Para ajustarse a los tiempos de transmisión por cable, las plenarias se limitan a tres horas
Somete la Corte duración de sus sesiones a la televisión de paga
Con un criterio diferente, el TEPJF difunde sus deliberaciones por Internet, sin restricciones
Ampliar la imagen Los ministros de la Suprema Corte Olga Mar�S�hez Cordero y Sergio Armando Valls Hern�ez, en la sesi�el viernes FOTO Guillermo Sologuren Foto: Guillermo Sologuren
En aras de la "transparencia", la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) limitó a tres horas la duración de sus sesiones plenarias públicas de los lunes, martes y jueves de cada semana. Sin importar la trascendencia del tema que se analice o si quedan ministros en lista para participar, desde que las sesiones se comenzaron a transmitir por televisión de cable los ministros tienen que sujetarse al horario televisivo.
A pesar de que las sesiones se difunden también por Internet, esta opción queda supeditada a las tres horas establecidas por la televisión de paga.
Con un enfoque diferente y, según funcionarios del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), con un costo de operación "mucho menor", los magistrados electorales optaron por transmitir por la red todas sus sesiones, sin importar el día o la duración de las mismas.
Funcionarios consultados se-ñalaron que después de estudiar los costos que implicaba transmitir por televisión de paga y por Internet, la relación costo-beneficio se inclinó en favor de la red, no sólo porque equivalía a un costo cercano a 10 por ciento de lo que implica la televisión, sino también porque es mayor la cantidad de personas que tienen computadora con Internet que las que tienen recepción por cable.
Además de que para transmitir en la red sólo se requiere de rentar un equipo de apoyo para que no sea superada por la demanda.
Explicaron que si bien los resultados han rebasado las ex-pectativas, en el caso de los magistrados electorales éstos estudian ya la sesión del próximo año en la que la sala superior del TEPJF analice las eventuales impugnaciones que se presenten contra la elección presidencial y en la que se dictamine quién será el próximo mandatario.
Mientras, fuentes de ese tribunal confirmaron que ya se han entablado pláticas con los encargados del Canal del Congreso para que esa sesión histórica -por primera vez se transmitiría en vivo la calificación de la elección del jefe del Ejecutivo federal- se pueda transmitir por esa vía.
Por otra parte, aun cuando la Corte signó sendos acuerdos con las secretarías de Comunicaciones y Transportes, de Educación y con un canal de cable -lo que implica que exista apoyo oficial y privado para reducir sensiblemente el costo que conlleva un proyecto televisivo de esta magnitud-, hasta la fecha el máximo tribunal no ha informado sobre el costo que implica "subir la señal" al satélite para su difusión, como tampoco el gasto que representó crear una dirección general con el personal necesario para cubrir las sesiones.
De acuerdo con fuentes oficiales, el ministro presidente de la Suprema Corte, Mariano Azuela Güitrón, ordenó al encargado de este proyecto televisivo, Sergio Uzeta -quien había sido propuesto por el propio ministro para la dirección general de Comunicación Social de la Corte, cargo que rechazó Uzeta para ocupar un cargo similar en Pemex-, que establezca las bases para crear a largo plazo un canal de televisión del Poder Judicial de la Federación.
Sin embargo, trascendió que no todos los ministros están entusiasmados con la nueva forma de trabajar del pleno de la Corte.
Este descontento ya fue evidente en una sesión pública, en la que el ministro Genaro Góngora Pimentel fue interrumpido por Azuela cuando hacía uso de la palabra en razón de que ya eran las dos de la tarde. Góngora no ocultó su molestia y aceptó que tenía que aplazar para el día siguiente su intervención "por mandato del dios griego Cronos".
Otro día, quien fue interrumpida fue la ministra Margarita Beatriz Luna Ramos, aunque ella no se inconformó ante la "orden" del ministro Azuela de dejar para el día siguiente su intervención.
En el máximo tribunal se reconoce que el hecho de que las sesiones pasen por la televisión de paga representa un avance importante, pero que en este afán se dejó de impulsar la alternativa que ofrece Internet, destacando que en las actuales condiciones, la red implica un costo menor, que las sesiones del pleno no se limiten a un horario determinado y tener mayor audiencia que por cable.