La educación superior se vende como mercancía, dice
Aumenta el manejo empresarial de universidades, alerta catedrático
La tesis oficial sobre la educación superior, establecida por el presidente Vicente Fox desde el principio de su administración, ha sido manejar a las universidades como si fueran empresas, atendiendo con "eficiencia y productividad" las exigencias que plantean sus mercados, asegura Eduardo Ibarra Colado, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Iztapalapa.
Sin embargo, añade, esta tesis alude al cómo -los principios de eficiencia económica y "rentabilidad social"-, pero nunca se habla del para qué, es decir, del proyecto de nación que otorgaría legitimidad y sentido a una transformación de este tipo.
En su estudio Origen de la empresarialización de la universidad, Ibarra Colado asegura que al proponer el manejo de la universidad como una empresa, lo que en realidad hace el gobierno, los funcionarios y sectores de la sociedad que piensan así, es introducir la experiencia estadunidense, "intentando asimilarla como nuestra, bajo el principio del mejor interés en beneficio propio".
En el documento publicado en la Revista de la Educación Superior, editada por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, el investigador añade: "no se llega a comprender que esta es la manera de disolvernos como nación, integrando al México SA y sus instituciones como subsidiarias o franquicias periféricas del USA Inc. y sus redes corporativas.
"A partir de sus propios estándares y mediciones, este one best way se reconoce como 'exitoso', aunque sus beneficios no incluyan a todos ni se transforme en una contribución específica y tangible para la sociedad."
Y se pregunta: "¿quién ha ganado con la transformación de la universidad? Sin duda no ha sido la mayoría".
Para el investigador de la UAM no se puede poner en duda que en México existe una nueva universidad, que funciona cada vez más como empresa, cumpliendo trámites y evaluaciones de todo tipo.
El autor refiere también que importa poco la "altísima prioridad" que se le otorga a esta institución en los discursos de gobernantes y políticos, pues en los hechos se le destinan magros presupuestos y todo se le regatea.
"Poco importa si la universidad influye en la existencia de millones de ciudadanos mexicanos que la ven pasar de lejos, si atiende puntualmente las necesidades de las corporaciones en su carrera desenfrenada por la ganancia."
Porque -añade-, finalmente la empresarialización de la universidad, al margen del reconocimiento de los intereses del país, "ha intentando desarticular tejidos sociales para someter el conocimiento al poder de los mercados, facilitando su apropiación".
Sentido de la universidad
Ibarra Colado señala que para escapar de este "extravío" y encontrar sentido y razón de ser de la universidad en México, hoy es necesaria la construcción de un proyecto de nación independiente y viable en los escenarios de la mundialización, considerando con detalle suficiente las consecuencias de sus ciclos del proceso de empresarialización.
Sostiene que al analizar las "negatividades" de tales ciclos, "estaremos en condiciones de forjar opciones de futuro, que hagan de la universidad una institución que se encuentre por primera vez al servicio pleno de la sociedad".