Ordena el Congreso levantar el secreto fiscal, bancario y comercial de trasnacional
Lula, muy popular pese a los escándalos
Aprueba su gestión 54 por ciento de los brasileños; en óptima posición, para relegirse
Rio de Janeiro, 20 de julio. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, sigue manteniendo una envidiable popularidad a más de dos años y medio de su mandato con 54 por ciento de ciudadanos que aprueban su desempeño, a pesar de las recientes denuncias de corrupción que afectan a su Partido de los Trabajadores (PT).
De acuerdo con un sondeo de opinión efectuado entre el 14 y el 18 de este mes por el Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística, se mantiene "una estabilidad en la evaluación positiva" del gobierno y del presidente; en relación con junio, Lula sólo perdió un punto porcentual.
El sondeo también asienta que 53 por ciento confía en el mandatario contra 56 en junio. En ese lapso, quienes no confían en Lula subieron de 38 a 42 por ciento.
Si bien la encuesta estableció que casi la mitad del electorado todavía no sabe por quién votará en los comicios presidenciales de octubre de 2006, Lula se mantiene con ventaja en todos los escenarios propuestos.
De hecho, el presidente saca una gran ventaja a sus adversarios si se decide por la relección, ya que se ubica con 22 por ciento de las preferencias en su favor, seguido por José Serra con 6 por ciento y el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, con 2 por ciento, ambos del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña.
Así las cosas, el escándalo de corrupción que conmueve a Brasil se profundizó hoy cuando Delubio Soares, ex tesorero del PT, admitió ante el Congreso que manejó recursos financieros "no contabilizados" para deudas de campañas de su partido.
Agregó que pudo haberse equivocado, pero que sabría actuar con honra y dignidad para asumir sus responsabilidades.
Ante miembros de la Comisión Parlamentaria Investigadora (CPI), Soares aceptó haber creado una caja paralela que usó para financiar las campañas electorales, pero rechazó que hayan servido para sobornar a diputados o partidos, en cualquier remesa o mensualidades.
En ambiente tenso y protegido por un recurso de amparo que le permitió comparecer como sospechoso y no como testigo, que lo exime de responder a preguntas que lo puedan perjudicar, Soares explicó que los recursos se usaron entre 2003 y 2004.
El ex tesorero ya había reconocido ante el ejecutivo del PT haber obtenido 39 millones de reales (16.7 millones de dólares), producto de dos préstamos provenientes de cuentas del publicista Marcos Valerio, suma considerada por su partido el doble de lo que se creía inicialmente y que rechazó que la vaya a pagar al tacharla de ilegal y no oficial en la contabilidad del PT.
Sin embargo, la prensa dio a conocer hoy documentos entregados a la CPI, en los que se muestra que 46 personas -entre ellas allegados a diputados del PT- sacaron el equivalente de unos 10.4 millones de dólares entre 2003 y 2005 de las cuentas de Valerio, el publicista sospechoso de operar el esquema de corrupción.
En la recepción de cheques de tales cuentas, en el Banco Rural, figuran políticos del PT, asesores y familiares de diputados de esa organización gobernante. Asimismo, personas de dos formaciones aliadas en el Congreso, los partidos Liberal (derecha, del vicepresidente José Alencar) y Progresista (conservador, del presidente de la Cámara baja, Severino Cavalcanti).
El relator de la CPI, Osmar Serraglio, dijo que la comisión "está muy sorprendida por las informaciones obtenidas".
En ese contexto, comenzaron a venderse máscaras y monigotes de personajes envueltos en el escándalo de las irregularidades financieras del PT y sus aliados, muchos de ellos desconocidos hasta antes de las denuncias, que ampliará la galería de personajes en 2006 de la famosa fiesta callejera del carnaval de Río de Janeiro.
Hay máscaras del diputado derechista Roberto Jefferson, quien detonó la crisis y fue uno de los que recibió dinero, así como del ex líder petista José Genoino.
El fabricante español Armando Vales, quien encabeza el mercado de máscaras carnavalescas en Río de Janeiro, ya ha vendido más de mil 500 modelos de Jefferson.
Mientras, una comisión del Congreso ordenó levantar el secreto fiscal, bancario y telefónico de la multinacional de loterías Gtech, en el contexto de una investigación sobre el funcionamiento de las casas de bingos iniciada tras el escándalo de corrupción en ese caso en 2004.