas de Becerra, El Pocito, Lomas de la Era, la Conchita, La Mexicana y Olivar del Conde, entre otras colonias. Por su parte, la delegación informó que realiza verificaciones constantes para evaluar la situación de las zonas de riesgo y evitar así incidentes que lamentar.
En Gustavo A. Madero, en la zona de Cuautepec Barrio Alto, los habitantes ya han padecido severas inundaciones. Las autoridades de la delegación Gustavo A. Madero reportan puntos graves ubicados en las laderas del Río Maximalaco, el Cerro de Chiquihuite, Sierra de Guadalupe, Cerro Cabeza de Aguila, Cabo y Buena Esperanza, donde habitan 9 mil personas que están en riesgo constante.