Expertos indican que las casas de apuestas son ideales para el lavado de dinero
Los casinos y garitos intensifican la criminalidad, confirman investigadores
Alertan sobre la participación de esas empresas en procesos políticos, como en EU
Los tipos de costos sociales derivados del juego de casinos y de otros garitos son: comisión de delitos, pérdidas en los negocios y el empleo, quiebras y bancarrotas, suicidios, enfermedad, servicio social, regulaciones directas del gobierno, daños familiares y abuso monetario, destaca un análisis sobre la aprobación de casas de juego que llevó a cabo la División de Política Social del Servicio de Investigación y Análisis de la Cámara de Diputados.
El propósito de los investigadores Juan Martín Sandoval de Escurdia y Juan Francisco Zamudio Tadeo fue identificar los efectos negativos de los casinos y casas de juego en México. Los resultados recobran importancia ante el debate sobre los permisos para casas de apuestas otorgados por Santiago Creel cuando fue secretario de Gobernación.
"Desde el punto de vista metodológico, y con el fin de dar continuidad a la línea de investigación sobre casinos, se tomó como base del criterio de análisis la aparición de los efectos sociales" producto de la apertura de los establecimientos de apuestas. Los autores identifican, entre otros aspectos negativos, la aparición o incremento de problemáticas de seguridad, criminalidad y actos delictivos como el lavado de dinero o la aparición de mafias.
En el caso del lavado de dinero, los autores señalan que los grandes cárteles del narcotráfico y de otros negocios criminales están buscando mecanismos de lavado de dinero más sofisticados. Los casinos "son una opción viable, simple y efectiva, sobre todo si se instalan precisamente en los países que acusan una actividad de producción, distribución, tráfico y exportación de narcóticos y estupefacientes", y donde, además, las estructuras empresariales, gubernamentales y de procuración de justicia hayan sido penetradas por el narcotráfico.
Algunos estudios, indican los investigadores, señalan que en Estados Unidos, y ahora en México, la industria de las apuestas está involucrada en los procesos políticos. Añaden que las contribuciones provenientes del sector de las apuestas a las campañas han aumentado considerablemente en los últimos años, de un millón 100 mil dólares en 1992 a 5.7 millones en 1998, mientras la cifra de candidatos que reciben dinero de la industria de las apuestas aumentó 80 por ciento.
Respecto del crimen organizado los autores observan que la idea de que los casinos están relacionados con el crimen organizado ha sido difundida desde la década de 1940. Con base en un estudio de la Universidad de Ryerson y de la revista Journal of Gambling Studios, refieren que se han hecho gran cantidad de investigaciones, sobre todo en Estados Unidos, las cuales muestran que es falso que exista una relación directa entre los casinos y el crimen organizado, ya que hay ciudades sin casinos que cuentan con una tasa de criminalidad mayor a las ciudades que sí los tienen. Esto último se aplica a la ciudad de Las Vegas, Nevada, la cual se encuentra en uno de los lugares con más baja criminalidad en Estados Unidos.
Sin embargo, advierten que en relación con el robo, estudios en otros países demuestran que en ciudades en las que funcionan casinos el índice de hurtos con violencia resultó hasta 88 por ciento mayor, mientras que el robo de vehículos creció 60 por ciento.
La economista Cynthia Hunt Dilley concluyó que en 1996 "los casinos fueron responsables de 7.7 por ciento de los delitos contra la propiedad de los condados con esos establecimientos", y los robos se incrementaron 20 por ciento, a pesar del incremento en los gastos de las fuerzas del orden después que los casinos abrieron. El robo de autos es el delito que más se incrementó.