Nos distanció del EZLN la alianza con Salazar, evalúa
Marcos se quedó corto en su crítica al PRD: Saucedo
El subcomandante exagera; el partido no es su burocracia
El líder de los cívicos censura la obsesión por los cargos
Ampliar la imagen Imagen del caracol La Garrucha el pasado 22 de junio FOTO Jos�arlo Gonz�z Foto: Jos�arlo Gonz�z
Mario Saucedo, dirigente de la corriente de los cívicos del PRD, acusa recibo del duro golpe que representa para su partido el comunicado "La geografía (imposible) del poder", del subcomandante Marcos: "Bienvenida esta sacudida", dice del análisis dado a conocer en junio por el EZLN y que concluyó declarando un paralelismo entre la candidatura de Andrés Manuel López Obrador y el salinismo. ''Muchas cosas del texto son ciertas; en otras se queda corto''. Pero en otras, acota, "exagera".
Admite que la estrategia de la corriente que él encabeza para "al menos aislar" los casos de corrupción y fraudes internos ha fracasado. Reconoce que el PRD se ha distanciado de las causas populares y lamenta que el afán de conquistar cargos públicos por el poder y los salarios altos ha avasallado todo sentido de ética y principios de los dirigentes del sol azteca.
Pero Marcos exagera -replica Saucedo- al situar a las bases perredistas en el terreno enemigo. "Es más, la mayoría de los perredistas tienen puesta la camiseta zapatista".
AMLO, el que más se acerca a las demandas del zapatismo
Saucedo, quien recientemente dejó su cargo en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) como gesto de inconformidad con la conducción del partido, señala que su corriente, los cívicos, critican a Andrés Manuel López Obrador por las mismas causas que lo hace el EZLN: por apoyar a Marcelo Ebrard para la jefatura de Gobierno y por darle tanta influencia a Manuel Camacho y Socorro Díaz en el círculo que toma decisiones. ''Hemos sido constantes en esa crítica, pero no hemos tenido fuerza ni presencia para influir''.
-¿Golpea la nueva estrategia del EZLN a la campaña electoral de Andrés Manuel López Obrador?
-Y qué bueno. Pero yo insisto en que más que diferencias se pueden encontrar cosas en común. Por ejemplo, frente al imperialismo, la llegada de López Obrador a la Presidencia puede permitir la formación de un amplio bloque latinoamericano con un concepto distinto al Consenso de Washington, de defensa a la soberanía. Con todos sus bemoles, él sí abriría una posibilidad de cambio. Ellos dicen que ninguno de los que se perfilan como candidatos responde al movimiento social como lo esperan los zapatistas. Andrés Manuel sería el que más se acerca.
-El PRD no parece estar cerca de las luchas que hoy libra el movimiento popular...
-Es verdad que la clase dirigente del PRD tiene cierto menosprecio por el movimiento indígena, campesino, zapatista. Pero no así las bases. Los zapatistas se equivocaron al excluir a los integrantes de partidos políticos en su movimiento de masas. Muchos, ante la disyuntiva de incorporarse al zapatismo o seguir en el PRD no se incorporaron, y eso fue en detrimento de un amplio movimiento popular, que no avanzó.
-Después del levantamiento, varios perredistas, no sólo el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, tuvieron acercamientos con el EZLN. Heberto Castillo, usted, el mismo Andrés Manuel López Obrador, platicaron con el CCRI y con Marcos, ¿en qué momento se rompió ese contacto?
-De manera muy marcada a raíz de nuestra alianza con Pablo Salazar Mendiguchía. Su gobierno no representó nada positivo para la solución pacífica en Chiapas. El CEN incluso llegó a plantear un rompimiento formal con Salazar, pero la corriente Nueva Izquierda, de Jesús Ortega, que se ha visto muy favorecida en sus relaciones con el gobernador, se opuso. Nada se hizo. Al contrario, con la derrota electoral del PRI en Chiapas muchos priístas se metieron al PRD y pasaron a agredir a las comunidades zapatistas, como es el caso de Zinacantán. En el norte de Chiapas paramilitares fueron aceptados en las filas del PRD. Es un caso dramático de cómo impera dentro del partido el criterio de tener poder local aunque sea cuestionado. Y la dirección del PRD no ha podido reaccionar. Todo lo permite.
-Visto así se entiende que los zapatistas vean al PRD como enemigo.
-Obviamente.
-Si los cívicos lo entienden así, ¿qué hacen dentro del PRD?
-Hemos tomado la decisión de no salirnos porque el PRD no pertenece a la burocracia que hoy nos domina. Adentro somos muchos los que entendemos que el partido necesita correcciones de fondo. Esperamos que desde afuera la gente exija al PRD ese cambio.
"Cargo o muerte", la consigna
Entre los asuntos en los que el EZLN "se quedó corto" en su crítica al PRD, Saucedo menciona la corrupción tolerada y el trastocamiento de valores de los líderes.
Tiene un largo rosario de quejas: "Una distorsión muy grave es el avasallante afán de nuestros dirigentes de ser candidatos, al costo que sea, lo que no ocurría antes, cuando nuestras campañas no podían vencer a la maquinaria priísta. Pero la posibilidad de ganar gobiernos, diputaciones, alcaldías, redujo el nivel de las pugnas internas a una sola consigna: ¡cargo o muerte! La oportunidad inesperada de que un dirigente que viene del movimiento social, que siempre sobrevivió con salarios mínimos, se convierta en regidor con un salario de 70 mil pesos mensuales trastorna a la gente. Perturba la dinámica del partido. Y los dirigentes han sido muy descuidados frente a ese problema".
Enumera casos: los diputados del PRD en la pasada legislatura de Oaxaca, maiciados por el gobernador en turno. Otros dos diputados del partido en Durango que recibieron camionetas de regalo. La historia de Justiniano Reyna, el diputado que en 1999 dio su voto decisivo para encubrir el Fobaproa. Era líder de colonos en Neza, de los cívicos. Fue expulsado. Y hay otro caso pendiente, David Jiménez, coordinador de la fracción en la cámara de Guerrero. Aprobó la cuenta pública del ex gobernador René Juárez. Se comprobó que recibió dinero. "Los cívicos ya lo expulsamos de la corriente y demandamos su expulsión ante la comisión de garantías. Esperamos que sea separado del partido".