Por lealtad me hubiera ido cuando Burillo salió de la federación, asegura el Vasco
Es complejo dirigir a la selección nacional y hay muchos intereses: Aguirre
Estoy orgulloso de pertenecer al grupo de técnicos con trabajo en España, indica
Ampliar la imagen Javier Aguirre planea el futuro a corto plazo y le funciona FOTO Jos�ntonio L� Foto: Jos�ntonio L�
"Si yo hubiera aceptado continuar con la selección, si hubiera seguido en el momento en que (Alejandro) Burillo se fue, por lealtad me hubiera ido con él, ¡seguro!", indicó Javier Aguirre, técnico del Osasuna, quien admitió que no quiso permanecer al frente del Tri luego del Mundial Corea del Sur-Japón 2002, "porque veo que es complejo dirigir a la selección y hay muchos intereses".
En entrevista con La Jornada durante su reciente estadía en México, El Vasco Aguirre hizo una ferviente defensa de Salvador Carmona y Aarón Galindo, jugadores del Cruz Azul suspendidos un año acusados de dopaje, y habló de su ilusión, la expectativa por vivir su mejor año con el Osasuna de Pamplona, ahora que ganó su inclusión en la Copa UEFA.
-Tengo la impresión de que te fuiste del representativo mexicano por algo que no te gustó.
-Me voy porque veo que es complejo dirigir a la selección nacional. Veo que hay muchas disputas, sin duda. Pienso que el Tricolor es un producto muy apetecible y todos quieren participar de él. El apoyo al técnico a veces es total, y a veces no tanto.
Oferta coyuntural
"En ese momento, coyunturalmente se me ofrece ir a un lugar donde siempre había querido estar, donde fui jugador y no triunfé... Decidí irme porque de 1990 a 94 hubo tres estrategas en la selección; de 94 a 98 tres más, y de 98 a 2002 otros tres. Difícil trabajar así."
-Con ese antecedente, dijiste mejor no.
-Claro, claro. El contrato y la oferta para cuatro años estaban en la mesa, y frente a Alberto de la Torre y Alejandro Burillo la rechacé... Manolo (Lapuente) tuvo cuatro años firmados, de 98 a 2002, seguro se dijo 'ahora sí voy a trabajar con calma'; y lo echaron. Mejía Barón también firmó para el periodo 94-98, y lo echaron; entonces, ¿qué garantías puedes tener de que no vas a sufrir lo mismo?
-¿O quizá ya veías venir la salida de Burillo y te fuiste por lealtad?
-No. Tuve la oferta del Osasuna. El primer contacto fue Burillo, ni siquiera fui yo. Me llaman en la víspera de jugar contra Italia y lo más que atino a decir es que me esperen hasta que quedemos eliminados.
"Y así fue, apenas terminamos, yo llamé a España, aún existía el interés, colgué, y le dije a esta gente: me voy a España. No teníamos nada firmado... A los dos meses salió Alejandro.
"Lealtad sí le tengo a Burillo, será mi amigo siempre. Leal sí le soy. Si yo hubiera seguido en el momento en que se fue, me hubiera ido con él. Pero me fui antes, les agradecí la oferta y me fui.
"Muchos compañeros tuyos me decían que desde antes ya estaba arreglado con el Osasuna; no es cierto. Les exigí que me lo demostraran y nadie lo hizo."
-¿Cómo se ve el futbol mexicano desde tu perspectiva?
-Soy un convencido de que ha evolucionado en cancha y extracancha. Veo que los clubes invierten mucho en los jóvenes, en instalaciones, en la preparación de directivos.
"Muchos son ex futbolistas y eso da a la organización otra óptica, plasman ideas que tenían como jugadores. La selección está bien dirigida, bien trabajada y nos está dando satisfacciones. Por fin se ha logrado mantener un técnico más de dos años y eso es muy bueno. Así lo veo desde fuera.
Cuando se le sugiere que la prensa mexicana es más tibia, suave, que la argentina o española, Aguirre, con la memoria fresca, replica: "¡Tibios, nada!"
Inclusive identifica como una de las deficiencias de los técnicos su trato con los medios. "Son muy buenos estrategas y de repente los ves con el micrófono y dices ¡uta! ¡apágale cabrón! ¿O no es así?
"Eso en primera división, ¡ahora en selección nacional! ¿Cuál es el principal problema de Ricardo La Volpe en estos días, cuál?..." Y el Vasco se alza de hombros.
Un tono de indignación impregna su voz al abordar el caso Carmona-Galindo: "El tratamiento que se le dio fue absurdo, desgastante, complicado.
"Pudo resolverse de otra manera, sacar provecho de la experiencia y conceder a los jugadores el beneficio de la duda. Lo merecían por su trayectoria: Chava dos mundiales, y el otro también internacional y con gran proyección.
"Fue injusto tratarlos de esta manera y sacrificarlos rápidamente. Mira, en España hay un jugador del Atlético de Bilbao y cuando llegué, en julio de 2002, en la jornada uno de ese torneo dio positivo con Nandrolona. Hoy no lo han suspendido, sigue jugando. Ha habido análisis y contranálisis, debates, suspensiones cautelares. El ha reclamado ante la justicia ordinaria.
"Te quiero decir que van a llegar hasta el fondo. El doctor quiere demostrar que este chico tiene una producción extraordinaria de Nandrolona. Y aquí, rápido, en ocho, 15 días ¡pumba! ¡órale!, un año para afuera. Me sorprende la velocidad con que se castigó.
"Entró a hablar todo mundo y ¡pobres jugadores!, son vulnerables en su entorno, simplemente porque no supieron distinguir algo que les podía afectar". Y remata convencido: "Son cuates profesionales y había que ayudarlos."
Javier hace un balance positivo de su paso por el futbol español. "No me puedo quejar. Me ha ido como a cualquier profesional, con altibajos, cosas buenas y malas, un aprendizaje constante y me he adaptado. Estoy contento.
"El último año el equipo navegó en aguas más tranquilas. Con la final de la Copa del Rey la ida a la UEFA se consolidó y estaremos un año más en primera división, algo que la afición agradece.
"Formo parte de este grupo de entrenadores con trabajo en España, creo que tengo ya un lugar ahí y es algo valioso, porque hay seis o siete sin trabajo a pesar de haber ganado copas, liga, Champions, UEFA. Eso es motivo de orgullo. Además mi compadre Nacho (Ambriz) está siempre cuidándome las espaldas.
"Algunos me preguntan 'cómo en el mismo equipo, por qué no vas a otro'. No es fácil. Yo quisiera moverme, buscar otras cosas, pero no es nada fácil dirigir en España."
Aguirre está atareado. No suelta el celular, atiende una llamada, analiza el video de un jugador brasileño e intenta solucionar problemas domésticos. "Me llegaron cargos moratorios de un pago que no hice", explica. No sabe dónde vivirá dentro de dos años ni dónde trabajará.
"El futuro lo planeo a corto plazo, al año que viene. No me gusta comprometer al club ni comprometerme yo mismo. Casi siempre lo hago así, desde jugador: contratos cortos. Y funciona."