¿LA FIESTA EN PAZ?
Ecos de una mesa
FUE DURANTE LA celebración de la quinta Muestra Taurina Puebla 2005 -sucesión de reconocimientos, exposiciones, recitales, subastas, flamenco y hasta una novillada- que se llevaron a cabo dos mesas redondas en el patio del palacio municipal de la Angelópolis.
EN LA PRIMERA , con la participación de Jorge de Haro, presidente de los ganaderos; Julio Téllez, conductor del programa Toros y toreros; Horacio Reiba, cronista taurino de La Jornada de Puebla, y el matador Jerónimo, moderados por Enrique Núñez, director del periódico local Intolerancia, me dicen que prevaleció un tono tan conciliador como esperanzado en que lo que va quedando de la fiesta de toros muy pronto habrá de repuntar, gracias al notable surgimiento de nuevos y prometedores prospectos, a otros niveles de taurinismo, pasión e interés.
EN LA SEGUNDA mesa redonda, con el empresario Javier Marroquín, el ganadero José María Arturo Huerta, el cronista de Televisa Guillermo Leal, el matador Marcial Herce (director de cultura de la Asociación de Matadores) y yo, y como moderador el matador en retiro Raúl Ponce de León, las cosas ya no fueron tan conciliadoras, si bien prevaleció un tono de respetuosa reflexión en voz alta.
PONCE DE LEON, elocuente y punzante como su inolvidable tauromaquia con la que de novillero abarrotaba la Plaza México y salía a hombros aun sin cortar orejas, advirtió: "Yo nunca he sido moderado en nada y a Guille Peregrina -coordinadora general de esta y las anteriores muestras- se le ocurre ponerme de moderador. A ver cómo nos va".
MARCIAL HERCE, TORERO de redaños, de brío y valor fuera de serie, fue muy claro al refutar a algunos de los participantes: "Más que apoyo, lo que le falta a la fiesta es verdad, sobre todo con relación al toro. El apoyo se debe reflejar en el valor que las empresas le otorguen a aquellos que vestidos de luces realmente se la jueguen delante del toro y el novillo íntegros. No se trata de apostar por los jóvenes o por los viejos, sino por los toreros que sepan dar espectáculo. ¡Pero que salga el toro para todos!", concluyó.
EL EMPRESARIO MARROQUIN confesó: "Me metí a hacer empresa porque comprobé que no hay empresas ni liderazgo entre los empresarios. Vaya, me salía más barato hacer empresa que comprarles boletos o novillos a los muchachos para que torearan. La falta de profesionalismo en todos sus sectores es lo que tiene a la fiesta al borde de la tumba. Nadie le pregunta al público qué quiere, sino se le impone lo que algunos suponen que quiere".
EL GANADERO PEPE Huerta insistió en que "hay que unificar esfuerzos, pues el enemigo está dentro de la fiesta. Hay que apoyar a los que destaquen, pues la crisis obedece a que no hay figuras que interesen. Que la prensa y todos seamos positivos y unidos", aunque ya no especificó en torno a quién. "Nosotros tenemos nuestra propia fiesta, no hay por qué importar ganado español".
GUILLERMO LEAL FUE más específico y reveló: "La crisis de la fiesta es también de información. Uno tiene que pelearse con editores y productores para que los toros tengan cabida en el espacio de cada medio. Es preocupante escribir de algo que tenga interés. Pero en la vida hay que hacer amigos, que no es sinónimo de complicidad".