Ellos y sus familias, con alto riesgo de incurrir en lavado: Alert Global Media
Cuida la banca manos de figuras políticas
"¿Quién puede decir no a una primera dama o a sus hijos?", plantea Charles Intriago
El nuevo foco de atención de instituciones financieras para prevenir el lavado de dinero son personajes de la vida pública. Después de que dos ex presidentes de Costa Rica, uno de Nicaragua, otro de Guatemala y el ex dictador chileno Augusto Pinochet han sido puestos en evidencia de haber mantenido cuentas de fondos irregulares, especialistas han dado la señal de alerta sobre el tema.
"Quién puede decir que no a una primera dama o a los hijos de un presidente o un ministro", planteó Charles Intriago, presidente de Alert Global Media, en una de las sesiones de la sexta Conferencia Latinoamericana sobre Lavado de Dinero, que se realiza en la ciudad de México.
"El nivel de percepción de la corrupción y los hechos que específicamente se conocen en las instituciones financieras son diversos, pero a escala latinoamericana las empresas públicas descentralizadas, las municipalidades, los ministerios y el Poder Judicial están en todos los casos entre los cinco tipos de instituciones con más altos niveles de corrupción", expuso a su vez Luis Bogantes Rodríguez, director de riesgos del Banco Nacional de Costa Rica, una de las firmas usadas por ex presidentes de ese país para mover fondos irregulares.
Personajes públicos o políticos influyentes tienen que llevar a algún banco el dinero de las comisiones o sobornos. Y cuando esas operaciones son puestas al descubierto, las instituciones sufren pérdidas importantes en metálico por las multas aplicadas, pero también una caída en su credibilidad presente y futura, que a la larga es más costosa.
El tema fue puesto sobre la mesa en las discusiones del seminario organizado por Alert Global Media. "¿Quién le dice a un general influyente, a un ministro o a los hijos de un presidente que no quiere manejar sus cuentas en ese banco?", planteó Intriago. "Al otro día, o le pasa algo o comienza a sufrir represalias administrativas", añadió.
Hay varios casos que se pueden documentar. Desde las cuentas de Raúl Salinas de Gortari en Citibank (tenía una ejecutiva, Amy Elliot, encargada de hacer las gestiones) hasta otros más recientes. El ex dictador Augusto Pinochet tenía en los bancos Riggs, Espírito Santo y Santander Internacional 28 cuentas con alrededor de 17 millones de dólares, cuando su salario desde que comandó el golpe de Estado en septiembre de 1973 hasta 2004 -cuando seguía cobrando como senador vitalicio- había sido de 661 mil 732 dólares.
O, más recientes, los dineros sucios de los ex presidentes de Costa Rica Miguel Angel Rodríguez y Rafael Angel Calderón, el ex mandatario de Guatemala Alfonso Portillo o el de Nicaragua Arnoldo Alemán.
"El tema de la corrupción pública, junto al narcotráfico, constituyen dos de los problemas internacionales más graves. La magnitud financiera de estas operaciones sólo es superada por la industria del petróleo", planteó en su ponencia Luis Bogantes, quien desde el Banco Nacional de Costa Rica ha participado en las investigaciones contra los ex presidentes Rodríguez y Calderón.
"El crimen organizado que surge del narcotráfico puede llegar a estimular la corrupción administrativa, ya que poderes públicos, policías corruptos y una justicia mal aplicada son condiciones para su existencia", añadió.
Comentó que hasta hace pocos años, al momento de establecer relación con alguna figura pública reconocida, las entidades bancarias procuraban realizar los trámites de la manera más expedita posible, en algunos casos soslayando ciertos requisitos mínimos. El panorama para estos personajes, sus familiares y colaboradores cercanos ha cambiado, añadió.
Ahora los bancos están obligados a "encender una alerta roja" en cuanto detectan que están tratando con una "persona políticamente expuesta", llamados en la jerga financiera PEP, por las siglas en inglés de politically exposed person. "Esos clientes son considerados de alto riesgo". En México, confirmaron directivos bancarios, todas las instituciones del sistema tienen listas de "PEP".