Octava fiesta en los viñedos de la firma, en Querétaro
Disfrutan 10 mil asistentes de la vendimia en Cavas Freixenet
Ezequiel Montes, Qro., 21 de agosto. Degustar unos típicos tacos acompañados con un vino gran reserva, tinto, blanco o rosado, podrá parecer extraño; sin embargo, esta bebida puede ser maridada o combinada con distintos tipos de comida, aunque por la falta de costumbre y por temor a que su precios sean elevados, no se estila en la gastronomía mexicana.
En la octava edición de la vendimia de las Cavas Freixenet, ubicadas sobre la carretera Celaya-Ezequiel Montes, se exhibieron al público los distintos vinos que ahí se elaboran, para los cuales se cosechan 700 mil kilogramos anuales de uva, de las que 30 por ciento proviene de otros estados, pues esta empresa tiene viñedos en Guanajuato, Zacatecas y Aguascalientes.
La vendimia, celebración de la única cosecha que existe en el año, recibió cerca de 10 mil personas los días 19, 20 y 21 de agosto, durante los cuales, con recorridos a las cavas y una muestra gastronómica en 35 estands, los asistentes pudieron degustar y conocer la gama de vinos que ofrece esta empresa, asentada en Querétaro desde 1979.
El enólogo José Antonio Llaquet Izard, gerente de Cavas Freixenet, dio a conocer la forma en que se elaboran, fermentan, embotellan y almacenan los vinos espumosos, proceso basado en el método champenoise, y los vinos tranquilos como blancos, rosados y tintos.
Llaquet Izar señaló que aunque el sommelier -persona que indica qué vino se puede acompañar con determinado tipo de comida- recomienda los maridajes, el sabor del vino puede variar en el paladar de cada persona, ya sea por su estado de ánimo, por el lugar y hasta por la compañía que tenga.
"Primero hay un estado de ánimo, y en un momento dado se te antoja comer una torta o un taco; en función de esto, se hace la combinación que apetezca", coincidió en señalar María Baró Ministral, directora de Relaciones Públicas de esta compañía.
Por ejemplo, el vino Sala Vivé Brut Nature Gran Reserva, lo aconsejan degustar a todas horas acompañado con aperitivos, botanas, postres pocos dulces y platos compuestos por legumbres, mariscos, pescados y aves, pues sus sabores frutales y florales brindan un postgusto largo. En el caso de Sala Vivé Rose, el cual también es un esposo, lo recomiendan acompañado con sopas y cremas, verduras, pizzas, tacos y mole, así como con aves y pescados.
Los vinos tradicionales -los cuales no son espumosos- son recomendados para acompañar con carnes frías, quesos, pastas, huevos, tacos y mole.
Los precios de estos vinos, que han ganado el concurso Vinus 2005, en Argentina, y de Exporestaurantes, también este año, van de 50 a 150 pesos. En diciembre próximo, esta compañía prevé sacar al mercado un nuevo vino tinto que dio a degustar durante las actividades de la vendimia, pero que aún se desconoce su nombre.
Cavas Freixenet, ubicada en un terreno de 10 mil 706 metros cuadrados fue fundada por Doña Dolores Sala Vivé, quien comenzó sus plantaciones de viñedos en 1982; dos años después empezaron la producción de vinos espumosos con cosecha propia, y para el 2000, con la línea de vinos tranquilos.