La asociación de la industria química critica la política recaudatoria de corto plazo
Frustra a inversionistas que el proyecto Fénix siga emproblemado
Responsabiliza la Aniq a Hacienda de la eventual cancelación del complejo petroquímico
La SHCP cayó en su trampa al establecer precios de los insumos por encima de los internacionales
La Asociación Nacional de la Industria Química (Aniq) admitió que entre los inversionistas nacionales y extranjeros y el sector petroquímico de México existe desencanto y frustración por el nulo avance del proyecto Fénix, el cual sigue "emproblemado". Precisó que la política recaudatoria de corto plazo asumida por la Secretaría de Hacienda contra una política de desarrollo industrial de largo plazo es el obstáculo que eventualmente propiciaría la cancelación definitiva del nuevo complejo petroquímico.
Pedro Fernández Cuesta, presidente del organismo expresó en conferencia de prensa que entre los inversionistas Idesa, Idelpro y Nova Chemical, existe incertidumbre pese a que las versiones oficiales aseguran que el proyecto Fénix sigue en pie, "pero nosotros no le vemos forma ni fondo".
El dirigente de la Aniq consideró que esta situación es muy grave porque: "El nombre y la seriedad de México puede quedar en duda".
Fernández Cuesta coincidió con la opinión de otros expertos en petroquímica, y señaló que Hacienda cayó en su propia trampa, cuando en el pasado estableció los precios de transferencia, por medio de los cuales Pemex Exploración y Producción (PEP) les vende los insumos a las demás subsidiarias Pemex-Refinación, Pemex-Petroquímica, Pemex Gas y Petroquímica Básica a precios por encima de los internacionales.
Esta práctica, dijo, se adoptó para desmantelar la industria petroquímica nacional y de esta manera venderla al sector privado. Sin embargo, debido a la mala planeación de los esquemas de participación y a la falta de seguridad en el suministro de los insumos y las materias primas, el proceso de privatización no ha tenido éxito en los pasados 10 años.
Por el contrario, en la última década se han perdido 46 mil empleos directos altamente especializados, situación que afectó a la industria textil, del calzado y del plástico, entre otras.
El presidente de la Aniq aseguró que la industria química puede ser el motor de desarrollo del país, porque tenemos una posición geográfica privilegiada. Además, en el proyecto Fénix no son necesarios cambios constitucionales, ni reformas estructurales.
Lo que los socios privados solicitan, agregó, es certidumbre en el suministro de materia prima para la industria petroquímica a largo plazo a precios competitivos como se realiza en todo el mundo. Con precios de transferencia ningún proyecto petroquímico en el orbe es rentable.
Si no se logran precios de las materias primas con descuentos de al menos 15 por ciento "no vamos a invertir y las empresas van a migrar a otros países, porque desde la parte financiera las empresas pueden ir solas, pero para asegurar el suministro de materia prima se requiere de Petróleos Mexicanos (Pemex) única entidad autorizada por la ley para suministrar estos insumos.
El encuentro realizado en la sede de Dupont, el representante del sector químico privado manifestó que en México hay intentos, pero no se ha generado una política industrial, y hay una idea de lo que se quiere hacer en política energética, pero la política energética está incompleta".
En tanto en México seguimos discutiendo la posibilidad de edificar el Fénix, en China, Brasil, Corea, entre otros países, están reactivando la industria petroquímica. "Teníamos gran esperanza en el Ejecutivo porque El Fénix no requiere de reformas estructurales", sin embargo no ha avanzado.
Estimó que los déficit por importación de insumos para la industria petroquímica van a seguir siendo crecientes y pasaron de mil 600 millones de dólares al cierre de 2000 a unos 7 mil 500 millones de dólares. "Estamos desperdiciando la oportunidad de ser los proveedores de insumos y de artículos con mayor valor agregado al mercado más grande del mundo, que es Estados Unidos".
El 21 de octubre de 2004 durante el Foro Nacional de la Industria Química el presidente Vicente Fox anunció los socios seleccionados para participar en el proyecto Fénix.
A partir de ese momento se conformó un comité directivo con la participación de dos miembros por compañía para atender las áreas: económica( estudio de factibilidad); análisis de mercado y tecnología.
Posteriormente en febrero de 2005 los socios presentaron una propuesta de fórmula de precios al gobierno considerando contrato de largo plazo, es decir, a 20 años, volumen garantizado y precio competitivo de contrato, abajo del precio espot. Después de varios meses no se ha definido siquiera el lugar sede del nuevo complejo petroquímico.