La osamenta aportaría datos sobre el origen del hombre en América
Militares de EU obstruyen estudio de esqueleto de 9 mil 300 años
El descubrimiento de los restos del llamado hombre de Kennewick ocurrió hace nueve años en Washington
Científicos afirman que el cráneo se asemeja a grupo aborigen de Japón
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El modelo ya concluido FOTO Ap
Foto: Ap
Nueve años después del descubrimiento de los restos del llamado hombre de Kennewick, de 9 mil 300 años de antigüedad, enterrados parcialmente cerca de un río, los científicos han comenzado por fin a estudiar ese esqueleto, uno de los más íntegros hallados en América del Norte. Algunos expertos creen que podría llevar a claves importantes sobre el origen de la población de este continente.
Los restos fueron guardados cuando unos estudiantes los descubrieron por accidente en el estado de Washington (EU), en 1996, debido a una disputa legal sobre quién debería tener acceso a ellos. Algunas tribus indígenas alegaban que los huesos debían ser enterrados de nuevo sin examinarlos científicamente, pues ello sería una profanación.
En febrero de 2005 un jurado falló en favor de ocho científicos, quienes demandaron el derecho a estudiar los restos y alegaron que no había nexos entre ellos y las cinco tribus que se oponían a la investigación. Los científicos ya exploraron la pelvis y el cráneo, en tanto una docena de expertos se ha reunido en Seattle para emprender un estudio más profundo.
Después, los huesos se regresarán al Cuerpo de Ingenieros del ejército estadunidense, ya que el sitio donde fueron hallados, el río Columbia, es propiedad de ese órgano castrense. Después retornarán al museo Burke de la Universidad de Washington, donde se les ha conservado en un baúl que requiere dos llaves para abrirse.
¿Proveniente de Japón?
El objetivo de los científicos es acercarse a los detalles que pueden obtenerse sobre la forma en que vivió y murió el hombre de Kennewick. "Esto debió hacerse hace años", declaró al Seattle Times el arqueólogo Jim Chatters, primer investigador en revisar los huesos. Los trabajos sobre el hombre de Kennewick incendiarán el apasionado debate sobre los orígenes de las poblaciones americanas. Tom McClelland, maestro de escultura, y Chatters, han reconstruido las características del cráneo. Los estudios concluyeron que los rasgos faciales no concuerdan con los de las tribus de la zona.
La imagen más famosa de la cara de este hombre tampoco podría ser exacta. Una primera reconstrucción lo asemeja al rostro delgado del actor Patrick Stewart. Una imagen computarizada posterior sugiere algunas diferencias, como una nariz más abierta, labios más carnosos y ojos hundidos.
Diversos científicos creen que la primera ola de habitantes del nuevo mundo llegó hace cerca de 11 mil 500 años, a través de un puente entre Siberia y Alaska, en la Edad de Hielo, pero otros piensan que algunos esqueletos descubiertos y otras evidencias dispersas de asentamientos humanos podrían indicar que hubo olas migratorias de diferentes partes de Asia y el Pacífico. Estos expertos -muchos de ellos de la Universidad A&M de Texas- son conocidas como los pre-Clovis, en referencia a que suponen que las poblaciones humanas de América son anteriores a un esqueleto de 12 mil años hallado en Clovis, Nuevo México, en 1908.
Algunos científicos afirman que el cráneo del hombre de Kennewick tendría más parecido con los ainu, grupo aborigen que aún vive en el norte de Japón, pero que no guarda ninguna semejanza con los habitantes modernos.
El Cuerpo de Ingenieros ha prohibido a los investigadores rearmar los huesos hallados. La mejor evidencia de linaje provendría de un análisis de DNA. Los científicos tomaron pequeñas muestras de fragmentos de hueso de pierna hace algunos años, sin éxito, pero los militares han negado el permiso de tomar otras.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya