Francia advierte que no avanzará sola en reducirlos
Subsidios al agro mantienen enfrentados a Europa y EU
Cada vez más lejana, la posibilidad de acuerdo en la OMC
Buenos Aires, 30 de julio. Francia está de acuerdo en que la Unión Europea (UE) reduzca los subsidios a las exportaciones agrícolas, pero con la condición de "que Estados Unidos empiece", declaró en Buenos Aires el ministro francés de Agricultura Dominique Bussereau.
Esta declaración ocurre luego de que este viernes concluyera la reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Ginebra sin acuerdos en torno a este tema que ha bloqueado las negociaciones lanzadas en Doha, Qatar, en 2001, cuyo fin es que el comercio ayude al desarrollo de los países pobres.
La meta de la reunión en Ginebra era redactar un borrador sobre un acuerdo mundial de liberalización del comercio para presentarlo el próximo diciembre en Hong Kong, donde se plantea culminar las negociaciones de Doha que han sido bloqueadas debido a las diferencias entre países industrializados en torno a la agricultura, discrepancias que hicieron fracasar la conferencia ministerial en 2003, en Cancún.
Interrogado sobre los resultados de la reunión en Ginebra, particularmente respecto al polémico tema de la reducción de los subsidios a las exportaciones agrícolas, Bussereau exigió reciprocidad y subrayó que Francia, primera potencia agrícola europea, no quería moverse sola en la dirección de limitar las subvenciones.
En una conferencia de prensa que ofreció durante su visita a Argentina, el ministro señaló: "Que Estados Unidos empiece. Europa está lista bajo condición de reciprocidad, pues no queremos ser los únicos en tomar esa decisión".
"Antes de darnos lecciones, hay que mirar las cifras", subrayó Bussereau, quien dijo que la UE es el principal mercado de los países en desarrollo y que la industria agroalimentaria representa 16 por ciento del empleo en Francia.
El tema crucial de la actual ronda de negociación de la OMC es la agricultura, en cuyos avances puede medirse el nivel de compromiso de los países avanzados para ayudar a reducir la pobreza en el mundo en desarrollo.
Los agricultores de los países desarrollados, ubicados principalmente en la UE, Estados Unidos, Canadá, Japón y Australia reciben ayudas por diversas vías. Una de ellas, la más significativa, mediante subsidios directos a la producción; la otra, es con subsidios a la exportación y la tercera con las barreras que los gobiernos levantan a las importaciones provenientes de los naciones menos desarrolladas.
Según el Banco Mundial, las subvenciones agrícolas en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ascienden a 330 mil millones de dólares al año (la mitad del producto interno bruto de México), de los cuales 250 mil millones se pagan directamente a los productores.
Esto tiene por efecto estimular la superproducción en países ricos con costos elevados y excluir los productos potencialmente más competitivos de los países pobres. Por ejemplo, los gobiernos de los países de la OCDE dan a los productores de azúcar ayudas al año por 6 mil 400 millones de dólares, suma equivalente al total de las exportaciones de azúcar de los países en desarrollo.
El 9 de julio pasado, después de participar en la reunión del Grupo de los 8 (G-8) países más industrializados, Supachai Panitchpakdi, secretario general de la OMC, dijo en una entrevista con The Independent que una falta de acuerdos concretos en el tema agrícola antes de la reunión ministerial de diciembre próximo en Hong Kong podría hacer fracasar la nueva ronda de apertura comercial, en que está empeñado el organismo.
"Hemos agotado los debates técnicos en Ginebra (sede de la OMC) y necesitamos la acción de la política lo más pronto posible. Estoy preocupado", dijo en esa entrevista.
"Hemos avanzado un poco lento y estoy un poco alarmado", dijo. "Si no logramos un avance sustantivo en julio vamos a tener mucha carga para los meses del verano. Después sólo tendremos dos meses para prepararnos completamente para Hong Kong", en alusión a la próxima reunión ministerial del organismo, que se realizará en diciembre en la ex colonia inglesa.
Existe una creciente especulación de que las pláticas probablemente correrán el mismo camino que en el encuentro previo de Cancún, México, en septiembre de 2003. Entonces, toda la negociación se colapsó después de que cuatro países africanos dejaron las negociaciones acusando a los países ricos de bloquear sus posturas.
"Podemos repetir los errores de Cancún, de ir a Hong Kong con un programa de pendientes totalmente cargado", dijo Supachai. "Necesitamos terminar la mayoría de los puntos clave antes de ir a Hong Kong. Eso es por lo que estoy preocupado".