De dos filmes sobre el emblemático periodista, uno se estrenará en septiembre

Truman Capote vuelve a estar de moda en cines y librerías de Estados Unidos

Los largometrajes Capote y Have you heard?, nuevos acercamientos al escritor

EFE

San Francisco, Cal., 14 de julio. Cuando corren tiempos difíciles para los periodistas estadunidenses, la figura de uno de los más emblemáticos, Truman Capote (1924-1984), autor de A sangre fría, vuelve a estar de moda en el cine y las librerías del país.

Capote, el escritor que se pasó la vida en busca de la fama y que hacía gala de su colección de amistades notables -desde Jackeline Kennedy, con quien iba de compras y la ayudaba a llevar las bolsas con toneladas de ropa, hasta la diseñadora Gloria Vanderbilt o la editora de The Washington Post, Katherine Graham- no cabría en sí mismo ante tanto protagonismo.

Aunque su obra maestra, A sangre fría, nunca ha dejado de estar en el candelero y continúa como lectura obligada en las aulas de periodismo de medio mundo, lo cierto es que últimamente su nombre resuena con más fuerza.

Prueba de ello son dos filmes centrados en la figura de Capote, nacido en Nueva Orléans en 1924.

La primera película, que se estrenará el 30 de septiembre -fecha que coincide con el cumpleaños del escritor- se titula Capote. Protagonizada por Philip Seymour Hoffman, la cinta se basa en la biografía del mismo título, de Gerald Clarke.

El segundo filme, cuyo estreno está previsto para el otoño de 2006, es Have you heard? (algo así como ¿Te has enterado?), cuenta, entre otros, con Sandra Bullock, Gwyneth Paltrow y Sigourney Weaver, y el argumento se apoya en las entrevistas publicadas por George Plimpton en su libro sobre Capote, quien falleció antes de cumplir 60 años.

Cuestionable metodología

Las dos películas giran en torno del proceso de recopilación de datos y la escritura de A sangre fría, así como las motivaciones y la metodología que Capote, entonces un novelista abiertamente homosexual, utilizó para narrar la historia de los asesinatos, en 1959, de los cuatro integrantes de una familia de pudientes granjeros en Holcomb, estado de Kansas.

No obstante que con su cuestionable metodología -y éxito- Capote ofendió a no pocos, el libro sentó las bases de un nuevo periodismo que se sustenta en la cercanía con el sujeto, en la capacidad para transmitir al lector lo que éste siente y piensa.

En el caso de A sangre fría, Capote logró un acercamiento que rayaba en la amistad con los dos homicidas, y logró manipularlos, sobre todo a uno de ellos, Perry Smith, por lo que no dudó en contar mentiras para obtener la verdad.

Entre los deudores de este estilo se encuentran, por citar algunos, Norman Mailer, Bob Woodward y Tom Wolfe, quien llevó el género a nuevas dimensiones con La hoguera de las vanidades.

'''La mayoría de la gente que teclea cualquier cosa hoy día le debe algo a Capote'', escribe el periodista David Carr en el diario The New York Times.