Relativa desaceleración de la demanda mundial de petróleo; la del gas, en alza
El mercado exigirá menos crudo, en especial porque los países cambian al gas para generar energía
Panorama de la industria energética mundial
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El consumo mundial de energía ha crecido durante los tres años pasados a una tasa promedio anual de 4.2%. Las principales causas han sido el extraordinario incremento en la demanda energética de China y un crecimiento mayor del esperado en el uso de energía en Estados Unidos y Europa Occidental que, en forma conjunta, representan casi 50% del consumo global. En adelante se prevé que la demanda energética global continúe elevándose de manera rápida, tomando en consideración que en 2009 Asia y Australasia (sin contar Japón) podrían consumir tanta energía como América del Norte.
La demanda de petróleo crecerá de manera más lenta que la de otras fuentes, principalmente porque los países están cambiando al gas para la generación de energía.
Pero a pesar del modesto crecimiento de la demanda, el suministro será escaso y es probable que la importancia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) como productor de crudo se incremente en la medida en que se estaciona la producción de los países no afiliados a ella.
La demanda de carbón continuará elevándose de manera destacada en los países emergentes que carecen de reservas petroleras. La demanda de gas natural, fuente de energía que se considera menos contaminante que otros combustibles fósiles, también aumentará en forma vigorosa; muchos países realizan inversiones considerables para elevar su capacidad de importación mediante la construcción de terminales receptoras. Las fuentes alternativas de energía (solar, nuclear y eólica) serán más importantes en el mundo desarrollado al crecer la demanda de energía menos contaminante. No obstante, la energía derivada de dichas fuentes es cara y eso impedirá un giro importante en su uso.
Se estima que la demanda total de energía en el mundo aumentó 3.8% en 2004, después de un crecimiento de 3.3% el año anterior. La causa principal de la ampliación de la demanda de energía ha sido la rápida expansión de las economías de China e India. El pujante desempeño de la economía de Estados Unidos y un modesto repunte en el crecimiento de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han sido también factores de importancia.
No se espera un cambio fundamental en este cuadro durante el periodo de pronóstico, en el que la demanda total de energía crecerá casi 3.2% por año y alcanzará el equivalente a 11 mil 100 millones de toneladas en 2009. De acuerdo con el pronóstico de EIU, Asia y Australasia (sin contar Japón) consumirán tanta energía como Norteamérica en 2009. Se espera que el consumo total de energía de Asia y Australasia crezca en una tasa promedio anual de casi 6% por año en el periodo, lo que se compara con la tasa promedio anual de crecimiento en la demanda de energía de casi 2.3% en Norteamérica y 2.3% en Europa occidental en el periodo 2005-2009.
Petróleo
Se presume que la demanda de petróleo se incrementará un poco más de 2% por año en el periodo de análisis, tasa más lenta que la de otras fuentes de energía primarias, motivada en forma decisiva por el declive en el uso de productos derivados del petróleo en la generación de electricidad, así como el cambio hacia el gas natural como combustible opcional para las nuevas estaciones energéticas. En consecuencia, el incremento en el consumo de petróleo se debe primordialmente al aumento en las ventas de vehículos, en particular en Asia.
Sin embargo, a pesar de que la demanda de petróleo crecerá en forma más lenta que la de otras fuentes de energía, el ascenso anual de 2% en el consumo de dicho energético hace necesaria una producción extra de crudo equivalente a casi 1.8 millones de barriles por día (b/d). Los proyectos de desarrollo de campos petroleros que se ejecutan en Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos, Argelia, Kuwait, Rusia y Africa Occidental garantizan que el temor sobre un posible déficit en el suministro se mitigue desde mediados de 2006 en adelante. Estas preocupaciones se acentuaron en 2003 y 2004 por las tensiones políticas en Medio Oriente y el gradual reconocimiento de que la demanda global de petróleo estaba creciendo muy rápido.
En septiembre de 2003 la Agencia Internacional de Energía (AIE), la fuente más autorizada en cuanto al consumo real de petróleo, estimó que el mundo consumiría 79.4 millones b/d de petróleo en 2004. A partir de esa fecha tal estimación fue ajustada al alza en forma constante. En octubre de 2004 la AIE había establecido una cifra de 82.4 millones b/d de consumo global para ese año. Esto significa que en el espacio de 12 meses tuvo que reconocer que el mercado requirió 3 millones b/d de producción adicional para satisfacer la demanda.
Durante el periodo que se pronostica, y en forma posterior, es probable que se acreciente la importancia de la OPEP como productor de petróleo, en la medida en que la producción de fuentes no afiliadas a la OPEP se estancará en casi 50 millones de barriles diarios. Gran parte del crudo que se requiere para satisfacer la demanda que se generará a partir de 2010 tendrá que provenir de Medio Oriente y del norte de Africa, donde se localiza la mayor parte de las reservas probadas de petróleo del mundo.
Entre los grandes productores, Arabia Saudita es el que ha reaccionado de manera más rápida ante la necesidad de mayores suministros. Para fines de 2007 la empresa saudita Aramco terminará el desarrollo de otros tres campos petroleros, lo cual aumentará su producción en 500 mil b/d, y durante los siguientes dos o tres años extraerá 1.5-2 millones b/d adicionales, y con ello elevará su capacidad total a cerca de 15 millones de barriles diarios.
La política petrolera de Arabia Saudita se basa en tener al menos 2 millones b/d de capacidad sobrante disponible para estabilizar el mercado global cuando sea necesario. Es probable que durante el periodo de pronóstico se generen unos 2 millones de barriles por día de capacidad de producción adicional en algún lugar de la región de los Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Argelia y Libia. Las dificultades políticas y contractuales continuarán siendo un obstáculo en el desarrollo de la industria petrolera iraní.
No se espera que ocurran mayores incrementos en la producción de Irán durante el periodo proyectado.
Arabia Saudita y Kuwait han emprendido también varios proyectos de refinación en una tentativa de establecer un control más fuerte del mercado global de productos refinados de petróleo. Los márgenes de refinación han sido presionados a niveles históricos, en la medida en que se ha comenzado a discutir la capacidad de las refinerías de Estados Unidos, Europa y Asia para atender la creciente demanda y las especificaciones más altas de combustible.
Gas natural
El consumo global de gas natural crece con rapidez en razón de su atractivo como un combustible relativamente limpio para la generación de electricidad y debido a los avances tecnológicos relacionados con su explotación y transporte. De acuerdo con EIU, el comercio interregional de gas natural se triplicará de 417 mil millones de metros cúbicos en 2002 a un billón 270 mil millones de metros cúbicos en 2030. Se espera que el gas natural licuado represente 50% del total del comercio interregional de gas en 2030, lo que se compara con el actual nivel de 30%.
De la misma manera, se espera que el consumo de gas natural se eleve en cerca de 3% al año entre 2005-09, con la tasa de crecimiento más rápida en Asia y Australasia, donde se espera que la demanda crezca cerca de 4.5% al año. Esta región (incluso Japón) sumaba 20% del consumo global de gas natural en 2004, comparado con 29% de Norteamérica y 18% de Europa occidental. Buena parte del gas que se suministra a Asia se importa en forma de gas natural licuado. Japón es el mayor importador de gas natural licuado del mundo, con compras de cerca de 80 mil millones de metros cúbicos en 2003. Sus principales proveedores son Indonesia, Malasia, Australia, Qatar, Brunei y los Emiratos Arabes Unidos. Corea del Sur es el segundo, con importaciones de 26 mil millones de metros cúbicos de gas natural licuado en 2003, principalmente de Qatar, Indonesia, Omán y Malasia. China se perfila como el próximo importador más grande de Asia. Su primera terminal de recepción, en la provincia de Guangdong, está propuesta para arrancar a mediados de 2006, con la australiana North West Shelf como proveedor. La segunda, en la provincia de Fujian, calcula importar gas natural licuado en 2007 del proyecto Tangguh, en Indonesia.
Se espera que en el periodo del pronóstico China construya al menos tres terminales más de recepción de gas natural. Basándose en planes ya anunciados, China podría estar importando hasta 45 mil millones de metros cúbicos al año para 2010, con proveedores que incluyen a Irán y el proyecto Sakhalin, en las costas rusas del Pacífico.
El gas natural licuado es elemento central en la estrategia del gobierno chino para incrementar el consumo de este energético en la mezcla nacional de energía de menos de 3% a 6% para 2010 y 8% para 2020. Esto será un logro que se dará a expensas del carbón, el cual origina más contaminación que el gas y no se encuentra tan disponible en las provincias costeras, de rápido crecimiento.
Estados Unidos se convierte paulatinamente en un mercado de peso para las importaciones del gas natural licuado. En la actualidad este país cuenta con cuatro estaciones receptoras de gas en operación, todas en la costa este; la construcción de una quinta, llamada Puente Energético del Golfo, se acaba de concluir en las costas de Luisiana. Estados Unidos importaba 17 mil millones de metros cúbicos de gas natural licuado en 2004, un incremento de 18% sobre la cuota del año anterior. Esto sólo representó 27% del consumo total de gas en Estados Unidos y sólo 14% del total de importaciones de gas.
Sin embargo, el papel del gas natural licuado para satisfacer la demanda estadunidense de gas se expande con rapidez, ya que la producción doméstica se ha estancado y hay pocas esperanzas de contar con suficientes suministros extras transportados a través de oleoductos desde Canadá.
En abril de 2005 la Comisión Reguladora de Energía (FERC, por sus siglas en inglés) aprobó ocho nuevas terminales receptoras de gas natural licuado, con una capacidad combinada de más de 100 mil millones de metros cúbicos al año, y están pendientes solicitudes para otros 25 proyectos, incluidas ampliaciones. Todos estos proyectos, aun aquellos que han obtenido la aprobación de la comisión, necesitarán superar la oposición local, pero es probable que al menos tres nuevas terminales de gas natural licuado arranquen actividades en Estados Unidos durante el periodo del pronóstico.
La mayor parte del gas natural licuado que se suministra a Estados Unidos proviene del proyecto de gas natural licuado del Atlántico, en Trinidad y Tobago. Varios productores latinoamericanos, entre ellos Venezuela y Perú, se han enfocado al mercado estadunidense.
Sin embargo, deberán lidiar con las ambiciones de Qatar, el cual pretende asegurar una posición dominante en dicho mercado, y así convertirse en el líder mundial en la provisión de gas natural licuado. Qatar está trabajando con sus principales socios inversionistas, las corporaciones ExxonMobil y ConocoPhillips, en varios proyectos grandes de expansión, con el propósito de ofrecer gas a Estados Unidos, Inglaterra y Francia.
Se ha programado que en los próximos cinco años Egipto recibirá abasto extra de gas natural licuado. Este país enviará sus primeros cargueros a España a comienzos de 2005.
En Egipto se construyen tres trenes de exportación de gas natural licuado, y se espera tener otros dos en funcionamiento en 2009.
También Argelia trabaja en cierta cantidad de proyectos para aumentar sus exportaciones de gas, tanto en forma de gas natural licuado como mediante un gasoducto hacia el sur de Europa.
La experiencia ganada por grandes compañías petroleras (de manera notable BP, Grupo BG, ExxonMobil y el grupo Royal Dutch/Shell) en proyectos de gas natural licuado ha conducido a reducciones progresivas en costos de capital y tiempos de procesamiento.
La mayoría de los contratos de exportación de gas natural licuado se basan en acuerdos de largo plazo. Sin embargo, se vuelven más comunes las ventas espot de este energético, tendencia se hace más fuerte en el periodo de pronóstico.
De acuerdo con estimaciones de Cedigaz, centro internacional de información sobre este energético, las reservas globales de gas natural representaron 180 billones de metros cúbicos. A las actuales tasas de producción, sería suficiente para al menos 66 años. Sin embargo, las reservas potenciales de gas son mucho más grandes que las probadas. Las compañías petroleras están preparadas para invertir recursos en la búsqueda de gas, aun cuando en el pasado la mayor parte del gas se descubría en la exploración de yacimientos de petróleo. El crecimiento de la industria del gas natural licuado ha añadido valor a las reservas de gas que de otra manera habrían resultado difíciles de incorporar al mercado.
El rango de la industria del gas se amplía ahora con el crecimiento de la industria del gas-a-líquidos (GAL). Considerando que el gas natural licuado conlleva un cambio físico de gas a líquido (mediante la disminución de la temperatura a menos 160 grados centígrados) y de vuelta al estado gaseoso, el otro proceso, GAL, implica una reacción química que transforma el gas en combustibles líquidos sintéticos, incluidas las formas más puras de gasolina y diesel. Actualmente sólo existen en operación dos plantas GAL relativamente pequeñas, en Sudáfrica y Malasia. Sin embargo, la primera de una serie de plantas mucho más grandes se ha programado para empezar construcción en Qatar en 2005. Para 2011, suponiendo que todos estos proyectos rindan frutos, Qatar estaría produciendo 800 mil b/d de líquidos en plantas GAL. Nigeria, Argelia y Australia también están considerando invertir en plantas GAL. Las principales compañías involucradas con el proceso GAL son Sasol de Sudáfrica, Shell, ChevronTexaco, ConocoPhillips y ExxonMobil.
Fuentes alternativas de energía
El deseo de generar energía de fuentes alternativas, en particular en el mundo desarrollado, se está incrementando. La energía alternativa, o combustibles no fósiles, va de la energía eólica y solar a la nuclear, y llama la atención por dos razones. Primera, porque tiende a emitir menos bióxido de carbono (o nada) hacia el medio ambiente, lo que las hace atractivas a los ambientalistas. Segunda, las fuentes de energía alternativa son renovables.
Pero una falla sustancial en el modelo económico de precios ha demorado el desarrollo de fuentes alternativas, haciéndolas prohibitivas de tan caras. Los combustibles fósiles desvían del usuario de energía el costo de las emisiones de dióxido de carbono, por lo cual el precio es relativamente bajo.
En comparación, las fuentes alternativas de energía producen poco o ningún dióxido de carbono, pero su precio para el usuario es más alto y en consecuencia los incentivos para el desarrollo de estas fuentes están estancados. A pesar de los problemas, la demanda de energía alternativa se elevará en 2005-09, aunque desde una base baja. Los gobiernos tratarán de superar el modelo defectuoso de precios ya sea por medio de la provisión de subsidios, lo cual estimula el desarrollo de recursos alternativos, o mediante la fijación de impuestos al uso de energía no renovable.
La Unión Europea, que genera 24% del total mundial de las emisiones de gases de invernadero, se ha comprometido formalmente a alcanzar la meta que se fijó en el Protocolo de Kyoto, de reducir sus emisiones a menos de los niveles de 1990. Para este fin ha dado gran apoyo al desarrollo de fuentes de energía renovables que no usen agua, con resultados notables en Dinamarca, Suecia, Finlandia, España, Alemania y Holanda. En la actualidad, estas fuentes representan sólo cerca de 5% de la generación de energía en la UE, pero el pronóstico es que se eleven a cerca de 16% para 2030. En Estados Unidos, que produce el 36% mundial de gases de invernadero y permanece fuera del Protocolo de Kyoto, el incremento será mucho más modesto, de menos de 3% a cerca de 7.5% en el mismo periodo.
La energía nuclear representa casi 6% del consumo primario de energía del mundo (en forma aproximada la misma proporción que la hidrolectricidad). Tiene varias ventajas sobre los combustibles fósiles: sus costos de operación son mucho más bajos y no genera emisiones de dióxido de carbono. Sin embargo, estos beneficios se oponen a los temores sobre la manera de deshacerse de la basura nuclear y la posibilidad de accidentes con este tipo de energía.
El aumento de los precios de gas y petróleo ha estimulado un renovado interés por la alternativa nuclear en los principales países de la Unión Europea, Japón y Estados Unidos (que en conjunto representan casi 70% de la capacidad de generación nuclear en el mundo). Francia, por ejemplo, ha comenzado un programa para renovar sus 58 reactores nucleares en un plazo tentativo de 20 años. Las rehabilitaciones (y un puñado de nuevos proyectos) implicarán el despliegue del nuevo reactor europeo de agua presurizada, desarrollado por Framatome (propiedad conjunta de Siemens y Areva). En forma reciente, la Agencia Internacional de Energía Atómica modificó su pronóstico para la energía nuclear y espera que la capacidad atómica se eleve a 427 gigavatios en 2020, a partir de su nivel actual de 367 gigavatios (un gigavatio = mil millones de vatios).
FUENTE: EIU
Traducción de textos: Jorge Anaya