ASTILLERO
Asomos
Salinas vuelve a Valle de Chalco
Buenas expectativas del ex presidente
Divisiones y encubrimientos en el PRD
CARLOS SALINAS DE Gortari se regaló este miércoles un pequeñísimo adelanto de la reivindicación pública que supone le llegará con el retorno del PRI a Los Pinos. Junto con su esposa, Ana Paula Gerard, visitó el Centro Comunitario Juan Diego, de Valle de Chalco, en el estado de México, entre inevitables recuerdos de las bienaventuranzas de su programa consentido, Solidaridad. Todavía sujeto a fuertes medidas de protección, permitiendo apenas la presencia de contados habitantes sabidamente agradecidos con su administración, el ex presidente popularmente tachado de malignidad ensayó en tierra conquistada -el montielismo, y su versión de marioneta apellidada Peña Nieto, juegan en el flanco salinista- el retorno glorioso a los escenarios públicos, la nostalgia victoriosamente reinstalada en los foros antaño exultantes. ¡Ah, Valle de Chalco, Solidaridad, los buenos tiempos que podrían estar pronto de vuelta!
SOBRAN QUIENES ASEGURAN que el poder de Carlos Salinas ha sido magnificado precisamente por quienes le adjudican fuerza y habilidades que no siendo tantas -según esos análisis comprensivos- lo parecen gracias a la insistencia en pintarlo como eje de conspiraciones y motor de proyectos varios (muchas de esas consideraciones aparentemente sobrias y "objetivas" son, a juicio de este ladino tecleador, servicios intelectuales prestados al interés del hombre de la grandeza auricular). Pero, sea o no cierta su capacidad de maquinación, el pequeño Carlos ha visto cambiar su suerte luego de años de tenaz labor oculta: su hermano y socio, Raúl, está libre en circunstancias tales que le permiten alegar públicamente ¡inocencia propia y familiar! (un escenario largamente buscado por Carlos, presuntamente canjeada esa libertad fraterna por apoyos estratégicos al foxismo siempre necesitado de tutela); la sucesión presidencial ofrece posibilidades reales de retorno a Los Pinos de un PRI altamente influenciado por Salinas, en especial por cuanto a la forma mafiosa de preservación de la unidad entre personajes de difícil combinación como serían Madrazo, Montiel y Gordillo; y en entidades estratégicas le es cada vez más posible al multimencionado Salinas asomarse a lo público, así sea mediante visitas cuidadísimas, como la de anteayer a Valle de Chalco u otras realizadas en Nuevo León, donde Natividad González Parás gobierna en nombre de este salinismo empresarial.
LA UNICA POSIBILIDAD sensata de cerrar el paso al retorno político del salinismo confeso está en el PRD (donde, desde luego, hay otra vertiente del salinismo, la de los oportunistas que por despecho o cálculos electorales dejaron el barco de iniciales CSG para brincar a naves alternas). Pero hoy ese partido (o lo que sea o quede de él) está inmerso en un amargo proceso de división en el que justamente la palabra maldita es salinismo. El subcomandante Marcos ha acusado al electoralmente avanzado candidato del PRD de ver en el espejo reflejada la imagen de Salinas, y los seguidores de López Obrador sospechan que los recientes ataques del zapatista con pipa se inscriben en la estrategia salinista de descalificar al puntero en las encuestas de opinión pública. El zafarrancho de izquierda (o lo que sea o quede de ella) está estancado en un punto de encono que mucho favorece al interés fraccionador del salinismo: hasta ahora no se ha dado un paso adelante para clarificar y precisar los términos de la discusión ideológica y política que debería acompañar al intercambio de denuestos, adjetivos y generalidades que se han producido a partir del más reciente ataque zapatista y del virtual silencio perredista apenas parapetado tras algunas emisiones verbales de Leonel Cota.
PERO EN EL PRD prefieren el cumplimiento estricto de la agenda electoral dictada desde el mando tropical (aunque ello produzca escenas erosivas para ese partido, como el acuerdo tomado por los no perredistas en la asamblea legislativa para pedir a Alejandro Encinas la destitución del polémico carnal Marcelo). Ebrard fue colocado en la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno capitalino para que, al estilo salinista instaurado con el delfín Luis Donaldo Colosio, se beneficiara de los réditos personales que ofrece el manejo de los programas de beneficencia a masas manipulables. Ahora que ha sido pillado un delegado de sabido historial tramposo en escenas videograbadas de apoyo al candidato oficial a la sucesión sexenal capitalina, el partido del sol azteca hace como que no sabe lo que años atrás, cuando era oposición, denunciaba: que los recursos públicos suelen ser usados para promociones electorales sin que necesariamente el favorecido deje huella judicialmente sancionable. Por ello es que ahora se castiga al descuidado Bortolini pero se mantiene bajo resguardo al recomendado Ebrard. El interés electoral por encima del compromiso ideológico, el cumplimiento de la consigna suprema a como dé lugar (como sucedió en el estado de México con la candidata impuesta por decisión del jefe máximo). ¡Ah: Salinas, creo en ti!
ASTILLAS: PARA demostrar plena imparcialidad, la judicialmente reivindicada (en términos electorales, respecto a su derecho a asumir la presidencia del PRI, no en materia penal respecto a profesores asesinados) Elba Esther Gordillo se reunió ayer con los miembros del clan tucómico en la casa de gobierno que para fines de campaña usa Arturo Montiel... El nombramiento del multimillonario Gamboa Pascoe como dirigente de trabajadores es una aberración grave, pero igualmente lo es la pretendida insurrección democratizadora que estaría encabezando el dirigente petrolero Romero Deschamps...
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