Cambió de credo por no tolerar sacerdotisas
Ex anglicano será el único sacerdote católico casado
Madrid, 22 de agosto. El anglicano Evans David Gliwitzki, casado y padre de dos hijas, se ha convertido en sacerdote católico por su oposición a la ordenación de mujeres en su Iglesia, y será el único de España autorizado a no respetar la regla del celibato.
El padre Evans fue ordenado el domingo en Canarias. La ceremonia tuvo lugar en presencia de su mujer, Patricia; sus dos hijas, de 40 y 30 años, su yerno y una nieta en la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción de La Laguna, en la isla canaria de Tenerife, relató el lunes a la Afp.
Originario de Zimbabwe, hijo de un católico polaco y una anglicana, se convirtió en sacerdote anglicano en 1984 tras haber sido administrador de la red de ferrocarriles de Rhodesia, informó el lunes el arzobispado de Tenerife.
En Tenerife se encargará de las necesidades espirituales de los súbditos británicos que viven en la isla.
Según el arzobispado, la ordenación del padre Evans es "una muy singular excepción" que no supone "en absoluto de una puerta abierta a la abolición del celibato".
En un comunicado, el arzobispado precisa que las circunstancias son "muy particulares, teniendo en cuenta que proviene del anglicanismo, el cual sí valora la posibilidad de que sus ministros estén casados".
El padre Evans asegura que en el Reino Unido hay "numerosos casos" de sacerdotes anglicanos casados y padres de familia, convertidos al catolicismo.
Para este sacerdote más vale ser un cura católico casado que un anglicano que comparte su ministerio con mujeres. Con 64 años, confesó que decidió convertirse por su oposición "a que se abran a las mujeres las puertas del sacerdocio en la Iglesia anglicana", como se decidió en 1992.
A partir de esa fecha, se puso en contacto con el arzobispo de la zona para cambiar de religión. Antes había contribuido a varias misiones ecuménicas en Zimbabwe y el Vaticano "por la unidad de las dos iglesias" católica y anglicana.
El anglicano se formó en los ritos católicos, que no difieren mucho de los anglicanos, pero no hizo voto de castidad, explicó por teléfono desde Tenerife.
Predicará el Evangelio y administrará los sacramentos como todos los sacerdotes, pero no podrá dirigir una parroquia, "porque a algunas personas les cuesta entender" su situación, precisó.
La autorización para ser cura católico fue concedida por Juan Pablo II antes de morir, debido a su oposición a la ordenación de mujeres en su Iglesia.
El padre Evans afirma "respetar las reglas de la Iglesia católica", pero estima que estar casado "lo sitúa en mejor posición para tratar los problemas del matrimonio y los niños".