GARROTES
Y ZANAHORIAS
PASO A
PASITO
China ha apreciado su moneda,
el renminbi (yuan), en su valor frente al dólar. El ajuste fue
ahora
pequeño, solo 2.1 por ciento, pero se anunció como un
paso en lo que
podría llegar hasta 10 por ciento. Este es el resultado de
varios meses
de presiones para adaptar las condiciones de los mercados
internacionales y el papel de ese país como potencia
exportadora.
Washington negoció la nueva política cambiaria de
Pekín, que aplicó el
banco central, uno de los argumentos que usó fue el de la
inclinación
protecci onista
que podría verse en el Congreso para frenar las importaciones
chinas
que se han puesto hasta arriba entre los proveedores externos. Los
responsables de la política financiera muestran así su
cautela para no
distorsionar con la revaluación las condiciones
económicas al alentar
la especulación. Insisten en que el tipo de cambio del renminbi
debe
adecuarse a la forma de funcionamiento de la actividad productiva sin
convertirse en un obstáculo para el acelerado crecimiento
generado en
los últimos años. El movimiento cambiario se aprecia como
parte de las
reformas que se instrumentan para convertir a China en un jugador pleno
de la economía mundial. En México esta situación
se hace llamativa
pues, en primer término, China ha desplazado al país ya
del segundo
lugar entre los exportadores al mercado de Estados Unidos. El
estímulo
generado por el TLCAN se va agotando, la estabilidad cambiaria del peso
frente al dólar no es un factor que promueva las exportaciones y
los
productores nacionales quisieran una devaluación para aumentar
la
competitividad. El caso se presenta, así, de modo contrario a lo
que
ocurre en China. Este es un asunto que se refiere a la estructura del
comercio exterior de México, es decir, qué se exporta y
quién lo hace,
lo que finalmente determina el valor de las corrientes del comercio, la
composición de los productos y la manera en que se fijan los
precios.
Esa estructura es difícil de modificar y requiere de una
redefinición a
fondo de la política comercial que permita crear ventajas
competitivas
para las empresas mexicanas con mayor inversión y capacidad
tecnológica. El país está perdiendo la guerra de
la competencia, se
está convirtiendo en un patio de exportaciones de unos cuantos
sectores, unos cuantos productos y unas cuantas empresas, sin que esas
actividades se conviertan en fuerza dinámica del crecimiento §
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