Usted está aquí: viernes 22 de julio de 2005 Estados Aarón Urbina, de Santaclós de Tecámac a edil rechazado por la gente

Pasó de regalar dinero a la gente a autorizarse el gasto de un millón de pesos diario

Aarón Urbina, de Santaclós de Tecámac a edil rechazado por la gente

Aumentos en costo del agua, urbanización descontrolada y dispendios figuran en su gobierno

JAVIER SALINAS CESAREO CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Cerca de mil pobladores de Tec�c sitiaron el palacio municipal el viernes para exigir que el alcalde Aar�rbina les devuelva la direcci�el Comit�ndependiente de Agua Potable FOTO Javier Salinas Cesareo Foto: Javier Salinas Cesareo

Tecámac, Mex., 21 de julio. Dos veces presidente municipal de Tecámac -primero por el PAN, luego con las siglas del PRI- y ex diputado local, en tan sólo una década ha pasado de ser comerciante mueblero a uno de los políticos de la región con mayor influencia, pero en días recientes la moneda se le ha revertido y se ha convertido en uno de los alcaldes más cuestionados y repudiados por la población. Ese es Aarón Urbina Bedolla.

Durante su actual administración, el edil ha tomado decisiones que le han acarreado el repudio de la población. Tan sólo una muestra: se autorizó, mediante cabildo, la utilización hasta de un millón de pesos diarios para destinarlos según su libre albedrío, entre otras cuestiones, en compensaciones, gratificaciones y bonos de desempeño.

Además, incrementó los cobros por agua potable. Aumentó 19.5 por ciento la tarifa por el líquido y aplicó un gravamen al consumo anual de agua de 59 por ciento por concepto de "manejo de aguas residuales" y "manejo ecológico", sin que el municipio ofrezca estos servicios.

También autorizó a una empresa extranjera la instalación de cuatro incineradores o reactores de plasma y 21 plantas para tratar desechos industriales. Dio el visto bueno para construir 128 mil viviendas en ejidos de alta producción agrícola. Recientemente despojó a la población del centro del municipio del control del sistema independiente de agua potable.

El aaronismo

Urbina Bedolla destacó como exitoso comerciante del ramo mueblero. Su primer cargo político fue el de tesorero de la dirigencia municipal del PRI. En 1996 dejó el priísmo al no obtener la candidatura a la alcaldía, se afilió al PAN y ganó en las elecciones locales de ese año.

En su primer trienio como edil (1996-2000) "se convierte en el Santaclós de Tecámac, un hombre que te da para tus lentes, tu operación, tu silla de ruedas, tus 15 años, tu fiesta de la secundaria, tu dolor de muelas. El ayuntamiento le autoriza repartir un millón de pesos mensuales, cuando sabemos que los recursos deben ser para obras públicas. Claro, logra prestigio en Tecámac y nace el aaronismo, compuesto por gente a la que le da prebendas", comentó el dirigente priísta José Ovando.

A partir de 1997, Urbina Bedolla empezó a conceder autorizaciones para la construcción de desarrollos habitacionales; entonces comenzó un desmedido crecimiento urbano y por ende se agudizaron los problemas de vialidad, desabasto de agua potable y dotación de infraestructura urbana en la localidad.

Su administración otorgó a las inmobiliarias Urbi, GEO y Sadasi cinco autorizaciones para la creación de 27 mil 631 viviendas de interés social.

Al final de su primera administración, en la última nómina de agosto de 2000 -cuando Aarón Urbina ya se había separado del cargo de presidente municipal y era diputado local electo-, el ayuntamiento repartió casi 6 millones de pesos (que cobró a la inmobiliaria Sadasi por la autorización de 12 mil viviendas) entre miembros del cabildo y funcionarios de alto nivel como bono de productividad. Un millón de pesos fue para Urbina Bedolla.

Sin embargo, Urbina gozaba de popularidad entre la población por el apoyo económico que daba directamente a la gente.

Ya como diputado local panista, Urbina Bedolla y el entonces líder estatal del PRI, Isidro Pastor Medrano, encabezaron una escisión en el PAN, por la que dejaron al blanquiazul sin 13 de los 29 diputados locales, quienes se declararon independientes.

Como resultado del cisma panista, el Revolucionario Institucional obtuvo la mayoría y el control en el Congreso local, con Aarón Urbina como presidente de la Gran Comisión. También a consecuencia de esta maniobra Urbina Bedolla logró amarrar su segunda candidatura a la presidencia municipal de Tecámac, esta vez por la alianza PRI-PVEM.

Medidas antipopulares

Tan pronto regresó a la alcaldía, en agosto de 2003, Aarón Urbina emitió una medida que provocó el repudio inmediato de la población. Durante la primera sesión de cabildo, justo a cinco días de haber iniciado la administración, el 23 de agosto de ese año, por mayoría de votos de los regidores y a petición del propio alcalde se le dio el poder de utilizar hasta un millón de pesos diarios a su libre albedrío.

El regidor perredista Antonio Guízar Alarcón recordó en entrevista que el acuerdo número 11 facultó al alcalde para utilizar hasta 500 mil pesos diarios "en compensaciones, gratificaciones, bonos de desempeño, bonos por actuación al cabildo, directores, jefes de área y personal en general, tomando en consideración su buen rendimiento, eficiencia, desempeño dentro de sus funciones y comisiones otorgadas".

En el acuerdo ocho se le permitió utilizar otros 500 mil pesos diarios "para apoyo de obra pública, apoyos económicos y/o en especie para los habitantes de este municipio, a fin de atender sus necesidades de salud, educación, defunciones y otros".

Unos meses después, el 10 de diciembre de 2003, la Gaceta de Gobierno estatal publicó el plan de desarrollo del municipio de Tecámac, con el cual el secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda del gobierno mexiquense, Francisco Covarrubias Gaitán, avaló la construcción de 128 mil viviendas.

El plan municipal, elaborado por el alcalde, afirma que antes de haber autorizado la edificación de casas, el ayuntamiento celebró una consulta pública entre la población, lo que nunca ocurrió. Ejidatarios de San Jerónimo Xonacatlán, San Pedro Pozohuacán, Santa María Ajoloapan y San Pablo Tecalco han señalado que se pretende erigir viviendas en sus tierras, que son de alta producción agrícola.

La construcción de 128 mil casas durante los próximos 10 años significa que llegarán a Tecámac unos 600 mil nuevos habitantes, que se sumarían a los que hoy ocupan las casi 35 mil viviendas que el gobierno municipal ha autorizado de 1997 a la fecha, y las 37 mil que ya existían.

Asimismo, el edil concedió a la empresa suiza Concept Management instalar cuatro incineradores o reactores de plasma y 21 plantas para tratar desechos industriales, de una extensión de más de 500 hectáreas en los ejidos San Jerónimo Xonacatlán, Barrio San Pedro Pozohuacán, Santa María Ajoloapan y San Pablo Tecalco. La organización ecologista Greenpeace, ejidatarios y vecinos han rechazado este proyecto por considerarlo sumamente peligroso.

Al momento, una comisión de diputados mexiquenses investiga las diversas anomalías ocurridas en torno a la elaboración y aprobación del plan municipal.

Descontento por el agua

Una de las medidas que mayor inconformidad han acarreado es el aumento en las tarifas del agua, que afectó a los más de 36 mil usuarios del Organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Odapas).

Al inicio de 2004 el ayuntamiento autorizó un incremento de 19.5 por ciento aplicado directamente a la tarifa de agua potable, así como un cobro adicional en los recibos anuales de 59 por ciento por concepto de "manejo de aguas residuales" y "manejo ecológico".

La aplicación del aumento y el cobro por el tratamiento de aguas residuales -este último aplicado sin que el Odapas tenga plantas de tratamiento- ha provocado que la mayoría de las familias deban pagar hasta casi 100 por ciento más de lo que erogaron en 2003.

Como si se pretendiera acallar las protestas por los incrementos, el alcalde municipalizó el Comité Independiente de Agua Potable de Tecámac Centro, luego de que el pasado 28 de febrero personas afines a Aarón Urbina se apoderaron de las oficinas del organismo ciudadano, instaladas en el palacio municipal y administradas por los pobladores desde hace 32 años, según sus usos y costumbres.

El comité independiente quedó oficialmente en poder del municipio a partir de mayo anterior, de tal manera que los cinco pozos que administraba la comunidad pasaron a control del Odapas.

En respuesta, un sector ciudadano comenzó una lucha para recuperar el comité, inconformidad que causó movilizaciones durante este mes. Además, los ocho comités independientes que hay en el municipio denunciaron que Urbina Bedolla pretende apoderarse del agua potable que producen unos 40 pozos para destinarlos a los nuevos desarrollos habitacionales.

 
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