Es parte de su obligación, sostiene el Departamento de Estado
Respalda EU el ''regaño'' de Tony Garza a México
La violencia podría minar la relación bilateral, dijo el embajador
Nueva York, 17 de agosto. El gobierno de Washington señaló hoy que la advertencia de su embajador en México, Tony Garza, de que la violencia fronteriza podría minar la relación bilateral en varios rubros -desde comercio hasta acuerdos migratorios-, fue expresada como parte de su obligación de proteger a ciudadanos y diplomáticos estadunidenses.
"Un embajador de Estados Unidos en cualquier país tiene la responsabilidad de tomar acciones para proteger a aquella gente que trabaja en nombre del pueblo estadunidense. El (Garza) tomó las acciones que pensaba necesarias'', declaró Sean McCormack, vocero del Departamento de Estado, en conferencia de prensa en Washington.
En varias ocasiones el Departamento de Estado ha mencionado que el cierre temporal de su consulado en Nuevo Laredo, así como las alertas oficiales emitidas al público sobre violencia en México, son resultado de la ''obligación'' de los diplomáticos estadunidenses para informar y advertir a sus ciudadanos de condiciones de seguridad en otros países.
La tensión en la relación bilateral en torno a la violencia ligada al narco en la frontera se ha intensificado en días recientes, primero con la clausura del consulado estadunidense en Nuevo Laredo, y ahora con los gobernadores de Nuevo México y de Arizona declarando estados de emergencia en varios condados fronterizos. Ayer, el embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, dijo que si no se pone alto a la ola de violencia, ésta podría minar la relación bilateral en varios rubros, y aceptó que la clausura del consulado fue en parte ''un regaño'' a las autoridades mexicanas.
La advertencia
En un discurso el martes en la Universidad de Denver, Tony Garza advirtió: ''Si esa violencia, desde Matamoros a Tijuana, no se logra controlar, socavará seriamente la inversión, el turismo y la calidad de vida de nuestros ciudadanos mucho más allá, tanto al norte como al sur de esa frontera''. Además, subrayó, podría minar avances sobre varios temas -incluido el migratorio-, ya que la percepción de México en Estados Unidos podría empeorar. ''Mientras más continúa esa violencia, más difícil será para muchos estadunidenses hablar de mexicanos como socios de confianza con intereses mutuos... Una respuesta agresiva a la violencia fronteriza es una manera de ayudar a evitar sugerencias de construir muros, cuando todos somos mejor servidos al construir puentes.''
Garza señaló en su discurso en Denver que ''la reforma migratoria es crucial para los intereses nacionales de ambos países. He intentado dejar claro al liderazgo mexicano que la reforma se convierte en algo más probable cuando los estadunidenses y sus líderes se sientan confiados de que la frontera está segura y que México está generando oportunidades económicas reales para sus propios ciudadanos''.
En torno a la clausura del consulado, el diplomático comentó que ''algunos han dicho que ordené el cierre para castigar al gobierno mexicano por no controlar la violencia en la región. En cierto sentido es verdad... y he sido claro: mi primera responsabilidad es la seguridad de los ciudadanos estadunidenses, y no debería, y no dudaré, en tomar acción cuando estén en riesgo''.
Los diplomáticos estadunidenses siempre han subrayado que la relación bilateral con México es una de las más importantes y amplias en el mundo, y que la cooperación es la vía fundamental para resolver los problemas. Hoy McCormack reiteró: ''Estamos trabajando cercanamente con el gobierno mexicano en el caso de la violencia en la frontera. Sé que éste es un tema difícil para México y los mexicanos. Es un tema difícil para los estadunidenses que viven en esas regiones. Y la forma de resolverlo es trabajar conjuntamente y en cooperación; creo que eso es lo que se está viendo''.
Pero la gobernadora de Arizona, la demócrata Janet Napolitano, dijo hoy que había declarado un estado de emergencia en cuatro condados fronterizos como resultado del fracaso de la política migratoria del gobierno federal estadunidense para abordar la situación en las zonas limítrofes. Antes, la mandataria afirmó que ''ambos gobiernos federales (los de Estados Unidos y de México) nos han desilusionado. Al parecer no hay ningún sentido de urgencia'', declaró a The New York Times.
Su contraparte en Nuevo México, Bill Richardson, también criticó al gobierno de Washington por su falta de acción para enfrentar los problemas fronterizos, desde inmigración hasta violencia, e indicó al Times que su declaración de estado de emergencia ''es un acto de desesperación''.
Al mismo tiempo, hay otros que expresan su escepticismo sobre el manejo diplomático con México. Herbert K. Witzen, lector cuya carta al director del Washington Post comenta el cierre del consulado en Nuevo Laredo, dice: ''Qué interesante que el gobierno federal cerró el consulado de Estados Unidos en Nuevo Laredo, México, durante más de una semana por los más de cien homicidios, muchos de ellos relacionados con el narcotráfico (sección de World Brief, 9 de agosto). El condado Prince Georges (zona suburbana de Washington) ha superado cien homicidios este año y muchos fueron relacionados con el narco. ¿Cerrará el gobierno federal todas sus oficinas ahí también?'', se pregunta.