Usted está aquí: viernes 22 de julio de 2005 Economía Córdoba Montoya, en grupo que busca concesión del tren suburbano

El ex asesor de Carlos Salinas colabora con Abedrop, confirma Bernardo Quintana

Córdoba Montoya, en grupo que busca concesión del tren suburbano

El presidente de ICA denunció que en la primera licitación hubo presiones ''al más alto nivel'' para respaldar al consorcio español CAF

VICTOR CARDOSO

Ampliar la imagen Aaron Dychter Poltolarek, subsecretario de la SCT, habla sobre el ferrocarril suburbano de la Zona Metropolitana del Valle de M�co ante el Colegio de Ingenieros Civiles, mientras Bernardo Quintana, director de ICA, rompe una tarjeta FOTO Carlos cisneros Foto: Carlos cisneros

El presidente de Ingenieros Civiles Asociados (ICA), Bernardo Quintana Isaac, confirmó la participación de José Córdoba Montoya en uno de los grupos que disputan la concesión del Ferrocarril Suburbano de la Zona Metropolitana del Valle de México.

Córdoba Montoya, quien fuera influyente asesor presidencial en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, ahora colabora estrechamente con el ex banquero Carlos Abedrop Dávila, que a su vez es uno de los socios inversionistas del consorcio encabezado por el grupo de la familia Hank Rhon y dos filiales de la francesa Alstom. ICA tiene una participación de 0.1 por ciento en este consorcio.

Bernardo Quintana fue entrevistado al término de un desayuno en el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), donde compartió la mesa principal al lado de Aarón Dychter, subsecretario de Transporte por más de una década, desde el gobierno de Ernesto Zedillo. Allí, frente a casi un centenar de ingenieros, muchos de los cuales están o estuvieron ligados a ''la ICA'', Dychter Poltolarek hizo una presentación del proyecto del tren suburbano.

En el encuentro, Bernardo Quintana también denunció que en la primera licitación del tren suburbano, que finalmente se declaró desierta, hubo presiones diplomáticas ''al más alto nivel'' para respaldar ''al otro consorcio'' (la española CAF, que se asoció con el grupo Inversiones en Concesiones Ferroviarias y la empresa de autotransportes de pasajeros Estrella Blanca).

Luego de la presentación de Dychter Poltolarek, durante la sesión de preguntas y respuestas, Quintana Isaac pidió la palabra para hacer algunos comentarios en los que reconoció errores de las dos posturas finalistas en la primera licitación del tren suburbano. Desde el 27 de junio pasado, cuando se descalificó la propuesta técnica de CAF-ICF-Estrella Blanca, e incluso después, cuando también se rechazó la oferta económica de Hermes-Alstom-ICA, ningún representante de este consorcio había emitido una opinión.

En el desayuno de ayer confesó que para conformar la oferta financiera presentada por el consorcio Hermes-Alstom-ICA se realizó un modelo que se utilizó en la presentación a los bancos con los que se buscaba el financiamiento del proyecto y en el cual se incluyó el impacto inflacionario. ''A la hora de migrarlo (el modelo) a la oferta presentada en la licitación, los números, que si bien tenían justificación, no eran adecuados a lo que se pedía en las bases de licitación'', dijo.

Pero inmediatamente después de esas aclaraciones, Quintana Isaac tronó: ''a diferencia del otro consorcio (CAF-ICF-Estrella Blanca), nosotros no acudimos a los medios (informativos) en forma arrogante y equivocada, ni ejercimos presiones diplomáticas del más alto nivel... Nuestro consorcio cometió un error de forma y aceptamos que la mejor salida, por la vía institucional, era declarar desierta la licitación. Ojalá en esta ocasión (los integrantes del otro consorcio) no vuelvan a presentarse ante los medios y presenten una mejor oferta''.

Al término de la reunión se abordó a Quintana Isaac para preguntarle quién había ejercido la ''presión diplomática del más alto nivel'' para respaldar al grupo formado por CAF-ICF-Estrella Blanca y acerca de las versiones sobre la cercana participación de José Córdoba Montoya con las empresas de la familia Hank Rhon.

En el primer tema Quintana Isaac no quiso profundizar. Del segundo sólo comentó que el personaje no colaboraba con el Grupo Hermes, sino ''con el licenciado Carlos Abedrop en uno de los grupos que conforman el consorcio''.

-¿En cuál de ellos, Inverse? -se le insistió.

Con molestia respondió: ''no entiendo porqué me haces esas preguntas; que yo sepa no hay ninguna prohibición para que alguna persona pueda ganarse la vida. (Córdoba Montoya) trabaja con el licenciado Carlos Abedrop, que es parte del proyecto y es todo lo que puedo decir''.

Pastelote con cereza

En el desayuno con el grupo de ingenieros civiles, Dychter Poltolarek hizo una detallada presentación sobre el tren suburbano, al grado de que el presidente del Colegio de Ingenieros, Jorge Pérez Montaño, lo calificó como un ''pastelote con cereza''.

El funcionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes aclaró de entrada que el tren suburbano es un proyecto en el que el gobierno federal no dará ningún paso atrás. Es tal la importancia y el impacto de este medio de transporte, afirmó, que presenta un buen número de oportunidades para la participación de otras empresas que no formen parte directa de las involucradas en los consorcios que concursan en la licitación.

El potencial para las empresas mexicanas, reseñó, se encuentra en proyectos de ingeniería; en la construcción de obras civiles para el confinamiento del ferrocarril, así como otras seis estaciones, patios de guardado, talleres, centro de despacho, edificios para material rodante, estaciones de servicio, andenes, puentes, túneles de acceso, etcétera.

Pero en especial Dychter Poltolarek se refirió a la explotación de áreas mercantiles y espacios publicitarios en las estaciones y la construcción de un gran centro comercial en la estación de Buenavista con 100 mil metros cuadrados, que incluirá hotel, restaurantes, cines, servicios financieros, así como un estacionamiento de 88 mil metros cuadrados adicionales. Pero sobre todo resaltó el negocio inmobiliario. Existe, aseguró, ''la posibilidad de construir nuevos desarrollos urbanos en el norte de la zona metropolitana del Valle de México''.

En términos generales, calculó, los beneficios socioeconómicos del proyecto están estimados en dos veces la inversión inicial de entre 600 y 650 millones de dólares, es decir, de mil 200 a mil 300 millones de dólares.

Incluso comentó que para hacer más viable el proyecto, el gobierno federal tendrá una participación hasta de 250 millones de dólares ''a fondo perdido'', más un fondo de contingencia que manejará hasta 80 millones de dólares para apoyar al concesionario en caso de que los ingresos no lleguen a ser suficientes para el pago de la deuda. Esta parte de los recursos, aclaró, será recuperable hasta que el ferrocarril genere flujos económicos suficientes para atender sus compromisos financieros.

VICTOR CARDOSO

Carlos Abedrop Dávila ha sido un empresario polémico que encarna de manera contundente la historia de las finanzas en el México del siglo pasado, como uno de los principales afectados de la expropiación bancaria en el sexenio de José López Portillo, cuando era presidente de la Asociación de Banqueros de México.

Ahora Carlos Abedrop resurge como un inversionista integrado al consorcio de empresas encabezadas por la familia Hank Rhon, interesado en obtener la concesión para diseñar, construir y operar por 30 años el Ferrocarril Suburbano. Eso sería lo de menos, si detrás de él no estuviera la sombra del siempre polémico José Córdoba Montoya.

Abedrop Dávila ha sido uno de los pilares fundamentales del empresariado mexicano. Actualmente, entre otras de sus actividades, aparece como miembro propietario del consejo de administración de Ingenieros Civiles Asociados (ICA), empresa que también participa en el consorcio liderado por la familia Hank Rhon, y encabeza el Grupo Empresarial Olmeca.

Sus nexos se extienden por senderos de la más diversa índole, algunos poco conocidos, y de ellos surgen relaciones con personajes tanto del pasado como de la actualidad, de los negocios como de asociaciones filantrópicas o con políticos de todos los partidos.

Las actividades empresariales de Abedrop Dávila lo han llevado a la presidencia del consejo de administración del Grupo Industrial Saltillo, como a la controvertida participación en la compra del periódico La Prensa.

Sus actividades parecen confirmar aquello de que negocios son negocios, aunque a veces parecieran acciones contradictorias. Así, destaca su triunfo sobre el corporativo de Carlos Slim en la compra de la empresa Conductores Latincasa, cuando años antes fue uno de los socios inversionistas que hicieron posible que el presidente del Grupo Carso concretara la compra de Teléfonos de México.

Durante algún tiempo estuvo asociado con Pablo Brener Brener y José Serrano Segovia, con quienes fundó el Grupo Icaro, al que a finales de la década de los ochenta el gobierno le adjudicó Aeronaves de México, ahora parte de Cintra, propiedad del Instituto para la Protección del Ahorro Bancario y en proceso de venta.

A principios de la década de los noventa Abedrop Dávila formó parte de un grupo de empresarios franceses y mexicanos, donde también participaron ICA y Serrey de México (de Carlos Hank Rhon), a los que se asignaron los contratos para construir los proyectos termoeléctricos de la Comisión Federal de Electricidad Temascal II, Tuxpan V y VI, con un costo total superior a los mil millones de dólares. En la parte francesa participaron las empresas GEC Alstom y Cegelec.

De la filantropía al Opus Dei

Además de haber sido directivo de los principales organismos empresariales del país -fue uno de los 100 socios fundadores del consejo mexicano de asuntos internacionales- Abedrop también tiene su faceta filantrópica como miembro de la Fundación UNAM. Fue presidente de la Fundación Mexicana para la Salud y ex integrante de la Fundación Carlos A. Madrazo.

Poco conocida es su participación como patrocinador de la asociación civil Desarrollo Humano Integral (DHIAC), junto con otros empresarios como Claudio X. González (Grupo Kimberly Clark); Juan Sánchez Navarro; Lorenzo Servitje (Grupo Bimbo); Hugo Salinas Price (emparentado con el presidente de Televisión Azteca, Ricardo Salinas Pliego); Elías Villegas (identificado con el movimiento Opus Dei) y Alfonso Romo (a quien se le vincula con los Legionarios de Cristo).

Versiones periodísticas mencionan como ''muy ligados'' a esta organización a personajes de la política como Luis Felipe Bravo Mena, Manuel Espino, Luis H. Alvarez, Francisco Barrio Terrazas, Alberto Cárdenas, Cecilia Romero Castillo, Luis Pazos, Jorge Serrano Limón y Carlos Medina Plascencia.

El DHIAC fue creado en 1975 como un organismo de apoyo a los intereses de los grupos de empresarios que aglutinan los organismos cúpula de la iniciativa privada mexicana.

Entre esos organismos se cuentan la Confederación Patronal de la República Mexicana, la Unión Social de Empresarios Mexicanos, la Canaco, el Consejo Coordinador Empresarial, la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación y la Confederación de Cámaras Industriales y otros.

Las ligas de Abedrop Dávila con el poder no se limitan, sin embargo, al ámbito empresarial ni a una sola corriente política: recientemente se le ha visto muy de cerca en eventos con el jefe de gobierno del gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, lo mismo que con el gobernador de Coahuila y aspirante a la candidatura del PRI a la Presidencia, Enrique Martínez y Martínez.

La cúspide de la carrera de Abedrop Dávila parece situarse en la presidencia de la Asociación de Banqueros de México en 1982, pero también ha sido distinguido con la Legión de Honor de Francia en grado de Oficial; recibió la medalla al Mérito Empresarial de la Cámara de Comercio de la ciudad de México y la Presea por Relevantes Servicios a la Universidad Nacional Autónoma de México.

 
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