MELON
El jazz en México
EN DIAS PASADOS tuve la oportunidad de ver a través de Canal Once un programa dedicado al jazz mexicano. Pero, me causó tremenda decepción porque, en vez de escuchar a los jazzistas interpretar esta expresión musical, lo que pude oír fue un buzón de quejas.
LEI UNA DEFINICION de Vitillo respecto del jazz en la que manifiesta que es un cuento de nunca acabar, escuché a Alain Derbez decir que los jazzistas de antaño iban a tocar con Lobo y Melón, o con la Sonora Santanera. En cuanto a esta agrupación no me consta, pero con nosotros sí hubo un gran acercamiento. Durante varios años, en diferentes lugares, compartimos escenario con esos notables músicos.
PERO, DEJEME, BONKO (sic), platicarle cómo me aficioné a escuchar jazz. En mi primera visita a Ciudad Juárez César Molina, para mí gran trompetista, me presentó este género de música por medio de sus discos y al acompañarlo a escuchar a músicos locales que cultivaban un estilo de moda llamado be-bop (pronúnciese bibap), estilo del que me enamoré al instante.
EN AQUEL LEJANO 1949 estaba causando furor un número llamado Lemon drop, interpretado por Gene Krupa, donde se hacía uso del scat, lo cual me cautivó. Eso me hizo, a la vez, asiduo visitante del cabaret Palacio Chino donde actuaba la orquesta de Roy Ramos, que contaba con Willie Guzmán en el piano, miembro de una de las dinastías de músicos que pude admirar en esa querida frontera.
WILLIE CANTABA CON el scat y eso endulzaba mis oídos, así como el sonido de la orquesta que, según mi opinión, era de aquellita ese. Contribuyó a mi afición al jazz conocer a otro miembro del clan Guzmán llamado Freddy, quien tocaba la trompeta y formó parte por algún tiempo de mi primer amor sonero, Los Guajiros del Caribe, mientras permanecimos en Juaritos.
LO BAUTICE COMO El Memelas porque usaba unos zapatos parecidos a ese antojito muy nuestro. Al mudarse a nuestra capital a Freddy le cambiaron el mote por Güero Balín, pero puedo decir que tocaba "en titi". Asimismo conocí a la dinastía Contreras: Efrén que amenizaba con su orquesta a la clientela del Club Necaxa, a Fortino Tino Contreras y a Mario, al que se le conoce también como Cazuelas, quien hizo grabaciones con Luis González Pérez, sencillamente de antología.
CIUDAD JUAREZ FUE por muchos años plaza importante para soneros y jazzistas, siendo el Lobby Café lugar que supo de la calidad de muchos músicos nacionales y gabardinos, destacando Vitaminas y Max Cooper, que causaron sensación en ese lugar. Allí también dejaron muestra de su calidad Cuco Valtierra y Héctor Hallal El Arabe, así como muchos de los cuales no recuerdo sus nombres.
TAMBIEN EN ESA inolvidable ciudad en otra de mis visitas conocí y admiré a Juan Ravelo con su entrañable Cleto, que era nada más y nada menos que su sax barítono. Más tarde coincidimos en este DF de mis pecados. Antes de pasar a nombrar algunos lugares donde se cultivó el jazz, va mi recuerdo cariñoso para Luis Gazca y Macario Luviano, que tuvo por admirador a Stan Getz.
SI LA MEMORIA no me falla el primer sitio dedicado al jazz se llamó Eco, ubicado en Sullivan cerca del Monumento a la Madre. Otro lugar que destacó fue el Jazz Bar en los bajos del cabaret Astoria en la avenida Nuevo León. Y, qué decir del Semiramís en Florencia, y El Rúa 20, donde Richard Lemus hizo gran temporada con Pablito Jaimes.
DEBO DECIR QUE este lugar fue el "33" antes y después de ser El Rúa 20. Lo de Rúa 20 duró poco tiempo y, dicho sea de paso, los banqueros del Club Eta lo decoraron de manera elegante.
EN TERRAZZA CASINO Richard Lemus formó un combo que me obligó a permanecer en mi camerino durante mis descansos. Eran cinco saxos y una trompeta, todos estrellas: Juan Ravelo, El Arabe, La Negrita, Kennedy, el otro sax lamento no recordar su nombre, y Luis Gazca. A los demás del combo les ofrezco disculpas por no llegar sus nombres a mi memoria.
CON UN RECUERDO lleno de nostalgia para el Rigus, me pinto de colores reconociendo que falta mucho más.