Anotaciones de Borgetti, que sumó 36 goles con el Tricolor, y el Kikín Foseca
México se impuso 2-0 a Costa Rica y amarró virtualmente su pase al Mundial
El triunfo lo consiguieron los jugadores nacionales, declaró un parco Ricardo La Volpe
Ampliar la imagen Le cost�abajo al equipo mexicano romper la trinchera que impuso el equipo costarricense FOTO Jos�arlo Gonz�z Foto: Jos�arlo Gonz�z
La crónica de la derrota anunciada y de la virtual clasificación de México al Mundial 2006 se dio anoche en el estadio Azteca. Sin embargo, la victoria 2-0 sobre Costa Rica tuvo sus gotas de angustia.
Con los tres puntos el Tricolor llegó a 16 en la eliminatoria mundialista y aunque el sentido común indica que será uno de los representantes de la Concacaf en la Copa del Mundo de Alemania, lo único seguro que tiene por el momento es el repechaje.
Irremediablemente pobres resultaron los primeros 45 minutos del trámite. Costa Rica bajó la cortina, se atrincheró en su cancha y México no tuvo recursos para evitar envolverse en esa telaraña.
Lo único digno de destacar fue un remate de Jared Borgetti (a centro de Pável Pardo), que terminó estrellándose en el poste derecho de la portería de Francisco Porras, al minuto 10.
El resto fue un romance a la ineficacia, la inefectividad y monotonía de los que saltaron a la cancha del estadio Azteca.
Los ticos cumplieron su misión de defenderse y no gestaron ninguna jugada que pusiera en verdadero peligro la meta de Oswaldo Sánchez.
La selección mexicana, por su parte, abusó del improductivo pelotazo al área. Sólo una pared se animaron a realizar Borgetti y Gerardo Torrado, que culminó en un tiro de este último, pero muy elevado.
La imprecisión también acompañó al Tri (sobre todo a Sinha y al Kikín Fonseca) y lo único que evitó el desastre fue su voluntad. Por eso el abucheo no fue tan prolongado al decretar el descanso el árbitro hondureño José Pineda.
La ola y el grito de ¡México!, ¡México!, se hicieron sentir hasta el complemento. El banderazo para que empezara la fiesta lo dio Borgetti, cuando al minuto 62 (luego de un centro de Osorio que se paseaba frente al área) fusiló al portero Porras, derribando por fin la muralla tica.
Los anfitriones mejoraron con la incorporación de Ramón Morales (por Torrado) y con la de Omar Bravo (por Sinha). Precisamente al minuto 69 Morales cobró una falta por la esquina izquierda y Bravo remató con la cabeza, pero el balón pegó en el travesaño.
La insistencia del seleccionado nacional continuó y al minuto 85 el Kikín Fonseca aprovechó un rechazo del portero costarricense para poner el 2-0 definitivo.
Después el sonido del mariachi engalanó la fiesta y con el grito de ¡Nos vamos al Mundial! salieron los aficionados del coloso de Santa Ursula.
El triunfo fue de los jugadores: La Volpe
Por su parte, el seleccionador nacional, Ricardo La Volpe, comentó secamente: "Lo importante lo hicieron los jugadores. No tiene nada qué ver quién es el técnico. Hoy, soy yo, mañana será otro".
Luego añadió: "El triunfo lo hicieron los mexicanos. Sin embargo, no fue fácil. El partido se complicó porque Costa Rica se puso atrás; pero poco a poco los fuimos superando, supe descifrar el problema y con los cambios el equipo mejoró".
También comentó que él no está para callar bocas. "Lo que me satisface es que los jugadores están a muerte conmigo", y es que los tricolores lo llevaron a celebrar el triunfo al centro de la cancha.
De su lado, el sinaloense Jared Borgetti, nueva contratación del inglés Bolton Wanderers, comentó que nunca se imaginó que sería el máximo goleador de la selección mexicana, pues con el tanto que le anotó anoche a los ticos llegó a 36, separándose de Carlos Hermosillo, con quien compartía el honor, con 35.
Además Borgetti llegó a 13 tantos en la eliminatoria de la Concacaf y es líder también, contra 10 de su compatriota Jaime Lozano, y nueve del guatemalteco Carlos Ruiz, quien anotó a Panamá uno de los goles en el triunfo chapín.
Jared comentó que la selección se merecía anoche un estadio lleno, "pero de todos modos la victoria y ser el máximo goleador de la selección nacional es para mí un gran regalo de cumpleaños, el domingo. ¡Qué más podía pedir!"
ELIMINATORIA CONCACAF