Usted está aquí: lunes 22 de agosto de 2005 Sociedad y Justicia Propone el PNUMA utilizar recursos ambientales para abatir la pobreza

Si el primer mundo no reduce emisión de gases habrá "desastres": director regional

Propone el PNUMA utilizar recursos ambientales para abatir la pobreza

ANGELICA ENCISO L.

En la región de América Latina y el Caribe el panorama ambiental es de "luces y sombras", pues a pesar del incremento de la superficie bajo protección especial no existen recursos suficientes para reforzar la tarea y la sustentabilidad no está incluida en las políticas públicas de los países de la región. Además, si las naciones desarrolladas mantienen su incontrolada emisión de gases que generan el cambio climático, los desastres naturales persistirán.

Previo al lanzamiento del Informe regional sobre los objetivos de desarrollo del Milenio en México, el director regional del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Ricardo Sánchez, consideró que es importante que los bienes y servicios ambientales se usen en los países en desarrollo como elemento en la lucha contra la pobreza, la generación de empleo y para lograr la equidad entre los sectores económicos, debido a que esta zona es la más desigual del planeta.

En entrevista, precisó que también debe garantizarse a las futuras generaciones la posibilidad de resolver sus necesidades. "Hay dos puntos básicos que son responsabilidad de los países desarrollados. Uno es que si no se logra la estabilidad en la emisión de gases de efecto invernadero, este mundo será sometido a impactos del cambio climático global y los países en desarrollo seremos los más afectados, porque no contamos con medios, tecnología ni recursos para producir una adecuada adaptación a estos cambios".

El segundo aspecto, añadió, es que el compromiso ocho de los Objetivos del Milenio establece que "debe fomentarse una asociación mundial para el desarrollo, que habla de fomentar un sistema comercial y financiero abierto, basado en normas previsibles y no discriminatorias". Esto, precisó, no ocurre en los países industrializados, que aún establecen protecciones en actividades productivas.

Las metas de milenio fueron adoptadas hace cinco años por 189 naciones como compromiso para combatir la desigualdad y mejorar el desarrollo humano en el mundo, para lo cual se fijó el año 2015 para erradicar la pobreza y el hambre y revertir el deterioro ambiental.

Sostuvo que los problemas de la deuda de países en desarrollo deben encararse con medidas nacionales e internacionales, a fin de hacerla sostenible en el largo plazo. "Las naciones en desarrollo están dedicando el grueso de sus ingresos a pagar su deuda; si pudieran dedicar esos recursos a su desarrollo, la creación de empleos y protección ambiental, obviamente no tendrían estos problemas".

Exigencia a naciones desarrolladas

Las naciones desarrolladas deben reducir sus emisiones de gases invernadero y "nosotros (los países en vías de desarrollo) tenemos la responsabilidad de erradicar la pobreza, de promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el sida, el paludismo y, un objetivo más, en cooperación con las empresas farmacéuticas, proporcionar acceso a los medicamentos esenciales en los países en desarrollo.

"Tenemos el deber de garantizar la sostenibilidad ambiental, revirtiendo la pérdida de los recursos naturales y garantizando la introducción del tema en las políticas públicas", sostuvo.

Dijo que el informe regional revela que hay áreas donde los indicadores aparentemente no pueden alcanzarse. "Los temas más graves que tenemos en la región son la pobreza y la inequidad. Y si examinamos las tendencias en la degradación ambiental, observamos que las generaciones actuales consumen el capital natural de manera irracional, lo cual no permitirá a futuras generaciones disponer de él.

"Se está comprometiendo la sostenibilidad; están encaminando la región a un escenario de gran inequidad entre los sectores sociales y, además, las generaciones futuras no tendrán recursos naturales para solventar sus necesidades: es un serio problema en la gestión en América Latina.

"En el área ambiental vemos que la tendencia es que los gobiernos no toman en cuenta los principios de desarrollo sostenible en sus políticas y programas nacionales. Las políticas no tienen incluida adecuadamente la dimensión ambiental. Es un punto álgido: cuando se promulga una ley cañera, por ejemplo, ésta debe tener un capítulo ambiental."

El funcionario de Naciones Unidas indicó que cuando se hace el examen de una meta, "lo primero que decimos es que los indicadores no son suficientes para responder a ella, porque hablan de que en la deforestación la tendencia es alta; en áreas naturales protegidas es po-sitiva, pero no todos los ecosistemas están representados, y los recursos con que se cuenta para manejar los sistemas no son suficientes, muchos sólo están en el papel".

Agregó que el manejo de aguas residuales es de sólo 10 o 15 por ciento, en tanto que únicamente 23 por ciento de la basura se maneja adecuadamente. "A ello se suma que hay deforestación, no sólo en los bosques y selvas, sino también en zonas de manglar, y han sido dañados los arrecifes coralinos". Por último, señaló que es poco probable que se cumpla con la dotación de agua potable y saneamiento, previstas en las Metas del Milenio.

 
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