NAVEGACIONES
El contenedor como arma de destrucción masiva
Bagdad, Texas, Irlanda
La intifada saharaui
LA MAÑANA DEL DOMINGO antepasado se desató en Bagdad una balacera entre miembros de la insurgencia y efectivos estadunidenses. Doce albañiles que trabajaban en el sitio quedaron atrapados en el fuego cruzado, y uno, que resultó herido, fue trasladado por sus compañeros al hospital de Ameriya. Allí un delator anónimo los tomó por combatientes de la resistencia y dio el soplo a la policía local, la cual los arrestó de inmediato y procedió a torturarlos. Luego, alrededor del mediodía, los agentes introdujeron a los sospechosos a un contenedor metálico y los dejaron en él 14 horas. Cuando los sacaron, nueve de los prisioneros habían muerto, hor-neados por el calor veraniego -50 grados centígrados- y los tres restantes estaban en condición crítica. Uno más murió en un hospital del centro de Bagdad y los dos sobrevivientes permanecieron bajo custodia militar para impedir que la prensa los entrevistara.
A MEDIADOS DE mayo de 2003, 19 inmigrantes mexicanos murieron asfixiados o deshidratados en la caja de un tráiler que fue abandonado por traficantes de seres humanos en la localidad de Victoria, Texas. Lo que más me impresionó de la noticia es que entre los cadáveres se halló el de un padre abrazado al de su hijo de seis años, y en ese momento me pareció que aquello era un ejemplo de, parafraseando a Quevedo, paternidad constante más allá de la muerte. En diciembre de 2001, en el sureste de Irlanda, la policía local halló a 13 inmigrantes turcos en el contenedor de un camión que transportaba equipo de oficina. Ocho de ellos, cinco adultos y tres niños, estaban muertos. Los demás hubieron de ser trasladados a una unidad de cuidados intensivos. La carga del vehículo había sido despachada en Milán; el camión cruzó el territorio alemán, llegó a Zeebrugge, en Bélgica, y de allí fue embarcado al puerto irlandés de Waterford, adonde llegó un jueves por la mañana. En junio del año anterior, en Dover, Gran Bretaña, las autoridades descubrieron los cadáveres de 58 inmigrantes chinos muertos de asfixia en la caja de un camión.
NO HAY MEJORES emblemas de la globalización comercial contemporánea que las inmensos cajones y remolques metálicos que se apilan o se alinean por miles en Veracruz, en Hong Kong o en Nueva York. Hay muchos más ejemplos que los aquí consignados de muertes colectivas en su interior oscuro. A semejanza de esos contenedores, transportes y empaques, el mundo trasnacional contemporáneo está diseñado para las mercancías masificadas e impersonales, no para seres humanos, y el ataúd de la convivencia entre los pueblos es un contenedor.
http://news.bbc.co.uk/1/hi/world/middle_east/4672433.stm
http://www.jornada.unam.mx/2005/jul05/050712/027n1mun.php
http://www.panactual.com/noticias_detalles.asp?noti_code=27671
http://www.radional.gob.pa/portal/noticia.aspx?PaginaAnterior=Inicio.Aspx&NoticiaID=27309
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_3029000/3029205.stm
http://www.jornada.unam.mx/2003/may03/030520/028a1mun.php?origen=opinion.php&fly=1
http://www.jornada.unam.mx/2005/mar05/050324/004n1pol.php
http://www.poesia-inter.net/fq48078.htm
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/news/newsid_1699000/1699744.stm
COMO MUESTRA EL caso de los infortunados albañiles (el término español es de origen árabe; ¿alguien podría decirme cómo se llama ese oficio en árabe?) de Bagdad, los contenedores no sólo fungen como instrumentos de muerte accidental o dolosa, sino también como aparatos de tortura. Amnistía Internacional relata en estos términos un episodio del Irak actual: "Abdallah Shamran estuvo detenido cuatro días, con los ojos vendados, y después lo llevaron a un hospital de campaña de Umm Qasr, donde recibió tratamiento durante tres días. Luego lo interrogaron y lo pusieron en libertad, y tuvo que dormir en la calle durante ocho días, sin dinero y sin su pasaporte. Habló con un soldado británico sobre su pasaporte y lo llevaron a otro centro de detención. Luego lo subieron a un camión junto con otros dos detenidos, y lo trasladaron a un hospital militar, donde lo interrogaron y torturaron de nuevo. Abdallah Shamran declaró a los delegados de Amnistía Internacional que lo entrevistaron: [El soldado inglés] 'me clavó el bolígrafo que tenía en la mano en el hombro derecho. La cicatriz está aún reciente y visible [...] Me ataron las manos a la espalda y me dejaron al sol desde el mediodía hasta primera hora de la noche. Luego me llevaron a un contenedor y me encerraron dentro. A la mañana siguiente me pusieron al sol hasta las 10 de la mañana aproximadamente.' Abdallah [...] dijo que mientras estaba en el hospital lo había interrogado un oficial británico que lo acusó de pertenecer a los fedayines de Saddam Hussein y lo amenazó con ejecutarlo."
http://web.amnesty.org/library/index/eslMDE141572003?open&of=esl-IRQ
http://web.amnesty.org/pages/stoptorture-index-eng
APARTE DE LOS SIRVIENTES iraquíes de Estados Unidos, Marruecos, otro gran socio árabe de Occidente, también tortura. Y cuando en el otro lado del Estrecho de Gibraltar atormentan a alguien para que abra la boca, los gobiernos europeos la cierran. Así ocurrió a principios de la semana pasada en El Aaiún, capital ocupada de la República Arabe Saharaui Democrática, donde los esbirros de Marruecos recapturaron al independentista Hamad Hamad en la sede de la representación oficial española en la ciudad. Se repite la historia: en 1991 Hamad pidió asilo en la embajada de España en Rabat, pero fue entregado por los diplomáticos peninsulares a la policía marroquí. En esta ocasión el activista, quien ha sido torturado en cada una de sus múltiples detenciones, también fue puesto en manos de sus verdugos. Ahora, al ingresar a la oficina española, Hamad exigía una investigación independiente sobre los excesos represivos cometidos por el régimen del rey Mohammed VI en los meses recientes para combatir lo que se ha denominado la intifada saharaui: detenciones injustificadas, torturas, lesiones y procesos judiciales fraudulentos contra centenares de jóvenes que se manifiestan para exigir la salida de su patria de las tropas marroquíes y el fin de la ocupación.
EL MARTES ANTEPASADO un tribunal de El Aaiún condenó a una docena de muchachos saharauis a penas de entre dos y ocho años de cárcel por el "delito" de participar en marchas independentistas. En una respuesta política impecable y demoledora, el Frente Polisario -organización que representa al pueblo saharaui y su causa nacional- decretó la liberación inmediata de los poco más de 400 prisioneros marroquíes que tiene en su poder. Mientras estas cosas acontecen en sus antiguos dominios, irresponsablemente abandonados al pillaje por el Estado español, sus reales majestades borbonas se pasean muy orondas del brazo del reyezuelo marroquí.
http://www.jornada.unam.mx/2005/jul05/050712/028n2mun.php
http://www.elmundo.es/elmundo/2005/07/12/internacional/1121200490.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2005/07/12/espana/1121164496.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2005/07/13/internacional/1121288878.html
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_3541000/3541867.stm
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/news/newsid_2569000/2569027.stm
http://saharaoccidental.blogspot.com/
http://www.arso.org//index.htm
http://www.btinternet.com/~donald.macdonald/saharawi.htm
http://www.stalker.es/empresas/smara/index.html
LES VA A USTEDES. Tomás di Bella nos cuenta que el 11 de julio la PGR detuvo durante 40 horas a un individuo en Mexicali simplemente porque se llama Javier Arellano, pero que no es el célebre capo homónimo. "Quizás, sin exageraciones alarmistas, Orwell tenía algo de razón, aunque se quedó corto: Big Brother no sólo es el ojo que en todo está y todo lo ve, sino que además es miope", comenta Tomás. De seguir así las cosas, tal vez llegue el tiempo en que los ciudadanos honestos no puedan salir a la calle sin portar su prueba de ADN.
A PROPOSITO DE las dimensiones de los penes, Germán Estrada me envió una colección de fotos de falos desmesurados y, a mi juicio, surgidos no de Natura, sino del Photoshop o de los efectos especiales. Nuestro lector piensa que "a veces la pornografía nos permite aprender un poco más sobre el cuerpo humano, información que de otra manera casi nunca obtendríamos". Disiento, estimado Germán: me parece que fotos como las que me envió son más falsas que un cuerno de unicornio y que en ocasiones la porno más bien distorsiona la anatomía humana. James Wessman señala, con toda la razón del mundo, que los directores de The Man Who Wasn't There (y de Blood Simple, y de Fargo, y de muchas otras, espléndidas) se apellidan Coen y no Cohen, como escribió este burro la semana pasada. En esa misma columna me empeñé, por payaso y mamila, en poner la letra que en el alfabeto griego designa al número Pi, en vez de escribir una P y una i en caracteres latinos. Como resultado, cuando la columna se desplegó en la página web de La Jornada, en vez del signito apareció un críptico fraccional (1/4) que hizo ininteligible el de por sí escaso sentido que pudieran tener mis frases. Me lo hizo notar, desde Francia, Miguel Alonso, quien aporta interesantes reflexiones sobre "j" o "i", la raíz cuadrada de -1, que da lugar a los números imaginarios, como los que presumen los arrogantes cuando se refieren a las medidas de sus virilidades. Lo de e a la potencia (j por Pi) - 1 = 0, querido tocayo, de plano rebasa los límites de mi entendedera. Liliana la Locombiana me recomendó una película que no pude ver, La corporación, cinta canadiense basada en libro de Joel Bakan. Habrá que estar atentos para la próxima. Gracias también a Héctor Rico y a Jorge Reyes de la Gala por sus mensajes, y hasta el domingo.
http://www.vistazo.com/impresa/899/columna3.htm