Indignación y temor en España; Rodríguez Zapatero suspende sus vacaciones

Procesarán a nueve agentes supuestamente implicados en la muerte de un agricultor

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 4 de agosto. La muerte del agricultor Juan Martínez Galdeano, víctima de presuntas torturas y malos tratos, provocó la suspensión temporal por seis meses de nueve agentes de la Guardia Civil por su supuesta implicación en estos hechos.

El principal implicado es un teniente que el día del fallecimiento, el 24 de julio pasado, estaba al mando de la comisaría de Roquetas de Mar, en la provincia del sureste español de Almería, Andalucía.

Los datos ofrecidos hasta ahora por la investigación judicial apuntan a que el agricultor de 39 años murió tras sufrir un paro cardiaco, presuntamente originado por la asfixia y vejaciones a las que fue sometido por los agentes españoles.

Las principales fuentes de investigación son la autopsia realizada al fallecido y el video sustraído de una cámara del interior del cuartel, en que habrían quedado registrados los malos tratos y torturas.

Ante la gravedad de los hechos, el Ministerio del Interior, presidido por el socialista José Antonio Alonso, anunció, además de la suspensión temporal de los nueve agentes, la apertura de expedientes y su procesamiento penal.

Asimismo, se anunció la comparecencia del propio ministro español en el Parlamento para el próximo 17 de agosto, donde deberá informar de forma pormenorizada todos los detalles de los hechos.

Alonso explicará ante el Congreso los resultados de la investigación interna en este mes, según comunicado de su ministerio, en que reiteró "su firme compromiso de ser absolutamente inflexible para atajar comportamientos antijurídicos que pudieran cometer funcionarios públicos" y se "compromete a llegar hasta el final en la investigación para aclarar lo sucedido".

La indignación y alarma provocada por esta muerte obligó a que inclusive el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, decidiera suspender sus vacaciones para encabezar la actuación de la administración en esta crisis, al tiempo que se anunció "máxima firmeza y rigor" en la indagación del fallecimiento por torturas en una comisaría española.

En tanto, los restos del agricultor, que dejó una viuda y un hijo, fueron sepultados en el cementerio de su localidad, en que centenares de vecinos se congregaron de forma espontánea en la sede de la Guardia Civil para expresar su indignación y gritar consignas contra los agentes españoles, a los que llamaron "asesinos".