El último adiós rinde homenaje a esa cuarta vida a la que alude García Márquez

David Martín del Campo hace ''una revelación de secretos'' en su nuevo libro

Publicada por Punto de Lectura, la novela marca el rencuentro del autor con la casa donde vivió su juventud

Prepara radiografía sobre la vida en Acapulco de los años 60 a los 80

CARLOS PAUL

Como una novela de ''revelación de secretos'', define el escritor David Martín del Campo su más reciente texto narrativo, El libro del adiós, en el que a partir de la muerte de un padre de familia en un extraño accidente de carretera, una de sus hijas se convierte en la investigadora del ''lado oscuro'' del progenitor ausente.

En esa búsqueda que para ella serán días de ''venganza, exaltación e intriga'', se pondrán al descubierto los misterios de una vida de pasión en la que se mezclan ''situaciones aterradoras, asombrosas y algunas bienaventuradas''.

Mediante las voces de la madre y de las hijas, el autor retoma lo dicho alguna vez por Gabriel García Márquez, de que ''los hombres tenemos una vida pública, una privada, una íntima y una cuarta vida, la secreta. Así, esta novela de alguna manera rinde homenaje a esa cuarta vida''.

Generación entre cierta moral tradicional

Las protagonistas jóvenes, explica Martín del Campo, representan a una generación que se encuentra en medio de lo que fue una cierta moral tradicional de los años 60 y 70, posterior a los hippies, y lo que es la nueva moral de principios del siglo XXI.

''Es una generación que todo lo tiene dispuesto a la mitad, son y no son creyentes, están desencantados y descreen de la política, pero también son entusiastas, les toca vivir una sexualidad con visos de secrecía, pero también abierta.''

Editada por Punto de Lectura, la novela se fue gestando durante varios años. Su génesis fue un rencuentro con la casa donde Martín del Campo vivió de joven. ''La volví a visitar luego de más de ocho años. Ese regreso me disparó muchos recuerdos'', los cuales motivaron la creación de El libro del adiós.

Aquí, la muerte del padre, la cual tiene que ver con esa develación de secretos, permite hacer varias lecturas, explicó el autor.

''Una, que fue un accidente automovilístico en la carretera; otra, que fue un crimen político o una tercera, la más terrible, que fue un suicidio. El lector, conforme avanza la historia, percibirá que esas tres posibilidades están abiertas y son válidas.''

Para desentrañar lo ocurrido se encuentra un texto secreto escrito por el padre, que precisamente lo tituló El libro del adiós, el cual es descubierto por una de sus hijas.

Tragedia y humor juguetón

La novela, aunque refleja una tragedia, ''tiene cierto humor juguetón y la escribí -puntualiza Martín del Campo- apropiándome del cuerpo de una mujer, como si me pusiera un traje de polipropileno, que luego, claro, me quitaba''.

Lo que le dejó este texto narrativo, entre otras cosas, añade, ''es la satisfacción de que pude concretarlo, que logré inventar un narrador femenino verosímil y entrar en eso que se llama 'las atmósferas femeninas', pues supongo que sí existen las concepciones masculina y femenina de la vida.

''Aquí, por decirlo de alguna manera, me fui a jugar a la otra cancha; por supuesto, sustentado en investigaciones de diversa índole, preguntándole a mi mujer, a mis hijas, a mi señora madre, a mis amigas.''

En la actualidad David Martín del Campo, autor de más de 17 novelas, entre las que destacan Las rosas son las carreteras, Dama de noche, Alas de ángel y El año del fuego, trabaja en un texto ''que busca hacer una especie de radiografía de lo que fue la vida en Acapulco durante las décadas de los 60, 70 y 80'', ya que entre sus obsesiones, manifiesta, figuran la vida en el mar, los secretos de las personas y ser cazador de anécdotas.