DOMINGO
Nuevo Laredo: verano ardiente
La pastilla del olvido
Quitapolvos
Heidi cumple años
TANTO HA DICHO el canciller Derbez que la violencia en la frontera no nos perjudica ni nos beneficia, sino todo lo contrario, que para sacarlo de dudas el gobierno de Washington tomó la decisión de cerrar su consulado en Nuevo Laredo. Los recientes bazucazos tronaron no muy lejos de la sede diplomática. Mañana no abrirá sus puertas, permanecerá así toda la semana; el viernes próximo decidirá si lo mantiene cerrado más tiempo. Es un golpe tremendo para la vida de los negocios y las familias de la atribulada comarca de los dos Laredos. Las citas para la obtención de visas se reprogramarán, así como los demás servicios consulares, algunos de importancia vital para la actividad comercial. Antes de tomar la drástica acción, el Departamento de Estado había encendido tres veces la alarma -de hecho sigue activada- para que sus ciudadanos no crucen la frontera y, si lo hacen, tomen medidas de precaución extrema, ya que la guerra entre las bandas de narcotraficantes ha convertido la comarca en una zona de alto riesgo. Aparte, varios ciudadanos estadunidenses han sido víctimas de secuestros. Hay algo que le está fallando al gobierno mexicano: tal vez está en el supositorio de que sus espots de televisión sobre un México Seguro que no existe, con el que da atole con el dedo a los mexicanos, tranquilizaría a los funcionarios de la Casa Blanca. Ya vimos que no. Lo que sigue es que cierren la frontera.
Sillas caras
Hay unas que son más caras que el trono de la reina Isabel, de Inglaterra, y el mismo trono de San Pedro, que ocupa el Papa. Son los asientos en la bolsa de valores de Nueva York: tienen un valor de 2.6 millones de dólares cada uno, casi 30 millones de pesos. Sólo hay mil 366; los ocupan las grandes empresas del mundo. Sus dueños tienen el derecho de comprar y vender acciones, levantan capital barato y en forma relativamente fácil. Para Ripley: un empresario mexicano acaba de perder tres lugares: Ricardo Salinas Pliego. Renunció a los asientos de TvAzteca, Iusacell y Elektra. Es que todavía no terminan sus líos con la justicia de Estados Unidos.
Cartel sáfico
LWord es un programa de televisión sobre un grupo de lesbianas. Para hacerle promoción, los productores editaron un cartel que ha llevado un millar de quejas a la oficina que se encarga de estos asuntos. Los quejosos dicen que los impresos muestran a mujeres semidesnudas, empapadas en aceite, y no son recomendables para que los vean los niños; aparte promueven el lesbianismo y acreditan la hipótesis de que en cada mujer (¿a dió?) hay una lesbiana escondida. Las autoridaes resolvieron que las imágenes no son ''sexualmente explícitas'', así que no retirarán la publicidad.
Quitapolvos
Entre los jóvenes estadunidenses se está poniendo de moda un nuevo modo de darse un pasón. Se trata de algo poco común: inhalar el aire comprimido que viene en los botecitos que se usan para limpiar computadoras. Su nombre entre la chaviza es ''dusting''; podría traducirse como ''quitapolvos''. El efecto es tremendo. ''No pude moverme por tres o cuatro minutos; fue una de las experiencias más aterradoras que he vivido'' (un chavo después de darse un ''dusting'').
Heidi
Lo bueno de ser personaje de un comic es que puedes cumplir 125 años y no necesitas crema antiarrugas. Heidi acaba de llegar a esa respetable edad tan fresca y lozana como la primera vez que la dibujó su autora, Johanna Spyri, allá por 1880. Si hubiera venido a México, igual se casa con un científico porfirista; siempre quisieron emparentar con lo mejor de Europa. Se están organizando diversos homenajes a Heidi en Suiza, su tierra natal. Sus aventuras transcurren en una comarca compuesta por dos pueblos: Maienfeld y Walenstadt, en los Alpes.
Pastilla del olvido
Tal vez a los genios de marketing que han diseñado las costosas campañas televisivas de Madrazo, Jackson, Montiel, Yarrington y Enrique Martínez les convendría leer esta notita científica: un equipo de siquiatras de la Universidad de Cornell, en Nueva York, ha descubierto en pruebas con animales que el propranolol, medicamento utilizado para reducir la presión arterial, podría ayudar a olvidar, como si se borrara la memoria, a la gente que ha vivido situaciones traumáticas. Según los investigadores, la terapia sicológica (o mensajes en la tv) que se le da a la gente que sufre síndrome de estrés postraumático, por haber sido víctima de una situación violenta (o 70 años de desgarriate priísta), no siempre es efectiva, y por eso se están buscando otras alternativas. ¿Se imaginan? El PRI podría regalarle pastillas de propranolol a los ciudadanos para que olvidaran la negra historia y volvieran a votar por el dinosaurio.
e@Vox Populi
ASUNTO: OTRA PILDORA
No puede ser que algo tan necesario sea puesto en tela de juicio por aquellos que presumen su respeto a la vida y, peor aún, por los que pretenden politizar y enredar un tema tan simple. A veces no tenemos un condón a la mano, o se nos olvida tomar las pastillas, o tenemos el condón y se rompe, o simplemente nos gana la calentura y nos vamos a la cama. ¿Qué Dios, todopoderoso, todo amor, desea la concepción de un ser humano cuyos padres no lo desean?
Angie Sancho
Yo creo que ni siquiera hay que justificar el uso de la píldora del día siguiente. Es una decisión de cada quien. Abascal parece comunista, quiere un Estado que nos imponga nuestra forma de pensar, de hablar, de hacer el amor, etcétera. Torquemada, Stalin, Abascal. ¿Hay alguna diferencia?
Malena Orzabaleta García
Yo creo que es una descisión que nos corresponde exclusivamente a nosotras, las mujeres. Trabajo en un hospital y veo a tantas jovencitas que llegan graves por un aborto mal atendido.
Alejandra Jaramillo M.