Experta de la UNAM
La publicidad degrada a la mujer
La publicidad provoca un efecto distorsionado de las relaciones entre géneros, al colocar a la mujer en posición de vulnerabilidad ante el hombre. Esta es utilizada para atraer, lo que refuerza valores de discriminación, subordinación y alteración de los valores. Así, la publicidad en la que aparecen mujeres es cada vez mayor, difundiendo esos esquemas de dominación y género, advirtió Cleotilde Hernández Garnica, investigadora de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Un porcentaje muy alto de los anuncios en los medios de información presenta a la mujer como elemento meramente decorativo: no realiza trabajos remunerados y está dedicada al hogar, mientras el varón adopta un rol protagónico. Una de las tipologías que más destacan en dichos contenidos es la agresión, con el hombre en posición de poder, quien impone a su contraparte, una mujer que acepta con docilidad.
Otra es la dependencia angustiosa, en la que la mujer no puede responder a las expectativas de su pareja respecto de cierto comportamiento generado por el producto que presentan; es decir, explicó la investigadora, si ésta no usa determinado artículo, piensa que no será aceptada, lo cual genera una situación de rechazo, falta de aceptación y competencia, más que de colaboración entre las mujeres. Lo anterior, añadió, produce actitudes sociales que dificultan la solidaridad.
El efecto de estos mensajes no es de exclusiva representación social de lo observado, sino la creación de una ilusión convincente acerca de la realidad. No copia, sino refleja; no reproduce las cosas como ocurren, y quienes los elaboran, los estructuran de tal forma que a los ojos de las personas parezca convincente y que en realidad así es.