Juan Carlos Guash, director del Sistema de Aguas de la ciudad de México
La red hidráulica capitalina es una coladera; se pierde 40% del líquido
Se necesitarían 100 años para regenerar todo el sistema, asegura el funcionario
La privatización de los servicios de agua potable en México acentuaría las desigualdades en su distribución, que ya existen, señalaron especialistas durante el foro Los retos de la gestión del agua en México, quienes agregaron que el control del recurso debe estar en manos del Estado, pues se trata de un bien estratégico.
Las fugas que se presentan en la red hidráulica de la ciudad de México, la ineficiencia en el uso de los sistemas de riego y la sobrexplotación de los acuíferos son problemas que se enfrentan para la conservación del recurso, que, aunque renovable, cada vez es más escaso.
Juan Carlos Guash, director ejecutivo del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, sostuvo que la red de 12 mil kilómetros que opera en la capital del país "es una coladera", debido a que se pierde alrededor de 40 por ciento del líquido.
El funcionario destacó que en 10 años se rehabilitaron mil 200 kilómetros del tendido, que equivalen a 10 por ciento del total, aunque con ese ritmo se requerirían 100 años para sustituir todo ese sistema.
Frente a este fenómeno, expuso, desde hace algunos años se aplica en la ciudad un "sistema de sectores" para regular el abasto del servicio.
Regularmente los operadores disminuyen la presión del agua en distintas zonas de la capital, lo que genera que el recurso se provea sólo por algunos periodos. Juan Carlos Guash destacó la necesidad de que estas medidas se efectúen de forma controlada, a fin de capitalizar los ahorros.
Con este método, dijo, se ahorrarían tres metros cúbicos por segundo, de los 12 que se pierden actualmente, que se canalizarían a zonas específicas. "Si no se tienen salidas, se tendría que concesionar el sistema y utilizar a la iniciativa privada como agente financiero."
Crecientes presiones para privatizar el servicio
Reconoció que existen presiones para la privatización de los sistema operadores de agua potable, sobre todo después de la modificación -el año pasado- de la Ley de Aguas Nacionales, que abre su gestión a particulares. Esto favorece que quien tenga dinero compre pozos y luego pueda "negociarlos", dijo.
En el foro convocado por la fundación Heberto Castillo, Felix Hernández Ga-mundi, consultor del sector, aseveró que el bajo tratamiento de las aguas residuales (entre 12 y 15 por ciento) provoca disminuición en la recarga de los acuíferos y la contaminación de las zonas costeras.
Agregó que el sector agropecuario, que consume alrededor de 83 por ciento del total del agua dulce del país, registra altos desperdicios del recurso, debido a que las tecnologías que se utilizan datan de hace 50 años. Hoy se tienen nuevas tecnologías que aportan mayor eficiencia en el manejo, insistió.
Hernández Gamundi aceptó que en las redes hidráulicas se desperdicia 40 por ciento del agua; sin embargo, por el uso doméstico también se reportan pérdidas, pues del volumen que llega a las casas 35 por ciento se va por las coladeras.
Por su parte, Leopoldo Rodarte, especialista en acuíferos, recordó que hace unas décadas, en el poniente de la ciudad, había 18 ríos que abastecían de agua a la región, pero una vez que desaparecieron, comenzaron los problemas de abasto.
Mencionó que la recarga natural de los acuíferos varía, aunque que no se tienen datos precisos al respecto. Lo que es claro, dijo, es que se extrae más agua de la que se inyecta a la cuenca, "situación que trae genera la degradación de la calidad del agua y el hundimiento de la ciudad".
En los pozos, sostuvo, cada vez se explota a mayor profundidad, lo que trae como consecuencia que disminuya la calidad del agua.
Leopoldo Rodarte dijo que antes la explotación de acuíferos se hacía a 10 metros y ahora se hace a 200 metros, profundidad a la que ya es posible encontrar restos fósiles que ocasionan contaminación del recurso.