Santiago Vasconcelos opina que en su origen la delincuencia organizada fue tolerada
Carecemos de una adecuada política preventiva frente a secuestros: SIEDO
Como sociedad hay que reconocer que algo está "provocando una descomposición terrible"
Ampliar la imagen Jos�uis Santiago Vasconcelos FOTO Francisco Olvera Foto: Francisco Olvera
El gran problema que enfrenta México en materia de seguridad, de manera específica en cuanto a secuestros, se debe a que "no hemos tenido una política de prevención adecuada que permita gozar de seguridad y paz", reconoció el titular de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), José Luis Santiago Vasconcelos.
Durante un encuentro con medios de comunicación, el funcionario de la Procuraduría General de la República (PGR) indicó que se debe "reconocer que como sociedad algo nos está provocando una descomposición terrible, y ese algo está poniendo en grave riesgo el desarrollo sostenible, necesario para el país".
Expuso que "por más difícil y espinoso políticamente que pueda resultar el tema del secuestro, se tiene que hablar con toda honestidad, ya que no se puede decir que 'no existe' y cerrar los ojos ante un fenómeno que se está viviendo de manera cotidiana".
Consideró que "el principio de la solución es el reconocimiento del fenómeno delictivo", y aceptó que en este momento una de las bandas de plagiarios que se ubica como la más peligrosa es la de Los Bayardo, comandada por Mario Alberto Bayardo Hernández.
Aunque para la PGR Julio Vivas Urzúa, El July, y Abel Díaz Lucas, La Marrana, son dos de los más peligrosos plagiarios que operan en el país, con una gran estructura operativa.
A Los Bayardo se les relaciona con por lo menos nueve secuestros considerados de alto impacto, cometidos en el Distrito Federal y la zona conurbada del estado de México, entre ellos el de las hermanas de la cantante Thalía, Laura Zapata y Ernestina Sodi, en septiembre de 2002.
Para Santiago Vasconcelos el Distrito Federal y los estados de México y Oaxaca es donde existen focos rojos en cuanto a secuestros, sobre todo en las dos primeras entidades, porque, al igual que en las ciudades de Monterrey y Jalisco, se "concentra el mayor ingreso per cápita de la República".
Sin embargo, señaló que para que este delito haya crecido a niveles de alarma social "hay muchos elementos que se conjugan y no son atendidos".
El titular de la SIEDO reconoce que "la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal ha hecho un esfuerzo extraordinario en el combate al secuestro; tiene una unidad magnífica, el fiscal es magnífico, con nosotros actúa constantemente y tiene una buena unidad de investigación policial".
Pero refirió que "el fenómeno no solamente se soluciona con medidas de persecución o punitivas, deben ser complementadas con acciones que lo prevengan; entonces el gran problema es que no hemos tenido una política de prevención adecuada, que nos permita gozar de seguridad y de paz".
Aun así, afirmó que "el procurador (Bernardo) Bátiz es un hombre bien intencionado, preocupado por el tema, pero más allá de cualquier cuestión de orden político, hay que reconocer que tenemos como sociedad algo que nos está provocando una descomposición terrible, y esa descomposición está poniendo en grave riesgo el desarrollo sostenible que es necesario para el país".
Según el funcionario, "el problema de la delincuencia organizada es que en su comienzo no fue atacada y eso ahora nos está haciendo crisis, ya que un grupo de delincuencia organizada dedicada al secuestro o al narcotráfico no se genera espontáneamente, tiene una historia delictiva detrás, que en su momento no fue atacada, y porque hasta la fecha no tenemos medidas de prevención adecuadas, no tenemos una política criminal que establezca la rehabilitación de las personas, una política criminal de cero tolerancia contra estos fenómenos, y esto es consecuencia de una inactividad de las autoridades durante mucho tiempo; se dejó hacer, se dejó pasar".
Aseguró que en materia de secuestros, el delito se masificó y "agobió (a las autoridades) durante 2003 y 2004, aunque con la desarticulación de muchas de las grandes bandas, como la de los hermanos Arizmendi, se generaron muchas otras que actuaron inclusive sin estructuras de seguridad", y eso ha creado delincuentes "que se vuelven extremadamente violentos, porque no tienen esa capacidad de logística ni intelectual para sostener una negociación. Eso desata violencia".