Refuerza Bush las transmisiones de tv a Cuba, acusa
Cómplices de Washington, los periodistas extranjeros: Castro
Ampliar la imagen Fidel Castro habla en el acto por el 52 aniversario del ataque contra el cuartel Moncada FOTO Ap Foto: Ap
La Habana, 26 de julio. El presidente Fidel Castro denunció un reforzamiento de las transmisiones de televisión del gobierno de Estados Unidos hacia Cuba desde un avión militar, advirtió que la población impedirá nuevas manifestaciones opositoras, acusó a periodistas extranjeros radicados aquí de "complicidad" con Washington y volvió a pedir confianza en que los apagones terminarán a finales del año próximo.
Ante unas 5 mil personas que llenaron el teatro Karl Marx, Castro habló esta noche durante casi cuatro horas en la conmemoración del asalto al cuartel Moncada, el primer hecho de armas de la revolución cubana, que él mismo encabezó hace 52 años.
Como suele ser en esta fecha, el mandatario dedicó una porción importante de su mensaje a la hostilidad de Estados Unidos, pero al paso del tiempo se apartó de su texto y se extendió en un examen de la situación económica del país.
Tras un recuento de las tensiones con la isla desatadas "en la etapa gangsteril de (George W.) Bush", Castro reveló que el pasado 13 de julio la fuerza aérea de Estados Unidos estacionó en Cayo Hueso, al sur de la Florida, dos aviones C-130 de la 193 Ala de Operaciones Especiales de Pennsylvania, uno de los cuales ha volado en los últimos días para emitir señales de la Televisión Martí, emisora oficial de Washington dirigida a la isla, que las autoridades de La Habana obstruyen sistemáticamente desde hace dos décadas.
Vuelos similares se habían realizado en el pasado, con interferencia de transmisiones televisivas cubanas, "violando groseramente las normas internacionales de telecomunicaciones y convirtiéndose en un peligroso elemento de provocación", señaló el mandatario cubano.
En forma desacostumbrada, Castro se mostró inconforme con reportes de periodistas extranjeros radicados aquí. Refutando versiones de prensa en Estados Unidos sobre la isla, Castro dijo: "No ha faltado tampoco uno que otro corresponsal extranjero en La Habana que se haya dejado arrastrar consciente o inconscientemente por la corriente de la provocación y la insidia".
Más adelante dijo que "la mafia terrorista" (el anticastrismo radicado en Miami) y el gobierno de Estados Unidos "se aprovechan descaradamente de las facilidades que ha ofrecido Cuba para que numerosas agencias internacionales y órganos de prensa residan e informen desde Cuba, sin restricción alguna de nuestra parte, para que se muevan y actúen con entera libertad. Algunos realmente lo hacen en plena complicidad con la oficina de intereses de Estados Unidos, para desinformar y engañar al mundo sobre la realidad cubana".
En el primer comentario oficial sobre los enfrentamientos entre opositores y partidarios del gobierno el pasado 13 de julio, dijo que los primeros "profirieron gritos insultantes" a lo que reaccionó el vecindario e "hizo necesario la protección de los provocadores por parte de las autoridades".
También aludió a los "mítines de repudio" de grupos vecinales, que la semana pasada inmovilizaron a activistas antigubernamentales. "Así ocurrirá cuantas veces sea necesario", dijo Castro.
Añadió que quienes se reclaman opositores son gente "divorciada de toda actividad productiva o servicio público, muchas veces personas vagabundas y no en pocas ocasiones lumpen o delincuentes que no cuentan con el aprecio y el apoyo de nadie".
"Se repiten las circunstancias en que las autoridades tienen que protegerlos cuando tratan de instrumentar alguna provocación y para lo cual lo primero que hace la oficina de intereses es citar a la prensa extranjera".
Castro también se manifestó por primera vez sobre la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, la primera reunión opositora tolerada por el gobierno, que sesionó en mayo pasado, y la calificó de "provocación" de la oficina estadunidense. Anunció que difundirá "todos los datos e incidencias de la grotesca reunión".
El mandatario abrió el repaso de la situación interna con su plan de ahorro energético, que según dijo eliminará los cortes de energía eléctrica al final de 2006. Reconoció la inconformidad popular con los apagones, "que conocemos y comprendemos bien", ante lo cual pidió: "Tengan un poquito de confianza".