Presentan La canallada del desafuero para principiantes, de El Fisgón y Hernández

¿Qué presidente nos ha hecho reír tanto como Fox?, pregunta Rius

Salinomix, Vocerix y Diplomatón Zeta, entre los fármacos que ingiere el Presidente: Helguera

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Entre broma y broma la verdad se asoma, y más rápido cuando las bromas están a cargo de los moneros El Fisgón, Helguera, Rius o Hernández.

Los cuatro, acompañados del periodista Ricardo Rocha, dieron rienda suelta a sus locuras y comentarios mordaces en la presentación del libro La canallada del desafuero para principiantes, ayer en el parque Margáin, a unos metros del departamento de Andrés Manuel López Obrador, que se convirtió en sitio emblemático entre el 8 y el 25 de abril pasado.

Ahí los autores del libro -Rafael Barajas, El Fisgón, y José Hernández- mostraron las "evidencias" de la alianza Fox-Salinas-Sahagún-diputados-PGR similares y conexos en un intento, fallido, por impedir que López Obrador llegara a las boletas electorales del 2006.

Este libro, publicado por Grijalbo, no sólo es la crónica de la canallada que representó el proceso de desafuero contra el ahora ex jefe de Gobierno capitalino, sino del hecho de que un presidente de la República se rebajara a organizar una campaña de desafuero contra un ciudadano; eso en ningún país del mundo se había dado, ni siquiera en México, donde cualquier cosa puede pasar, dijo Eduardo del Río, Rius, ante más de mil personas que acudieron a la convocatoria y, aunque la mayoría alcanzó silla, varias decenas se quedaron de pie durante las casi dos horas que duró la presentación.

Esas más de mil personas gritaron "¡No!" y "¡Fuera Fox!" a la propuesta de Rius de mantener a Vicente Fox otro sexenio. Les voy a explicar por qué, dijo entonces el caricaturista, "dígannos, sinceramente, ¿qué presidente nos había hecho reír tanto? ¿Cuándo habíamos tenido un presidente tan divertido? ¿Una pareja imperial como Foximiliano y Martota? Pero como no pasa mi propuesta, entonces vayan y chinguen a su madre".

Antonio Helguera develó el misterio de los cambios de conducta del Presidente. "Hay algunos simplistas que creen que es porque es tonto, pero creo que hay otras razones, y algunos legisladores comparten mi opinión, y es que el Presidente ingiere muchos medicamentos".

A continuación los nombres de los medicamentos, obtenidos por medios poco ortodoxos: Píldora para la leperada del día anterior (que sí funciona, pero tiene efectos secundarios: afecta el habla y produce titubeos en la conducta, y no produce inteligencia); Salinomix, que es la píldora de la política económica del día anterior; una bolsita con toloache; te de tila para el escándalo del día después; Prozac o píldora del berrinche del día después; Vocerix, que es la píldora para la declaración del día o la hora anterior, y el Diplomatón Zeta para el conflicto diplomático en puerta, que por cierto no se toma en Los Pinos, sino en la Secretaría de Relaciones Exteriores.

El del desafuero es un capítulo que en principio podría parecer negro, como los cartones que publicaron todos los moneros el mismo día, pero a mí me parece un capítulo luminoso para la vida de este país: desde el poder se decidió evitar no solamente que un mexicano que tenía derecho participara en su proyecto de cambio y que todos y cada uno de nosotros pudiéramos ejercer nuestro derecho a decidir, que es lo que nos distingue a los seres humanos del resto de los habitantes de este planeta, dijo a su vez Ricardo Rocha.

El 24 de abril, recordó, cientos de miles de personas participaron en la marcha, aun cuando no fueran simpatizantes de López Obrador. "Fox también marchó, pero para atrás".

Fue entonces cuando El Fisgón y Hernández dieron a conocer el mal estado de sus finanzas, ya que sólo pudieron comprar una almohada de Vicente Fox, una bota navideña, una calceta sin par y unos calzones para hombre en la subasta de la ropa que donó Marta Sahagún.

De la almohada presidencial, la bota navideña y la calceta salieron, entre otros artículos, todos los personajes involucrados en el desafuero, un documento anónimo con reminiscencias salinistas y varios documentos comprometedores, entre ellos cartas pasionales de Marta a Vicente y viceversa.

De los calzones... Bueno, esos sirvieron para demostrar, a decir de los moneros, que "el proceso de desafuero no fue hecho con las patas".