Es un delito que no ha cesado, señalan agentes policiacos
También en aeropuertos, pesquisas sobre extorsiones telefónicas
Las extorsiones y fraudes cometidos por vía telefónica, que en la actualidad son un delito con alta incidencia e impunidad, se desarrollaron casi de manera simultánea también en los aeropuertos de las ciudades de México y Guadalajara en 2002.
Señalan lo anterior agentes de inteligencia de dos de las principales corporaciones policiacas que desde hace años tienen a su cargo la vigilancia y seguridad de la terminal aérea metropolitana, quienes pidieron el anonimato. Se trata de elementos de la subdirección de seguridad del AICM, conocidos como los Sierra, y de la Policía Federal Preventiva (PFP), que "han sobrevivido" a la multiplicidad de cambios de mandos en ambas corporaciones.
"Todo comenzó -recuerdan- cuando empezaron a venir al aeropuerto familiares de personas que supuestamente estaban detenidas en los separos de la PFP". Llegaban preguntando por un comandante que no existía, mismo que "les había informado vía telefónica que un pariente de ellos se hallaba detenido" a petición de alguna autoridad estadunidense, porque había cometido un delito en el país del norte, de donde salió huyendo hacia México.
Ese comandante "X" les había hecho saber que su hijo o sobrino estaba preso pero que él podría ayudarlo, si el familiar o familiares depositaban una suma determinada en una cuenta bancaria.
Obviamente, no existía ni el comandante, ni mucho menos en los separos de la corporación estaba presa ninguna persona con ese nombre. La frecuencia de ese tipo de fraudes hizo que el entonces comisario de la PFP en el aeropuerto, Ricardo de los Ríos, ordenara una investigación, pero nunca se conoció resultado alguno. Al paso del tiempo, se habló también de "comandantes" del Instituto Nacional de Migración, pero nunca pudo comprobarse nada ni detenerse a algún elemento sospechoso.