Advierten que regresarán al rancho de Vicente Fox

Ex braceros exigen información sobre el pago de ahorros retenidos

FABIOLA MARTINEZ

Un grupo de ex braceros se manifestaron ayer frente a la Secretaría de Gobernación para exigir información respecto al comité técnico del fideicomiso que administrará el Fondo de Apoyo Social para Ex Trabajadores Migratorios Mexicanos.

Idéntica imagen y solicitud que una y otra vez han protagonizado, desde hace varios años, cientos de ancianos, adultos cansados, enfermos, hastiados de las promesas, lo mismo de representantes del gobierno federal que del Poder Legislativo.

Es que existe el marco legal que les permitiría llegar a buen puerto respecto de su lucha, e incluso hay reglas publicadas en el Diario Oficial de la Federación, pero la pugna presupuestal entre los Poderes de la Unión los mantiene alejados de su objetivo: cobrar, cada uno de los ex braceros o sus beneficiarios, cien mil pesos, como producto de las aportaciones e intereses generados de un fondo que el gobierno de Estados Unidos envió a México -como parte del Programa Binacional de Braceros- y que, por quién sabe cuáles razones, los políticos mexicanos jamás le devolvieron a sus verdaderos dueños.

Esta vez entregaron una carta más en Gobernación, firmada por Ventura Gutiérrez Méndez, coordinador de la denominada Alianza Binacional Braceroproa, aquel dirigente que llevó la protesta hasta el rancho de la familia del presidente Vicente Fox, en el conocido episodio en el que la multitud de ex braceros traspasó la seguridad del lugar y en la avanzada rompieron varias macetas de la madre del mandatario.

Quizá por eso, ante la demora para ser recibidos, pero sobre todo conocedores de que las gestiones con funcionarios menores resultan infructuosas o sólo atiborradas de falsas promesas, los más viejos empezaron a corear:

"¡Si no nos atienden nos vamos al rancho... Si no nos resuelven nos vamos a San Cristóbal! ¡No más atole con el PAN!" Otros, alzaron pancartas en las que se leía: ¡Fox, no detengas el dinero que no es tuyo!"

La desesperación de los ex braceros es tanta que a todo al que vean cara de autoridad, desde el policía de la entrada en Bucareli hasta la secretaria que va pasando por la acera o el fotógrafo que se acerca, le tratan de explicar que su petición es legítima, que se trata de dinero que ellos devengaron, ahorraron y que "el gobierno mexicano se lo quedó". La esperanza -y por eso aguantan horas sentados en la banqueta- es que les paguen al menos un porcentaje de lo que les corresponde, "para gozar algo de lo que ahorramos antes de irnos a la tumba", expresó una viuda.

"¡Yo sí fui bracero!", gritaba a todo lo que podía un anciano procedente de Hidalgo, al tiempo en que agitaba una gastadísima identificación y recibos de pago que tuvo a bien guardar y que lo acreditan como bracero, campesino en territorio estadunidense en los años 50.

En la carta que entregaron ayer, don- de ya no hay espacio para un sello más de "acuse de recibo", los representantes de unos 132 mil ex braceros exigen saber los nombres, dirección y número telefónico de los integrantes del Comité Técnico del Fideicomiso referido, y establecer las reglas de operación del organismo, con base en los puntos firmados por Rafael García López, director adjunto de la dirección general de Coordinación con Entidades Federativas de Gobernación.

Además, la inclusión de otros puntos para las reglas de operación con el fin de lograr un mejor desempeño del comité técnico. Solicitan también audiencia, antes del 28 de julio, con las autoridades de la Secretaría de Gobernación para abordar los puntos anteriores y obtener la información pendiente.