Provocan bordos y grietas al no tapar las zanjas de manera adecuada: Buenrostro
Con daños, el pavimento en todo el DF por instalación de redes subterráneas
Propone llamar al orden a las empresas responsables, como se hizo en la Plaza Juárez
El secretario de Obras y Servicios, César Buenrostro, señaló que las empresas instaladoras de redes subterráneas han afectado diversas calles y avenidas de la ciudad, al no rellenar adecuadamente las cepas que abren sobre el pavimento, con lo cual provocan bordos y grietas que afectan el asfaltado y por ende la circulación vehicular.
El funcionario señaló que propuso llamar al orden a esas compañías, pues el daño provocado por la instalación de redes subterráneas no ha sido menor, si se considera, por ejemplo, que durante los trabajos de remodelación del Paseo de la Reforma fue necesario sustituir el pavimento, debido a que se encontraba deteriorado a causa de la filtración de agua.
Precisó que 85 por ciento de las losas del carril de baja velocidad, en ambos sentidos, estaban fracturadas y ya no era posible repararlas; el costo del daño, dijo, fue de decenas de millones de pesos.
Buenrostro explicó que el material resultó afectado a pesar de que se trataba de concreto que se coló sobre la avenida en 1947, año durante el cual se especificó que esa capa, soporte del pavimento, tendría una resistencia de 219 kilos por centímetro cuadrado. Agregó que durante los trabajos de remodelación del Paseo de la Reforma una prueba aplicada a un placa de concreto corroboró que la resistencia del material es casi del doble; es decir, más de 400 kilos por centímetro cuadrado. Por más de 50 años ese material lo resistió todo: el intenso tránsito, los vehículos pesados, frío, calor, granizo, pero no aguantó a los instaladores de redes subterráneas.
El secretario explicó que los daños se producen porque las compañías, entre las que se encuentran las telefónicas, las de gas natural y las de computadoras, luego de que abren las cepas no las tapan de manera adecuada; lo que hacen es colocar sus ductos "a la profundidad que quieren, y luego rellenan las cepas con material producto de la propia excavación que realizan, en vez de hacerlo con tepetate compactado o relleno fluido, que sería lo más conveniente".
Tras señalar que muchos de esos instaladores realizan los trabajos sin contar con licencia para ello, asentó que los que más anarquía han provocado son los que colocan redes subterráneas de fibra óptica, la cual se utiliza para las redes de computadoras.
Dijo que el pavimento de la ciudad está afectado en muchos lugares; el daño es mayor, apuntó, cuando se aplica "una capita de asfalto fuera de especificación. ¿Qué pasa con esto?, que al rato se empiezan a formar bordos en donde al transitar los vehículos, pegan".
Pero este problema no sólo afecta la circulación de los automóviles, sino que se forman grietas por las que se filtra el agua, y con el tiempo se forman oquedades profundas.
Indicó que para evitar esos daños, en la Plaza Juárez se concertó con las empresas instaladoras y 10 redes subterráneas de distintos servicios fueron colocadas antes de poner la nueva base o soporte del pavimento. Precisó que se instalaron redes de agua potable y drenaje, mediante concertación con el Sistema de Aguas de la Ciudad de México; de telefonía, con Teléfonos de México; de energía eléctrica, con la Compañía de Luz y Fuerza; alumbrado y semáforos, con Servicios Urbanos, y de tres empresas instaladoras de fibra óptica, así como de las cámaras de seguridad para monitorear el tránsito y otros aspectos de vigilancia. "En total, 10 líneas de diferentes grosores fueron colocadas y se encuentran allá abajo".
De esta forma, está garantizado que la inversión hecha por el gobierno capitalino no resulte afectada por esas empresas. Una de las redes más importantes es la de agua potable, la cual tenía un tubo de 15 centímetros que ya estaba fracturado, por el peso de los nuevos edificios: de la Secretaría de Relaciones Exteriores, del Tribual Superior de Justicia, del Museo de la Tolerancia e inmuebles habitacionales, por lo que ese tubo se cambió por uno de 30 centímetros, que conducirá cuatro veces más agua.
Hasta ahora ésa es la única zona de la ciudad protegida, por lo que la dependencia a su cargo está en pláticas con el secretario de Gobierno para ver cómo se reactiva el Comité de Usuarios del DF y que se apliquen sanciones e impedimentos a las empresas que afecten la superficie de rodamiento. "Que ya no se valga afectar esto, es una inversión que viene de los impuestos", puntualizó César Buenrostro.