Juran visitantes no volver jamás; en nueve meses se han perpetrado cuatro embates
Los recientes atentados hacen peligrar el sector turístico en Egipto
Es muy pronto para medir el efecto, aseguró una vocera gubernamental
El Cairo, 23 de julio. La serie de atentados cometidos en pleno periodo estival en el balneario egipcio de Charm el Cheij, en el Mar Rojo, hacen peligrar el sector turístico de Egipto, país al que numerosos veraneantes juraron no volver jamás.
Estos ataques suceden sólo nueve meses después de los tres atentados con coche bomba contra un hotel y dos complejos turísticos cerca de Taba, otra estación balnearia del Sinaí, que causaron la muerte de 34 personas, entre ellos turistas israelíes, y más de 100 heridos.
Conscientes del peso que tiene el sector turístico en la economía egipcia, las autoridades se apresuraron a publicar comunicados para tranquilizar a esta industria, subrayando que los autores de los atentados estaban siendo activamente buscados y que los veraneantes no tenían que anular sus vacaciones.
El general Mohamed Zamzam, que dirige los servicios aeroportuarios egipcios, precisó que unos 6 mil turistas llegaron el sábado a Charm el Cheij, a pesar de los atentados, y que no se ha anulado ningún vuelo con destino a Egipto.
"Evidentemente, estos ataques tendrán un impacto negativo en la industria (turística), pero es muy pronto para medirlo", explicó la portavoz del ministerio egipcio de Turismo, Hala el Jatib.
"En vista de lo que pasa en el mundo, Londres, Líbano o España, estamos seguros de que la gente no está dispuesta a capitular ante el terrorismo y abandonar su libertad", añadió al Jatib.
Pero tras los atentados que devastaron Charm el Cheij, numerosos turistas -principalmente procedentes de los países del Golfo Pérsico, Europa y Rusia- trataban de tomar un autobús para abandonar este lugar.
"Estuvimos aquí el año pasado. Es tan bonito, la gente es tan amable. Pero el ambiente cambió completamente. Tenemos miedo de volver aquí, después de una experiencia tan terrorífica", declaróJimmy Hayes, un escocés.
Cuatro horas después de los atentados, cerca de la 01:00 local (16:00 horas del viernes en el centro de México), turistas cargaban con sus equipajes entre los escombros de los edificios para subir a los primeros autobuses y abandonar el lugar.
Issa Ibrahim, que tiene un café cerca de donde sucedieron los atentados, no se hace ninguna ilusión sobre las consecuencias de los ataques.
"Han golpeado en el corazón de la estación turística y en zonas muy frecuentadas. Lo que han logrado hacer es que ahora todo el mundo diga:'todos los musulmanes son terroristas, no iremos más a sus países'", explica Ibrahim.
"Es poco frecuente que se produzcan anulaciones el mismo día, pero seguro que las reservaciones van a ser muy lentas en los próximos", confirmó Hicham, que trabaja para una empresa turística en El Cairo.