Al instituto sólo corresponde vigilar el adecuado uso de las prerrogativas, elude Ugalde
El costoso financiamiento partidista, responsabilidad del Congreso: IFE
El órgano ejercerá más de $13 mil millones para la organización de los comicios del próximo año
Los diputados deben elegir: democracia o demandas sociales, plantea el presidente consejero
Pachuca, Hgo., 12 de agosto. Si el monto de las prerrogativas para los partidos políticos es oneroso o si se debe destinar a cuestiones de carácter social es un asunto que compete al Congreso de la Unión, el cual aprobó el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, que define los mecanismos para calcular esas partidas, indicó el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde.
El IFE, precisó el funcionario, no tiene margen de acción sobre la designación de esos recursos; su única obligación es vigilar que se usen para lo que fueron destinados.
Luego de inaugurar aquí la nueva sede del Centro de Cómputo y Registro Documental del IFE, Ugalde sostuvo que el órgano electoral supervisará que los 4 mil 913 millones de pesos que serán entregados en 2006 a los ocho partidos políticos por concepto de prerrogativas sean utilizados de "forma pulcra y honesta".
Para la organización de las elecciones federales del próximo año, el IFE cuenta con un presupuesto de casi 12 mil millones de pesos, más otros mil 200 millones para el voto de los mexicanos en el exterior; más de 13 mil millones de pesos en total.
Por tanto, si se parte de que el padrón electoral es superior a los 70 millones de votantes, cada probable sufragio tendrá un costo de entre 185 y 200 pesos.
Del total del presupuesto que ejercerá el IFE en 2006, casi 5 mil millones de pesos corresponde al financiamiento público de los partidos, es decir, más de la tercera parte.
Respecto a las críticas de diversos sectores de la sociedad por los altos costos del financiamiento a los partidos, Ugalde reviró que es un asunto que debe ventilarse en el Congreso de la Unión, el cual debe evaluar los recursos destinados a la democracia electoral frente a otras demandas de carácter social. "El Congreso debe decidir dónde son más redituables (esos fondos). La única obligación del IFE es vigilar que esos dineros se usen para lo que fueron destinados".
Es decir, para los gastos ordinarios de los partidos, promover sus campañas, difundir el voto, postular candidatos que cumplan con los requisitos legales y defender los valores de la democracia, agregó.
"Estamos efectivamente preocupados" por el costo de la democracia y el uso del dinero, expresó el funcionario, y consideró que por ello es importante estimular la participación de los votantes, porque, efectivamente, es muy diferente ejercer 4 mil 913 millones de pesos con una tasa de participación de 40 por ciento que de 70. "La diferencia en el costo del voto se transforma significativamente, y ese es un reto para el IFE, los medios de comunicación, las escuelas, los padres de familia y los órganos públicos: fomentar el voto".
Más adelante, el consejero presidente insistió en que los dineros destinados por el instituto a las elecciones "son una inversión".
Sobre el voto de los mexicanos en el extranjero, aclaró que el presupuesto será de entre mil 200 y mil 300 millones de pesos para 4 millones de mexicanos en posibilidades de sufragar, pero dijo que no se sabrá el costo real de ese voto hasta que no se cierre la fecha de registro de electores, el próximo 15 de enero.
Por otra parte, el nuevo centro documental del IFE inaugurado este viernes resguardará casi 230 millones de documentos con que cuenta el Registro Federal de Electores; ofrecerá mayor seguridad y salvaguarda de la confidencialidad de los datos de más de 70 millones de electores, y conservará la lista nominal. El edificio sustituye a los 17 centros regionales de cómputo que estaban distribuidos en todo el país.
Para el IFE, este centro disminuirá de manera sustancial los costos de administración y mantenimiento de la infraestructura tecnológica, que pasó de casi 100 millones de pesos a 37 millones, un ahorro de 63 por ciento.