Dan 48 horas para el desalojo voluntario; disturbios en la colonia judía de Neve Dekalim
Acordonan la franja de Gaza; inicia primera fase de la "desconexión"
La tensión provoca que soldados israelíes disparen por error contra cinco de sus compañeros
Las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa descartan su desarme tras el repliegue israelí
Ampliar la imagen Colonos jud� inconformes con la salida israel�e la franja de Gaza provocaron disturbios esta madrugada, al iniciar la primera fase de la operaci�ofraternidad que otorga 48 horas de gracia para el desalojo voluntario FOTO Ap Foto: Ap
Gaza, lunes 15 de agosto. El gobierno de Israel inició la medianoche del domingo la retirada de las 21 colonias de la franja de Gaza, tierra que será restituida a los palestinos luego de 38 años de ocupación.
El plan de desconexión, como lo llaman las autoridades israelíes, dio inicio con una ceremonia simbólica celebrada en el puesto fronterizo de Kissufim, la puerta a las colonias israelíes de la franja.
A partir de ese momento el retén fue cerrado y la zona quedó completamente acordonada, por lo que nadie podrá entrar ni salir si no es acompañado por miembros del ejército. Esto representa el paso inaugural de la primera fase del plan de desconexión, conocido como operación Cofraternidad, que si bien considera también la evacuación de cuatro asentamientos de Cisjordania, pretende legitimar la reocupación de este último territorio palestino.
Poco después del inicio de esta operación, grupos de colonos estallaron en cólera en la colonia de Neve Dekalim, donde rompieron cristales de automóviles e incendiaron neumáticos.
Desde el domingo a mediodía fuerzas de seguridad israelíes y palestinas fueron desplegadas en la franja de Gaza para acordonar el territorio y que la evacuación de los asentamientos transcurra sin violencia. De la misma manera, la policía israelí instaló varios controles de carretera en el sur de Israel para impedir el acceso a las colonias de la franja de Gaza.
El general de brigada, Gay Tzur, subcomandante del Distrito Sur del ejército, explicó que el comienzo de la operación Cofraternidad durará 48 horas y será una suerte de periodo de gracia para que todos los colonos recapaciten y abandonen voluntariamente sus casas.
Durante la mañana del lunes, los soldados israelíes llamarán puerta por puerta a las casas de los colonos para pedirles que abandonen sus hogares, ya que desde ese momento su presencia en la zona será ilegal. A partir del miércoles, 40 mil soldados y policías desalojarán por la fuerza a los habitantes que permanezcan en los asentamientos.
A las tropas israelíes se sumaron 7 mil 500 policías palestinos que están ya preparados al otro lado de las colonias para garantizar que el desalojo de los colonos se lleve a cabo sin incidentes.
A pesar de este despliegue, los servicios de seguridad palestinos comunicaron en la ciudad de Gaza que un técnico de sonido de la televisión France 3 fue secuestrado esta noche, horas antes del inicio de la retirada, por tres hombres armados con el rostro cubierto.
El ambiente era tenso desde las primeras horas del domingo, cuando cinco soldados israelíes fueron heridos, por error, por sus propios compañeros durante un enfrentamiento con un palestino que abrió fuego contra el asentamiento judío de Kfar Darom.
Los soldados devolvieron los disparos e hirieron por error a sus compañeros que se encontraban en un vehículo blindado cerca del edificio en el que se ocultaba el militante palestino.
Voceros militares israelíes ya advirtieron que la retirada de Israel de la franja se interrumpirá si el ejército es atacado por facciones palestinas. El viceprimer ministro, Ehud Olmert, dijo a su vez que la retirada de Gaza "no significa ninguna concesión a nuestro deber de luchar contra el terrorismo venga de donde venga. Quien piense que nuestra salida es una rendición se equivoca".
Las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, grupo armado ligado a Fatah, el movimiento del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, descartaron hoy su desarme tras el repliegue israelí, sumándose a una posición similar asumida hace unos días por los grupos de resistencia Hamas y Jihad Islámica.
Sin embargo, los soldados deberán hacer frente a unos 4 mil activistas de derecha que se oponen a la retirada y que se infiltraron en la franja de Gaza estas semanas. Además, los servicios de seguridad de Israel están en alerta por temor a que extremistas judíos provoquen a musulmanes en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén o cometan atentados contra estos lugares santos.
Precisamente, una manifestación de protesta contra la retirada de la franja de Gaza fue organizada en Jerusalén frente a las oficinas del primer ministro israelí, Ariel Sharon.
En total, Israel calcula que harán falta tres o cuatro semanas para desalojar a todos los habitantes de las 21 colonias de Gaza a los que se suman cuatro asentamientos aislados de Cisjordania, que serán desmantelados posteriormente.
A este tiempo habrá que añadir seis semanas para echar abajo todas las casas y trasladar estructuras militares antes de restituir la franja de Gaza. En total, el plan de desconexión costará a las arcas del Estado unos mil 800 millones de dólares repartidos en tres años.
Se desconoce el número de colonos -de los más de 8 mil que habitaban en la franja de Gaza- que ya comenzaron a abandonar ese territorio, pero en las últimas horas se registró un creciente flujo de familias que cruzaron Kissufim con dirección a Israel.
Durante la jornada del domingo centenares de colonos judíos se reunieron en el cementerio del bloque de asentamientos de Gush Katif para visitar las tumbas de sus familiares o amigos, que también serán trasladadas a otros puntos de Israel.
El alto representante de para la Política Exterior y la Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, reafirmó el total apoyo del bloque a la retirada israelí de la franja de Gaza, en un mensaje dirigido a los dirigentes palestino e israelí.
En este contexto, la Organización de Naciones Unidas retirará a todo su personal extranjero no esencial en la franja de Gaza, y será transferido a Jerusalén, debido a una serie de secuestros cometidos por hombres armados, el último el 8 de agosto.