La OMC, incapaz de parar colapso mundial: federación internacional de trabajadores

Peligran 30 millones de empleos en la industria textil, ante el poderío chino

De no haber salvaguardas, en 8 meses podría acabar hasta con 6 millones de plazas

CAROLINA GOMEZ MENA

La capacidad de China en el rubro textil y del vestido es tan grande, que de no existir salvaguardas a escala global podría acabar en ocho meses con entre 5 y 6 millones de empleos en ese sector en todo el mundo, señaló Neil Kearney, secretario general de la Federación Internacional de Trabajadores del Textil, el Vestuario y el Cuero (FITTVC), quien consideró que naciones como México, que son claves en el ámbito, deberían estar "a la cabeza en la lucha para que en la próxima cumbre ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), a realizarse en Hong Kong, el tema se incluya en la agenda".

Entrevistado por La Jornada, Kearney comentó que la liberalización comercial de esos productos, tras concluir el Acuerdo sobre Textiles y Vestuario, y de su sucesor, el Acuerdo Multifibras, la amenaza se cierne sobre "30 millones de trabajadores que dependen de esa industria para su sustento diario, en especial en los países más pobres".

En México, el Sindicato Nacional de la Industria Textil y de la Confección estima que de 2000 a la fecha se han perdido 245 mil empleos en el sector.

Además, dejó entrever que comprar esos productos avala la explotación de miles de asiáticos que trabajan entre 12 y 14 horas por jornada, siete días a la semana, con salarios de aproximadamente un dólar al día y no tienen derechos; además, son tratados casi como esclavos.

Con bajísimos costos de producción, logrados a expensas del trabajador, la mayoría de los productos chinos alcanzan precios "inclusive 59 por ciento más bajos que en el resto de las 159 naciones productoras de textiles", y a ello se debe sumar el contrabando de mercancía de ese país (en México, según el gremio, "60 por ciento de textiles y prendas que se venden son producto del contrabando), y fustigó que algunos países se quejan de ello pero "sus gobiernos no toman las medidas para impedir la entrada ilegal de esos productos. Así, no tienen derecho a quejarse. Es como dejar la puerta abierta y luego lamentarse porque entran los ladrones".

También contribuye al poder arrollador de China la cuantiosa inversión que su gobierno ha realizado en los pasados tres años: "más de 21 mil millones de dólares, lo cual ha ayudado a elevar su capacidad productora 50 por ciento", por lo cual no es de extrañar que tenga la capacidad de surtir a más de "75 por ciento del mercado textil y del vestido a escala mundial".

Ante esta situación, subrayó, la OMC "siempre ha demostrado ser inútil", aunque se esté colapsando la industria textil en el resto del mundo, al grado de que ha hecho llamados de atención a la Unión Europea para realizar un estudio sobre el avance de China en el rubro para establecer salvaguardas, es decir, "un sistema de cuotas unilaterales sobre la entrada de productos textiles de esa nación durante dos años, o sea, concluirán en 2007".

Según la FITTVC (que reúne a 220 organizaciones afiliadas en 111 países), las principales naciones productoras y exportadoras de esos productos, como México, Honduras, Bangladesh, El Salvador, India y Corea del Sur, deberían presionar para que la OMC tome en cuenta el problema, pero también sostuvo que en cada uno de los países que tienen gran industria se deben "diseñar estrategias para lograr estabilidad y competitividad, y en ello deben participar representantes gubernamentales, fabricantes, trabajadores y sindicatos. La estrategia debe situarse tanto en el plano económico como en el industrial y social".

Precisó que a principios de este año Lesotho, una de las naciones más pobres del planeta y en la que 99 por ciento de sus ingresos por exportaciones provienen del sector textil, perdió "7 mil trabajos y se espera que en los próximos meses desaparezcan otros 58 mil". Pero en Bangladesh, se prevé, podrían eliminarse un millón, 300 mil en Indonesia y, en general, en Africa "toda la industria". Sin embargo, no sólo los países pobres se ven afectados, sino también los industrializados. "En la Unión Europea se considera que cada día desaparecen mil puestos de trabajo y más de 50 compañías ya han cerrado sus puertas. En Estados Unidos cerca de 18 mil han quedado sin trabajo este año y la predicción es que 500 mil quebrarán pronto."